viernes, 30 de agosto de 2019

La Neomenia Mesiánica en el Prólogo del cuarto Evangelio, por B. Pascual (VII de X)


Con todo, como de las cuatro escuelas ortodoxas de jurisprudencia mahometana, la Malechita, la Sciafeíta, la Hanafita y la Hanbalita, la primera, a la cual pertenece nuestro texto, es la que más contactos suele ofrecer con los ritos judaicos, quisimos extender nuestra investigación a los textos antiguos de las otras escuelas, para comprobar más y más la generalidad de la ley y de la costumbre. No habiendo podido de momento tenerlos a mano, escribimos al autorizadísimo arabista español don Miguel Asín, quien nos contestó con una carta que, como la de Sid Mohamet, mucho agradecemos, y cuya transcripción valdrá por todos los textos deseados.

"Sr. D. B. Pascual. - Palma de Mallorca. - Mi distinguido colega: Puede usted estar seguro de que la doctrina canónica sobre el principio del ramadán (fijado por observación experimental o deposición de testigos), que ha encontrado usted en el manual de derecho de Sidi Jalil (trad. Guidi), es suficiente para su propósito. - Esa doctrina, en efecto, no es de las discutibles en que discrepan las varias escuelas o ritos ortodoxos del islam (hanefíes, xafeíes, hanbalíes y malequíes), sino que es común a todas las escuelas y tan antigua en el islam como el islam mismo. Todos los libros de moral y dogmática la citan textualmente igual y la apoyan en hadices o tradiciones atribuidas a Mahoma y tenidas por auténticas para todas las escuelas. Algazel, por ejemplo, que es como Santo Tomás entre nosotros, da la misma doctrina, y era xafeí de escuela y no malequí como Sidi Jalil. Cfr. lhía (edición Cairo, I, 166-7). - No debe usted, pues, dudar en cuanto a la antigüedad de esa doctrina, ni necesita más datos que los de Sidi Jalil. - De usted affmo. s. s. q. e. s. m. - Miguel Asín. - Madrid, 24 de octubre 1926."

Baste pues lo dicho. El lector ahora, dando una mirada retrospectiva, advierta que la línea extrabíblica, que en cierto orden hemos señalado como paralela a los versículos 6, 7, 8, no es un perfil borroso o fugaz, sino un rasgo preciso, marcadísimo, que se prolonga solemnemente, dentro del judaísmo y después dentro del islamismo, a través de los siglos, desde antes de los días de Cristo Nuestro Señor hasta el momento actual. Que la exégesis bíblica lo tome en consideración está, por tanto, sobradamente legitimado.

Y viéndose en este pasaje la alusión propuesta, queda patente la consustancialidad de esos versículos del testimonio de la neomenia mesiánica con el anterior que la prepara y con el siguiente que la desarrolla, y por ende también demostrado cuan absurdas son las tentativas que hace la moderna crítica fragmentaria para disociarlos y negar aquí, a pretexto de ellos, la unidad inconsútil del prólogo de San Juan.

martes, 27 de agosto de 2019

Algunas Notas a Apocalipsis VIII, 8-9


   8. Y el segundo ángel trompeteó y como un monte grande, en fuego ardiendo, fué arrojado al mar y se volvió la tercera parte del mar sangre.

   Citas Bíblicas:

   Esta plaga coincide con la primera de Egipto:

   Ex. VII, 19-24: "Yahvé dijo también a Moisés: "Di a Aarón: Toma tu vara, y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus canales, sobre sus ríos, sobre sus lagunas y sobre todos sus depósitos de agua. Y se convertirán en sangre. Habrá sangre en toda la tierra de Egipto, lo mismo en las vasijas de madera que en las de piedra". Hicieron Moisés y Aarón como les había mandado Yahve: Levantó (Aarón) la vara y golpeó las aguas en presencia del Faraón y de sus servidores, y se convirtieron todas las aguas del río en sangre. Los peces que había en el río murieron, quedó apestado el río y los egipcios no podían beber las aguas del rio; y hubo sangre en todo el país de Egipto. Pero lo mismo hicieron los magos de Egipto con sus encantamientos; por lo cual se endureció el corazón del Faraón y no los escucho, como había dicho Yahvé. Luego volvióse el Faraón y se retiró a su palacio sin hacer caso de estas cosas. Y todos los egipcios cavaron en los alrededores del rio para hallar agua potable, porque no podían beber las aguas del rio".

