miércoles, 28 de abril de 2021

Significación del Fenómeno del Pentecostés Apostólico, por Ramos García (I de VII)

 Significación del Fenómeno del Pentecostés Apostólico,

por Ramos García 

Nota del Blog: El siguiente artículo del P. Ramos García está tomado de la Revista Estudios Bíblicos, vol. III (1944), pag. 469-493. 

 

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INTRODUCCIÓN

Novedad única del místico fenómeno 

Hay un fenómeno singular, con que se abre el libro de los Hechos Apostólicos, y es la venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles y cuantos con ellos se hallaban reunidos en el Cenáculo el día de Pentecostés. 

Conocéis el fenómeno: un gran ruido venido de lo alto, como de viento impetuoso, señal de la presencia del Espíritu Santo; la aparición de lenguas como de fuego sobre cada uno de los presentes, que quedaron henchidos del Espíritu divino; la manifestación de este mismo Espíritu en los Apóstoles, que de rudos quedan hechos sabios, etc., y comienzan a hablar en varias lenguas. La sustancia del fenómeno de Pentecostés está, pues, en una comunicación del Espíritu a los presentes, según que de maneras varias se manifiesta su presencia. Mas con ser tan misteriosa esa comunicación, no es eso lo que constituye la especial dificultad del fenómeno, sino la novedad nunca vista con que se le presenta. Trátase de una cosa enteramente nueva, término de una expectación secular, objeto perenne de muchas profecías. 

Esta novedad solemne es la que tan altamente proclaman las palabras de San Pedro: 

“Esto es lo que fue dicho por el profeta Joel: “Sucederá en los últimos días, dice Dios, que derramaré de mi espíritu sobre toda carne; profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas, vuestros jóvenes tendrán visiones y vuestros ancianos verán sueños. Hasta sobre mis esclavos y sobre mis esclavas derramaré de mi espíritu en aquellos días, y profetizarán, etc.” (Hech. II, 16-18; cf. Jl. II, 28 s.) 

Y no sólo Joel, sino también Ageo (II, 6) y Ezequiel (XI, 19; XVIII, 31; XXXVI, 26-27) y antes que todos Isaías (XLIV, 3; LXIII, 11) anuncian el prodigioso evento, ni son éstas las únicas autoridades que aluden a este singular fenómeno, como propio y peculiar de los tiempos messianos. 

Según se ve, el fenómeno se presenta como algo nuevo, singular, objeto de secular expectación, realización cumplida de antiguos vaticinios, algo sin duda muy importante y trascendente. Veamos, pues, en qué consiste la novedad, singularidad, importancia y trascendencia del fenómeno del Cenáculo, por todos admitida, aunque no explicada suficientemente. 

 

I.- ¿DÓNDE ESTÁ LA NOVEDAD DEL FENÓMENO? 

domingo, 25 de abril de 2021

Los Componentes del Catolicismo Liberal, por J.C. Fenton, (II de V)

 Como movimiento nítido que afecta la vida Católica durante el pasado siglo y medio, el Catolicismo liberal ha sido y es, en primer lugar, una actitud y luego una doctrina aceptada por algunos miembros de la verdadera Iglesia de Jesucristo. Históricamente depende del mismo liberalismo, la doctrina que establece los principios sobre los derechos del hombre que fueron seguidos y promulgados por los líderes de la Revolución Francesa. Solamente se puede entender con relación a estos principios fundamentales. 

Según la teoría liberal original y no-Católica, los derechos del hombre debían ser considerados como soberanos y primordiales de tal forma que ninguna obligación se le podía imponer al hombre por parte de ningún organismo o fuente excepto o por encima del hombre mismo. Así, el hombre, considerado como libre de toda obligación real y objetiva para con Dios y para con Nuestro Señor, era descrito como gozando de una completa libertad para aceptar y practicar cualquier religión que quisiera, o ninguna en absoluto. De la misma manera, era representado como completamente libre para decir, escribir, imprimir y publicar lo que quisiera, sin ninguna referencia a una moral que tuviera en consideración a Dios. 

