II Parte - III Parte
Ver la Addenda
Mucho se ha hablado tanto de los sistemas de interpretación del Apocalipsis como así también sobre los diversos métodos que cada uno de ellos emplea para defender su postura. Sobre esto ya hemos dicho algunas cosas, pero ahora vamos a intentar hacer algo diferente: nuestra idea será indagar, por un lado, si hay en el Apocalipsis algún orden o estructura que ayude a entender este misterioso libro, y por el otro, si esta misma estructura la encontramos en algún lugar de las Escrituras.
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Mucho se ha hablado tanto de los sistemas de interpretación del Apocalipsis como así también sobre los diversos métodos que cada uno de ellos emplea para defender su postura. Sobre esto ya hemos dicho algunas cosas, pero ahora vamos a intentar hacer algo diferente: nuestra idea será indagar, por un lado, si hay en el Apocalipsis algún orden o estructura que ayude a entender este misterioso libro, y por el otro, si esta misma estructura la encontramos en algún lugar de las Escrituras.
I) Primera
división.
Como lo han notado algunos
autores podemos encontrar la primera y más elemental división del Apocalipsis
ya en el primer capítulo:
El versículo 19 parece ser clave para
conocer la estructura del Apocalipsis. El texto dice así:
19. Escribe, pues, lo que hayas visto y lo que es y lo que debe suceder después de
esto.
Jesucristo le manda, pues, escribir a San Juan:
1) “Lo que hayas visto”, lo cual, hasta ese momento no era sino la visión de Jesús de los versículos 12 a 18.
2) “Lo que es” parecerían ser las cartas a las 7 Iglesias narradas en los capítulos II-III.
Dejemos hablar a Straubinger y luego
agreguemos algunas cosas más:
“Parece ser este un texto
llave:
a) Lo que hayas visto: o sea la visión de los versículos 12-18
(que en el vers. 11 es llamado lo que vas a ver), y en efecto lo
vio desde que se volvió en el v. 12 hasta que se desmayó en el v. 17.
b) Lo que es: lo
contenido en las siete cartas a las Iglesias (v. 11)[1]
que empieza en el capítulo II.
c) Lo que debe suceder después (de esto): sería el objeto de la nueva visión que empieza en el cap. IV, la
que tiene lugar a través de una puerta abierta en el cielo, y en la cual
se le muestra la gran revelación escatológica que resulta del libro de los
siete sellos.”
La misma división está en Bover,
la Biblia de
Jerusalén, Fillion y en parte en Allo.
Para profundizar un poco más
esta triple división descendamos a algunos detalles.
La primera parte, es decir: “lo que hayas
visto”, parece no ofrecer demasiadas dificultades ya que, como lo señalamos, lo
que hasta ese momento había visto San Juan era la visión de Cristo
Sacerdote (según otros Sacerdote y Rey) que incluye los versículos 12
a 18. El versículo 19 es el que estamos analizando, tras el cual viene el 20 que es una
explicación de dos de los elementos que había visto en los versículos 12-18.
La segunda parte es llamada “lo que es”, es
decir la Iglesia Católica
representada en siete épocas desde la Ascensión hasta la Parusía en las siete
Iglesias (cap. II-III). Bien se dice “lo que es” debido a que la Iglesia ya existía en ese
entonces, puesto que corría la Iglesia de Éfeso (o tal vez ya la de Esmirna).
Por último, la tercera parte, es
decir: “Lo que ha de suceder después de esto” es lo mismo que Cristo le
muestra a San Juan en el cap. IV, 1 cuando le dice: “sube acá y te mostraré lo que debe suceder después de esto”.
En el original griego se
ven claramente las mismas palabras:
IV, 1: ἀνάβα ὧδε, καὶ δείξω σοι ἃ δεῖ γενέσθαι μετὰ ταῦτα
I, 19: καὶ ἃ μέλλει γίνεσθαι μετὰ ταῦτα.
Ahora bien, si todo el libro va
dirigido a las Iglesias, como se ve en XXII, 16 y las Iglesias son épocas
históricas de la misma, entonces queda claro que los capítulos 4-22 se refieren
también a la Iglesia[2].
Lo que resta por analizar es si estos capítulos narran toda la historia de la
Iglesia, es decir de las siete, o sólo de algunas déllas, y en este caso de
cuáles, pero esto será objeto de próximos estudios; por ahora baste saber que
ya el capítulo I nos da una división tripartita del resto del libro.
Vale!
[1] Ergo, “lo que vas
a ver” del v. 11 no se limita solo a la visión de los v. 12-18 sino
a todo el resto del libro, como puede apreciarse por el capítulo XXII, 16
donde Jesús le dice a San Juan: “Yo Jesús envié a mi ángel
a daros testimonio de estas cosas sobre las Iglesias”. Es decir, todo
el libro está dirigido a las Iglesias.
[2] Esto
sea dicho para los que sostienen la teoría del rapto pre-tribulación.