   Mt. XVII,20: “Porque en verdad os digo: Que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diríais a esta montaña: “Pásate de aquí, allá”, y se pasaría, y no habría para vosotros cosa imposible”.

   Mt. XXI, 21: “Y Jesús les dijo: “En verdad, os digo, si tenéis fe, y no dudáis, no solamente haréis lo de la higuera, sino que si decís a esta montaña: “Quítate de ahí y échate al mar”, eso se hará”.

   Mc. XI, 23: “En verdad, os digo, quien dijere a este monte: “Quítate de ahí y échate al mar”, sin titubear interiormente, sino creyendo que lo que dice se hará, lo obtendrá”.


   Comentario:

   ¿El Salmo XLV hace referencia a las dos primeras trompetas?

   2-4: "Dios es para nosotros refugio y fortaleza; mucho ha probado ser nuestro auxiliador en las tribulaciones. Por eso no tememos si la tierra vacila y los montes son precipitados al mar. Bramen y espumen sus aguas, sacúdanse a su ímpetu los montes. Yahvé de los ejércitos está con nosotros; nuestro alcázar es el Dios de Jacob".

   Cfr. Apoc. XI, 6: "Estos tienen la autoridad de cerrar el cielo para que lluvia no llueva los días de su profecía y autoridad tienen sobre las aguas para convertirlas en sangre y para herir la tierra con toda plaga cuantas veces quisieren”.

sábado, 24 de agosto de 2019

La Neomenia Mesiánica en el Prólogo del cuarto Evangelio, por B. Pascual (VI de X)


Bien sabemos que el diamante se labra con el diamante y que la Escritura Santa mejor se interpreta en su doctrina con otros textos de la misma Santa Escritura; pero aquí vamos buscando los elementos materiales de un símil. Así nadie tome a profanidad el que, a la página divina del prólogo de San Juan, ante la cual hacemos genuflexión reverente todos los días en el santo altar, hayamos aproximado tanto esas páginas del Mischna judío y que vayamos a aproximar todavía por un momento una página de costumbres y de legislación mahometanas en que también vibra el testimonio de la neomenia. En tales documentos no buscamos teología, sino la simple reconstitución del medio histórico antiguo.

Como el rabinismo depende del viejo Testamento, así no pocas costumbres religiosas del Islam son tomadas de los judíos; y se da el caso de que, si ésos por las condiciones de sujeción política y social han tenido que ir suprimiendo y deformando antiquísimos ritos tradicionales para que cupiesen dentro los estrechos límites de un ghetto o de una sinagoga, los mahometanos, en cambio, con su tenacidad religiosa y su independencia y libertad política, han podido mantenerlos en su primitiva y amplia expansión sobre la vida pública, en las regiones de su dominio; por manera que esa ceremonia, originariamente judía, del testimonio de la luz, es hoy algo muy vivo y que puede comprobarse en las tierras del Islam.

Hemos prometido arriba proceder documentalmente y entramos ahora en un terreno que no es el nuestro; mejor será, pues, que traslademos aquí los mismos textos que nos hemos procurado de ilustrados árabes y de competentísimos arabistas. Y sea el primero de ellos la interesante carta que desde la vecina costa africana nos escribe estos días, como testigo de cosas propias, Sid Mohamed Medina, describiendo las costumbres actuales de aquellas tierras, muestra seguramente de las que vigen en otras regiones islamíticas.

martes, 20 de agosto de 2019

Algunas Notas a Apocalipsis VIII, 6-7


6. Y los siete ángeles, los que tienen las siete trompetas se prepararon para trompetear.

Comentario:

Straubinger: “Las siete trompetas son otras tantas plagas y recuerdan las de Egipto (Ex. VII ss). San Ireneo y Lactancio las interpretan en sentido literal”.


7. Y el primero trompeteó y hubo granizo y fuego mezclados con sangre y fue arrojado a la tierra y la tercera parte de la tierra fue incendiada y la tercera parte de los árboles fue incendiada y toda hierba verde fue incendiada.