A los ojos de los primeros defensores de los principios de la Revolución Francesa, el estado o la sociedad civil no tiene absolutamente ninguna obligación para con la verdadera Iglesia de Jesucristo. El estado, incluso cuando estaba compuesto de Católicos, debía ignorar la soberanía de Dios y, por supuesto, rechazar reconocer el Reinado de Cristo. Según los primeros y absolutos liberales, la Iglesia era bastante bien tratada si el estado quisiera agruparla junto con todas las otras religiones y tratarla simplemente como una de las tantas sociedades voluntarias lícitas dentro del cuerpo político. Los hombres que pensaban así, designaron esta parte de su teoría como la doctrina de la separación de la Iglesia y el estado. Sin embargo, de hecho, al reclamar la competencia para tratar con la verdadera Iglesia como con cualquier otra sociedad, reclamaron un dominio definitivo sobre los asuntos de la misma Iglesia. En última instancia, las meras sociedades voluntarias que existen dentro del estado están sometidas a la jurisdicción del estado. 

jueves, 22 de abril de 2021

Estudio sobre las similitudes entre el Santo Patriarca José, hijo de Jacob, y Nuestro Señor Jesucristo, por el Padre Louis Hilaire Caron (II de II)

 Tercera Parte 

Gobierno de José - Gobierno de Jesucristo 

 

Cap. I 

Fecundidad de Egipto durante los primeros años del gobierno de José. – La carestía sucede a los años de abundancia. – El trigo no se encuentra más que en Egipto, donde gobierna José. – El Faraón envía a todos los que le piden pan a José. – Todos los pueblos van a Egipto para pedir trigo a José. 

Fecundidad de la Iglesia durante los primeros siglos del gobierno de Jesucristo. – La carestía sucede a los años de abundancia. – La salvación no se encuentra más que en la Iglesia, donde gobierna Jesucristo. – El Padre celestial envía a todos los que le piden pan a Jesucristo. – Todos los pueblos acuden a la Iglesia para pedir el trigo de los elegidos a Jesucristo. 


Cap. II 

Separados de José, los hijos de Jacob sufren una cruel hambruna. – José no les da ninguna señal de recuerdo. – Jacob los envía a buscar trigo a Egipto. – Ven a José, pero sin reconocerlo. – José los acusa de ser espías. – Los trata con severidad para disponerlos al arrepentimiento y reconciliación. – Recuerdan con dolor el crimen que cometieron contra José, y reconocen que son justamente castigados. – José es movido a compasión; sin embargo, no los tratará con bondad más que cuando Benjamín, su hermano menor, haya arribado a Egipto. 

Separados de Jesucristo, los hijos de Jacob sufren una cruel hambruna. – Jesucristo no les da ninguna señal de recuerdo. – Los Patriarcas los envían a buscar el pan de vida a la Iglesia. – Los judíos ven a Jesucristo, pero sin reconocerlo. – Jesucristo los acusa de ser espías. – Los trata con severidad para disponerlos al arrepentimiento y reconciliación. – Recuerdan con dolor el crimen que cometieron contra Jesucristo, y reconocen que son justamente castigados. – Jesucristo es movido a compasión; sin embargo, no los tratará con bondad más que cuando sus hermanos menores hayan arribado a la Iglesia. 

 

Cap. III 

Benjamín, el último hijo de Jacob, parte a Egipto con sus hermanos. – Jacob ruega para que sus hijos encuentren gracia ante José. – A su regreso a Egipto, dan prueba de sinceridad, obediencia y justicia. – José ordena a su mayordomo que los haga entrar en su casa, que inmole víctimas y que prepare un festín. – El mayordomo les anuncia la paz, les da agua para que se purifiquen y los introduce en la casa de José. – Son admitidos con los gentiles al banquete de José. – Colocado entre los dos pueblos enemigos, José los une y reconcilia en su persona. – Todo lo que se les sirve a los convidados es tomado de la mesa de José; beben en su copa y tienen una excelente comida. 

