Los siete Sellos son como el índice del libro e indican aquellas cosas que luego van a ser dichas de manera más claras.
Caballo blanco: cristianismo, la Iglesia militante es el triunfador pacífico.
Caballo rojo: guerra.
Caballo negro: hambre.
Caballo pálido: muerte.
Sin embargo, afirma nuestro
Autor, puesto que el primero es de orden espiritual y todos son del mismo
orden, los otros tres son también de orden espiritual.
Los mártires del quinto Sello que claman venganza incluye a los confesores y parecerían ser del tiempo del Anticristo, el cual reinará en Roma (Babilonia), de la cual será expulsado, para luego reinar por poco tiempo en Jerusalén.
El sexto Sello (VI, 12-17) corresponde a los sucesos que tendrán lugar antes del Juicio Universal. Se trata de un juicio de vivos, pues la sociedad permanece y está organizada (reyes, etc.).
Tras el sexto Sello tiene lugar, como quedó dicho, un interludio.
Los 144000 sellados indican la conversión, no de todos sino de muchos judíos.
La “gran tribulación” corresponde a un tiempo breve, hacia el fin y es grande debido a la intensidad; es un evento escatológico y no meramente histórico, como quieren los antimilenistas.
El silencio de media hora en el cielo tras la apertura del séptimo Sello se debe al estupor cuando se abre el libro y leen su contenido.
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Las siete Trompetas no están contenidas en el último Sello, sino separadas de él y tratan casi sobre lo mismo, pues lo que en los Sellos se propone in fieri, en las Trompetas está in actu.
Las oraciones de los santos que el ángel coloca en el turíbulo piden venganza, al igual que en VI, 10.
Interpreta históricamente las Trompetas de la siguiente manera:
Primera Trompeta: Persecuciones.
Segunda Trompeta: Mahometismo.
Tercera Trompeta: Cisma Oriental.
Cuarta Trompeta: Cisma Occidental.
Quinta Trompeta: Protestantismo.
Sexta Trompeta: Revolución Francesa.
Séptima Trompeta: Últimos tiempos.
Sin embargo, esta interpretación histórica no agota el sentido, y así las Trompetas indican la actividad de los jinetes representada bajo los Sellos. Las dos primeras Trompetas corresponden al caballo rojo, la tercera y cuarta al negro[1], y la quinta y sexta al verde.
En las dos primera Trompetas hay un conflicto entre el caballo blanco y el rojo y en las dos siguientes el conflicto se da entre el caballo blanco y el negro y corresponden a una corrupción doctrinal llevada a cabo por un gran heresiarca que generará un gran cisma, si bien parcial.
Después de la cuarta Trompeta aparece Elías y las tres últimas Trompetas ya corresponden al reinado del Anticristo, el cual gobernará desde Roma (llamada Babilonia en el Apocalipsis), pero desde una Roma apóstata.
La quinta y sexta Trompetas son infernales: ambas atacan a los secuaces del Anticristo, pero las langostas son un ejército de demonios, mientras los de la sexta Trompeta son ejércitos de hombres.
La séptima Trompeta corresponde al tercer ay (“a pesar de lo que diga Allo”), tiene lugar en el cielo y trata sobre la segunda Venida.