Citas Bíblicas:

Esta plaga coincide con la séptima de Egipto:

Ex. IX, 22-26: "Dijo entonces Yahvé a Moisés: "Extiende tu mano hacia el cielo, y caiga granizo en todo el país de Egipto, sobre los hombres, sobre los animales y sobre todas las plantas que hay en la tierra de Egipto". Extendió, pues, Moisés su vara hacia el cielo, y Yahvé envió truenos y granizo; el relámpago discurría sobre la tierra, y Yahvé hizo llover granizo sobre el país de Egipto. El granizo, y el fuego mezclado con el granizo cayeron con fuerza tan extraordinaria, que nunca hubo semejante en toda la tierra de Egipto desde que comenzó a ser pueblo. El granizo hirió en todo el país de Egipto cuanto había en el campo, desde los hombres hasta las bestias. El granizo destrozó también todas las hierbas del campo, y quebró todos los árboles campestres. Solamente en la región de Gosen, donde habitaban los hijos de Israel, no hubo granizo".


Comentario:

Seguramente el granizo no ha de caer donde estén los 144.000 sellados, como pasó con los judíos que estaban en Gosen.

Esta trompeta se dirige contra la tierra, es decir, contra Babilonia.

Cfr. Apoc. XI, 6: "Estos tienen la autoridad de cerrar el cielo para que lluvia no llueva los días de su profecía y autoridad tienen sobre las aguas para convertirlas en sangre y para herir la tierra con toda plaga cuantas veces quisieren”.

viernes, 16 de agosto de 2019

San Benito José Labre (Reseña)




 Charles Grolleau, San Benito José Labre. Alfa Ediciones. Córdoba, 2019.  alfa.editorial@gmail.com


***


   De cualquier vida de Santo se puede decir sin sombra de duda que lleva consigo una condena del mundo con todos sus halagos, pero en muy pocos casos tal vez esa oposición se haya hecho tan patente como en San Benito José Labre (1748-1783).

   Sus padres abrigaban la esperanza de verlo sacerdote, pero sus delicias estaban, así lo creía él, en el claustro. Golpeó una y otra vez las puertas de la Trapa y la Cartuja, pero o la entrada le fue directamente negada, o al cabo de algún tiempo el Abad se veía en la obligación de despedirlo por falta de vocación. Casi podría decirse que la vida religiosa nunca había sido más apropiada para persona alguna, pero aun así, el pobre Benito no encontraba su vocación.

   Después de varios fracasos, por fin pudo encontrarla: “peregrino y mendigo”. Sublime vocación.

   La historia nos dice que, en su peregrinación a Roma, en donde viviría la mayor parte de su nueva vida, se detuvo en Dardilly y pasó allí una noche en casa del abuelo paterno de otro gran Santo: el Cura de Ars.

   Dejemos hablar por unos instantes al mejor biógrafo del Santo Cura, el P. Trochu[1]:

martes, 13 de agosto de 2019

Algunas Notas a Apocalipsis VIII, 4-5


4. Y subió el humo de los perfumes por las oraciones de los santos de mano del ángel ante Dios.

Notas Lingüísticas:

Ταῖς προσευχαῖς: según Zerwick, Graecitas, n. 55, dativus commodi: "El humo subió en favor de las oraciones".

Iglesias: “Como ayuda: para favorecer (Zw) las oraciones de los cristianos de la tierra (= los santos), purificándolas de imperfecciones, presentándolas en forma digna ante Dios. O quizás: en representación de las oraciones... Otros piensan en un matiz temporal de simultaneidad: a la vez que con las oraciones...”.


Comentario:

Alápide: “Las partes principales del templo antiguo fueron dos: el Santo y el Santo de los Santos, separados por un velo. En el santo estaba puesto este altar de los inciensos opuesto al Santo de los Santos, y tenía a su derecha el candelabro de oro de siete brazos, y a la izquierda la mesa de los panes de la proposición. En el Santo de los Santos estaba el arca con el propiciatorio y los Querubines que con sus alas juntas formaban para Dios como un trono para que en ellas se sentara”.

Muchos traducen “y subió el humo de los inciensos con las oraciones de los santos, etc”, pero Alápide muestra cómo el humo de los inciensos y las oraciones son, gramaticalmente, una misma cosa.