Los últimos hijos de Jacob vuelven a la Iglesia. – Los Patriarcas ruegan para que su descendencia infiel encuentre gracia ante Jesucristo. – A su regreso a la Iglesia, los judíos dan prueba de sinceridad, obediencia y justicia. – Jesucristo ordena a sus ministros que los haga entrar en la Iglesia, que inmole el Cordero sin mancha y que prepare el banquete celestial. – Los pastores les anuncian la paz, los purifican en las sagradas aguas del bautismo y los introducen en la casa de Jesucristo. – Los judíos son admitidos con los gentiles al banquete de Jesucristo. – Colocado entre los dos pueblos enemigos, Jesucristo los une y reconcilia en su persona. – Todo lo que se les sirve a los convidados es tomado del altar de Jesucristo; beben en su copa y tienen una excelente comida. 

 

Cap. IV 

lunes, 19 de abril de 2021

Los Componentes del Catolicismo Liberal, por J.C. Fenton, (I de V)

 Los Componentes del Catolicismo Liberal, por J.C. Fenton 

Nota del Blog: A título de curiosidad personal, no podemos dejar de señalar que este trabajo de Mons. Fenton fue el primero que leímos, allá lejos y hace tiempo. 

Cualquiera puede ver que los errores condenados por los Papas, y que describe aquí el docto Teólogo estadounidense, están a la orden del día desde el Vaticano II. 

El texto está traducido del American Ecclesiastical Review, CXXXIX (1958), pag. 36-53. 

 

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La aparición del libro El Surgimiento del Catolicismo Liberal en los Estados Unidos, de Robert Cross[1], junto con las cautelosas críticas favorables que recibió en algunos periódicos Católicos, debe decirse que produjo al menos un efecto favorable en el mundo del estudio Católico. A pesar de la atrozmente pobre calidad de erudición manifestada en el libro, al menos mostró la existencia, hoy en día, de un movimiento dentro de la Iglesia que los observadores de afuera se sienten libres de designar como Catolicismo liberal. Indirectamente, el Dr. Cross al menos abrió el camino para un estudio sobre la naturaleza de este movimiento. 

Su contribución para alcanzar este fin solamente puede ser llamada indirecta, porque su explicación, aunque deliciosamente simple, es completamente errónea. Las primeras dos frases del primer capítulo de El Surgimiento del Catolicismo Liberal en los Estados Unidos contienen su descripción fundamental de la divergencia entre los defensores del Catolicismo liberal y sus oponentes dentro de la Iglesia. 

“La Cristiandad occidental, debido a su ambición para volverse una iglesia verdaderamente católica, tenía que desarrollar estrategias con las cuales tratar con las instituciones y creencias – es decir, la “cultura”- de aquellos fuera de la Iglesia. Mientras todos los portavoces de la Iglesia Católica Romana han estado firmemente convencidos que la Iglesia está protegida por Cristo de un definitivo fracaso de su deber, algunos se acercaron a la cultura con gran precaución; otros, se aventuraron a salir con una sublime confianza”[2]. 

Para el Dr. Cross, los miembros de la Iglesia Católica que confiaban en ponerse en camino en su misión por adquirir la ambición del Cristianismo occidental eran y son los Católicos liberales. Aquellos que se mostraron precavidos en su acercamiento a las instituciones y creencias de aquellos fuera de la Iglesia son los “conservadores”. 

viernes, 16 de abril de 2021

Estudio sobre las similitudes entre el Santo Patriarca José, hijo de Jacob, y Nuestro Señor Jesucristo, por el Padre Louis Hilaire Caron (I de II)

 Estudio sobre las similitudes

entre el Santo Patriarca José, hijo de Jacob,

y Nuestro Señor Jesucristo, por el Padre Louis Hilaire Caron

 Nota del Blog: Presentamos el índice de esta interesantísima obrita escrita por un sacerdote francés a comienzos del siglo XIX, en la cual va siguiendo paso a paso la historia de José y la de Nuestro Señor mostrando una perfecta armonía hasta en los más mínimos detalles. Hermoso libro cuyo original puede leerse AQUI y del cual el Rabino converso P. Drach dijo que sirvió para convertir a varios judíos. 