Allioli: “El incienso sube hasta Dios, es decir, la oración ha sido escuchada y el castigo va a comenzar pronto”.


5. Y recibió el ángel el incensario y lo llenó del fuego del altar y (lo) arrojó a la tierra. Y hubo truenos y voces y relámpagos y un terremoto.

Citas Bíblicas:

martes, 6 de agosto de 2019

Algunas Notas a Apocalipsis VIII, 3


3. Y otro ángel vino y se puso de pie ante el altar, teniendo un incensario de oro y se le dio muchos perfumes para que diese a las oraciones de todos los santos sobre el altar, el de oro, el que (está) delante del trono.

Notas Lingüísticas:

Zerwick: "προσευχαῖς: oraciones; dativo de relación (commodi); por las oraciones".


Comentario:

Estos Santos son los mártires del Anticristo. Ver el Excursus XIII.

Todo este pasaje está íntimamente relacionado con V, 8:

“Y cuando hubo recibido el libro, los cuatro Vivientes y los veinticuatro Ancianos se postraron ante el Cordero, teniendo cada cual una cítara y copas de oro llenas de perfumes, que son las oraciones de los santos”.

El altar del incienso (que está en el Santo), debe distinguirse del altar del holocausto de VI, 9 que está fuera del Santo.

Altar de los holocaustos (Ex. XXVII, 1 ss) = oraciones de los mártires del 5 Sello.

Altar de los inciensos (Ex. XXX, 1 ss) = oraciones de los mártires del Anticristo.

Arroja el fuego a la tierra (e.e. Babilonia) = 4 primeras trompetas.

Straubinger: “Los perfumes que el ángel recoge aquí son las oraciones de los santos que piden la venganza de su sangre en VI, 9 s. Sin ellos sería difícil explicarse cómo las oraciones de los santos de la tierra pueden producir tales calamidades sobre ella”.

sábado, 3 de agosto de 2019

La Neomenia Mesiánica en el Prólogo del cuarto Evangelio, por B. Pascual (V de X)


ἀπεσταλμένος: (enviado, v. 6a). Esta palabra griega del evangelio corresponde precisamente en el léxico a aquella con que el R. H. (1, 3a, etc.) designa a los mensajeros de la neomenia. Esa misma raíz traduce San Juan con la misma palabra griega en el capítulo IX, v. 7: Σιλωάμ, (ὃ ἑρμηνεύεται ἀπεσταλμένος), (Siloé, que se traduce “El Enviado”).

Óvoµa αὐτῷ Ἰωάννης: (se llamaba Juan, v. 6b). La expresión filológicamente tiene su relieve y solemnidad. También había cierta solemnidad para la admisión como testigo de la neomenia. El testigo no podía ser un desconocido. Expresamente advierte el R. H., en un pasaje arriba transcrito, que, a causa de las falacias de los minim, tan sólo era admitido como testigo aquel cuya personalidad fuera reconocida. Véase también lo que exigen el Muhtasar y la práctica hoy día vigente en el Islam en los textos que adelante insertaremos, donde se insiste sobre el carácter de adules, idóneos, para testificar.

ἦλθεν εἰς μαρτυρίαν (vino como testigo, v. 7ª). El verbo tiene aquí un sentido completamente literal y material, que recuerda las jornadas que hacían aquellos buenos israelitas, tan sólo para testificar acerca de la luz; así los que iban a Jerusalén a declarar ante el Sanedrín haber visto la luna nueva, como los que desde Jerusalem eran enviados a las villas para declarar la ya oficial noticia de la neomenia. El Bautista parece resumir en sí esta doble testificación en el orden mesiánico, dando la primera noticia directamente al pueblo y prescindiendo del Sanedrín, porque éste ya en ocasión de los Magos había quedado desautorizado por su indiferencia práctica y su descuido en buscar al Mesías. El Sanedrín reclamará de seguida (Jn. I, 19-29).

ἵνα μαρτυρήσῃ περὶ τοῦ φωτός (para dar testimonio acerca de la luz, v. 7b). Es la frase central de esos tres versículos y, casi podríamos decir, técnica al menos para expresar el acto de ir a dar la primera noticia de la aparición de la luz nueva (frase correspondiente a lo que se lee en RH. I, 9c; 4, 4, etc.).