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Primera Parte 

Humillaciones de José - Humillaciones de Jesucristo 

 

Cap. I 

José es esperado por mucho tiempo. – Su nacimiento milagroso. – Su nacimiento es motivo de gran alegría tanto para su familia como para los gentiles. – Al nacimiento de José, Israel pasa a ser libre. – José habita con los pecadores. – Sus bellas cualidades. – Se le promete una innumerable descendencia. – Se le colma de bendiciones. – Es llamado Nazareno, Justo, Pastor, Príncipe, Piedra fundamental de la casa de Israel, Salvador del mundo. 

Jesucristo es esperado por mucho tiempo. – Su nacimiento milagroso. – Su nacimiento es motivo de gran alegría tanto para su familia como para los gentiles. – Al nacimiento de Jesucristo, Israel pasa a ser libre. – Jesucristo habita con los pecadores. – Sus divinas perfecciones. – Se le promete una innumerable descendencia. – Se le colma de bendiciones. – Es llamado Nazareno, Justo, Pastor, Príncipe, Piedra fundamental de la casa de Israel, Salvador del mundo. 

 

Capítulo II

José es odiado por sus hermanos, 1) porque es tiernamente amado por su padre; 2) porque no imita sus desórdenes; 3) porque se opone a sus crímenes; 4) porque les predice su gloria futura. – Sus hermanos declaran que no quieren someterse a su potestad. – Es enviado por su padre para que visite a sus hermanos. – Acepta su misión con perfecta obediencia. – Lleno de caridad, José se fatiga buscando a sus hermanos que ya no formaban parte de la herencia de Jacob. – Sus hermanos conspiran contra su vida. – A la burla y a la crueldad, agregan el insulto. – La túnica preciosa con la que fue revestido es ensangrentada. – José es arrojado en una cisterna. – El Verbo divino desciende allí con él. 

Jesucristo es odiado por sus hermanos, 1) porque es tiernamente amado por su padre; 2) porque no imita sus desórdenes; 3) porque se opone a sus crímenes; 4) porque les predice su gloria futura. – Sus hermanos declaran que no quieren someterse a su potestad. – Es enviado por su Padre para que visite a sus hermanos. – Acepta su misión con perfecta obediencia. – Lleno de caridad, Jesucristo se fatiga buscando a sus hermanos que ya no formaban parte de la herencia de Jacob. – Sus hermanos conspiran contra su vida. – A la burla y a la crueldad, agregan el insulto. – La túnica preciosa con la que fue revestido es ensangrentada. – Jesucristo es puesto en el sepulcro. – El Verbo divino desciende allí con él. 

 

Cap. III

martes, 13 de abril de 2021

El Tetragrama o Nombre de Dios, por P. Drach, Rabino converso (VII de VII)

 § II 

I. El texto sagrado llama a Dios a menudo simplemente el nombre, para expresar en una sola palabra todo lo que encierra el tetragrama, Dios en su Trinidad y Unidad, en su Divinidad y humanidad a la cual asoció. Es así que leemos en Lev. XXIV, 11: 

“Y blasfemó el hijo de la israelita el nombre[1]”. 

Y en Deut. XXVIII, 58: 

“Temiendo el nombre glorioso y terrible”. 

En Ex. XXIII, 20 se dice: 

“He aquí que Yo envío un Ángel delante de ti… escucha su voz; no le desobedezcas, pues en él está mi Nombre”. 

El ángel que el Señor anuncia aquí es, tal como lo diremos en la sección II, Nuestro Señor Jesucristo, en quien se encuentra todo lo que significa el nombre tetragrama de Dios. Si se tratara del nombre en sí mismo, ¿se podría decir de una palabra hebrea, de un simple sonido de voz, que está en la persona de alguien? 

 

II. En los libros de los rabinos se encuentra a menudo el nombre para significar Dios. 

1. Aben-Ezra, Comentario a Ex. XXXIII: 

“Moisés pidió ver el nombre, y el nombre le respondió: un hombre en esta vida no puede verme”. 

El rabino había dicho algunas líneas más arriba: 

sábado, 10 de abril de 2021

El Tetragrama o Nombre de Dios, por P. Drach, Rabino converso (VI de VII)

    XIII. El siguiente pasaje está tomado del Zohar sobre el Éxodo fol. 10, col. 40. 

“Ven y considera que hay colores (o esplendores) que son invisibles y otros que no lo son. Y unos y otros son un misterio sublime de la fe. Con respecto a los que son visibles, ningún hombre llegó a conocerlos antes de nuestros padres (Abraham, Isaac y Jacob); tal es el sentido de estas palabras del Señor (Ex. VI, 3): “Me he aparecido a Abraham, etc.”. ¿Y cuáles son estos colores invisibles? Son los del Dios todopoderoso, los de la visión celestial. Pero los colores que están por encima están escondidos a la vista (inteligencia). Nadie, excepto Moisés, llegó a conocerlos. En efecto, leemos que Moisés fue favorecido con el espejo de la luz. Por eso dijo el Señor (ubi supra): 

“Con mi nombre de Yahvé no me di a conocer a ellos”. 

Es decir, no me revelé a ellos por medio de mis colores de arriba. Ven y considera que estas luces son cuatro; tres permanecen invisibles y la cuarta se manifestó al mundo”. 

Es indudable que por esta cuarta luz que se manifestó al mundo, el Zohar designa al Verbo encarnado, figurado por la cuarta letra del nombre Jehová. El Señor reveló estos misterios a los primeros Patriarcas del pueblo hebreo para darles un medio de salvación por la fe en el Mesías futuro; pero, para el misterio de las tres Personas divinas, ningún hombre fue iniciado en la antigua ley tan íntimamente como Moisés, a quien Jehová se comunicaba cara a cara (Deut. XXXIV, 10), y a quien llamaba “el más fiel en toda mi casa” (Num. XII, 7). 

 

XIV. Rabbi Siméon-ben-Yohhaï, en versículos sueltos, fol. 109 recto, edición de Tesalónica. 

“Rabbi Rehhimaï abrió la conferencia de esta manera: “Está escrito, Is. XI, 2: 

“Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; Espíritu de sabiduría e inteligencia, Espíritu de consejo y de fortaleza, Espíritu de conocimiento y temor de Jehová”. 

He aquí cuatro espíritus; y nadie los reúne en sí, excepto el único[1] Rey Mesías”. 

miércoles, 7 de abril de 2021

El Tetragrama o Nombre de Dios, por P. Drach, Rabino converso (V de VII)

 X. Los mismos, fol. 28 verso. 

Cuando la vav se una a la segunda , se verá el cumplimiento de lo que está escrito: 

“Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se adherirá a su mujer, y vendrán a ser una sola carne” (Gen. II, 24). 

Es entonces cuando Jehová será uno[1] y que su nombre será uno. Y el Mesías será coronado sobre la tierra y su fama se esparcirá por todo el mundo”. 

Según lo que se dijo más arriba, el sentido es: la vav, que es masculino, y que designa al Espíritu Santo, dejará a su Padre, la yod, que es la primera hipóstasis y a su madre, la primera , que es el Verbo eterno, es decir, descenderá a la tierra[2], y se unirá a su mujer, la segunda , que es la humanidad de Nuestro Señor Jesucristo, y serán una sola substancia. 

Esta antigua tradición establecía que el Mesías debía ser la persona en la cual se unirían hipostáticamente la divinidad y la humanidad. Si los textos no son completamente claros y no ofrecen la precisión que nuestros teólogos católicos observan en sus definiciones, no tenemos que perder de vista que esta tradición se remonta a una época anterior a aquella en que el misterio de la Encarnación cesó de ser un secreto para el pueblo, como se expresan R. Juda-le-Naci y R. Mosché Haddarschan[3]. 

San Agustín explica estas palabras del Génesis más o menos como nuestro libro zohárico, pero de forma más exacta: 

“Lo mismo, dice, de las dos substancias de Cristo, Dios y hombre: y serán, dice, dos en una sola carne, es decir, Dios y hombre, un Cristo”. Sermo CCXXXIV, De Fide catholica II, alias, De tempore, VII, t. XVI, p. 1281. 

 

XI. El mismo libro, Thikkun 56e, fol. 92 verso, da la siguiente explicación de este versículo del Sal. II: 

“Él me ha dicho: “Tú eres mi Hijo”. 

domingo, 4 de abril de 2021

El Tetragrama o Nombre de Dios, por P. Drach, Rabino converso (IV de VII)

    III. El Zohar nos enseña lo que debemos entender por el pastor fiel. Antes que nada, muestra que la escala de Jacob (Gen. XXVIII, 42 ss), la cual se prolongaba desde el cielo hasta el suelo de la tierra, tiene al mismo tiempo la naturaleza celestial y la naturaleza terrestre, que esta escala, decimos, está compuesta de las letras del nombre tetragramático Jehová[1]; que este misterio está encerrado en Is. XIX, 1: 

“He aquí que Jehová ha montado sobre nube ligera”. 

Pues, dice, עָ֥ב קַל֙ (nube ligera) tiene el valor numérico de 202[2] igual al del gran nombre inefable en 72 letras y que סֻלָּם֙ (escala)[3]; luego agrega: 

“La palabra bar, בר (hijo), encierra también el número 202. Eres tú, oh Hijo, oh Pastor fiel, quien eres el objeto de las palabras del salmista, II, 12: 

“Adorad al Hijo”. 

Y tú eres el Doctor de Israel: Doctor sobre la tierra, Hijo en el cielo[4], Hijo de Dios santo, bendito sea, y gloria divina de la gracia; el Mesías, hijo de José, en razón de que se ha dicho: 

“Jehová ha perdonado tu pecado; no morirás” (II Rey. XII, 13). 

Y por los méritos de aquel por quien David obtuvo la remisión de su pecado”[5]. 

En el Evangelio, el Salvador dice a los hombres: 

“Yo soy el buen Pastor” (Jn. X, 14). 

jueves, 1 de abril de 2021

El Tetragrama o Nombre de Dios, por P. Drach, Rabino converso (III de VII)

 § 1 

Esta explicación del nombre tetragramático está confirmada por un gran número de testimonios que se encuentran en los libros más respetados de la sinagoga. Como sería muy largo citarlos a todos, y como por otra parte los autores se repiten a menudo unos a otros, se nos permitirá hacer una selección. 

I. Midrash-Rut del Zohar del Génesis, fol. 15, col. 61: 

“El Santísimo, bendito sea, creó en el hombre el nombre Yehova, que es su propio nombre santo”. 

La Yod (י), es el alma del alma; esta letra es llamada Adán. Su luz se extiende en tres luces que tienen una yod. Sin embargo, es una luz única, sin división alguna. 

La (ה) es llamada alma divina[1]. Está unida a la yod, y se extiende en varios rayos; y sin embargo es una; es decir, , yod, sin división. Tal es el sentido del versículo: 

“Y creó Dios al hombre a imagen suya; a imagen de Dios lo creó; varón y mujer los creó” (Gen. I, 27)[2]. 

La vav (ו) es llamada Espíritu. Es calificado como, Hijo de yod, hè[3]. 

La (segunda) (ה) se llama alma humana[4]. Se llama también hija. 

Así, tenemos padre, madre, hijo, hija[5]; y es un gran misterio. 

Yod, , vav, , se llama Adán. Ese es también el valor numérico de cada una de ellas[6]. Jehová, varón y mujer los creó y les impuso sus nombres[7]. Y después de esto formó el cuerpo, pues escrito está: