Capítulo II
El Capítulo II da comienzo a la segunda parte del
libro en la cual se dirige una carta a cada una de las siete Iglesias.
La estructura es septiforme:
1)
Destinatario.
2) Título de Cristo.
3) Alabanzas.
4) Reprehensiones.
5)
Exhortaciones.
6) Conclusión.
7) Promesa.
Las Iglesias tienen un significado profético. No
vamos a detenernos en probar esta aserción sino que la daremos por supuesta.
1. Al Ángel de la Iglesia en Éfeso
escribe: “Estas cosas dice el que tiene las siete estrellas en su diestra, el
que anda en medio de los siete candelabros, los dorados”.
La Iglesia
Apostólica: desde la Ascensión hasta la muerte de San Juan.
El título de Cristo está tomado de:
I, 13: “Y en medio de los
candelabros, uno semejante a Hijo de hombre…”.
I, 16: “Y tenía en su
diestra siete estrellas”.
La idea detrás del título es que Jesucristo está
en poder de las Iglesias y de quienes están a cargo déllas, es decir, de la Iglesia
Universal (Candelabros) y del Sacerdocio (Estrellas).
Notas Lingüísticas:
Allo:
"κρατῶν (tiene): más fuerte que ἔχων”.
Comentario:
Éfeso significa “ímpetu”
o “principio de salir y tender a un fin” y corresponde a la Iglesia
Apostólica según Castellani, Billot, Holzhauser etc.
Caballero Sánchez: “Efesis,
tiene varios sentidos. Indica, al igual que “afesis”, la acción de
“lanzar, despachar, o permitir la partida…”, v. g. de una expedición. Puede
también significar la acción de apelar de una sentencia a otro tribunal, así
como el deseo insatisfecho del que tiende hacia algún bien…”.
Eyzaguirre: “La
primera edad de la Iglesia es la edad seminativa, la edad de los
Apóstoles. Bajo la imagen de la Iglesia de Éfeso, cuyo nombre significa deseo,
está simbolizada la propagación del Evangelio…”.
Fillion: "Qui
ambulat…": Cfr. I, 13a.20. La idea
expresada es la de un amo que va y viene sobre su propia posesión".
2. Sé las obras de tí y el trabajo y la perseverancia
de tí, y que no puedes soportar a los malos y que has probado a los que se
dicen apóstoles y no lo son, y los has hallado mentirosos. 3. Y tienes perseverancia y
padeciste por mi Nombre y no has desfallecido.
Coincide con lo que San Juan dice de sí en I, 9:
"Yo Juan, el
hermano vuestro y copartícipe en la tribulación y reino y perseverancia en
Jesús".
De la perseverancia
luego se habla en II,
19 (Tiatira, la Iglesia más extensa cronológicamente hablando), III, 10 (Filadelfia mártires
del quinto Sello) y XIII, 10 y XIV, 12 (mártires del Anticristo). Así se entiende que San Juan se llame
"copartícipe en la tribulación y la paciencia" ya que se está
refiriendo a los destinatarios inmediatos del Apocalipsis: los mártires del
quinto sello y los del Anticristo.
I) Sé las obras de ti y el trabajo y la perseverancia
de ti
Notas Lingüísticas:
Charles: "τὸν κόπον καὶ τὴν ὑπομονήν σου (el trabajo y la perseverancia
de tí): el pronombre único une
los dos sustantivos precedentes”.
Comentario:
Charles: "τὸν κόπον καὶ τὴν ὑπομονήν σου (el trabajo y la perseverancia de tí): estas dos son las obras de
la Iglesia de Éfeso: sus severos esfuerzos para resistir y vencer los falsos
doctores (2bcd) y su firme
perseverancia en relación al nombre de Cristo (3ab). Podríamos comparar con I Tes. I, 3:
“Nos acordamos ante Dios y Padre nuestro de la obra (ἔργου) de vuestra fe, y del trabajo (κόπου) de vuestra caridad y de la perseverancia (ὑπομονῆς) de vuestra esperanza en Nuestro Señor Jesucristo…”.
Pero aquí κόπον (trabajo) e ὑπομονήν (perseverancia) están coordinadas con ἔργα (obras) y no subordinadas a ellas".
Allo: “Οἶδα (sé), en
lugar de γινώσκω (conocer) que
jamás se dice de Cristo en el Apocalipsis, expresa mejor el carácter
absoluto de su ciencia (Swete) (…) κόπον (trabajo) y ὑπομονήν (perseverancia) son las dos especies de ἔργα (obras), las virtudes de actividad y paciencia
(Bousset)”.
Bartina: "Una cosa es "conocer" (γινώσκω), lo cual implica búsquedas e incertidumbres las más de
las veces y otra puramente "saber". Cristo sabe (Οἶδα)
el estado de todos los suyos (Jn. VII, 28-29; VIII, 55; XVI, 30; XXIV, 17.21). Saber
no implica en sí ni alabanza ni acusación. Depende del objeto. Este mismo verbo
se repetirá constantemente en los restantes mensajes".
II) y que no
puedes soportar a los malos y que has probado
a los
que se dicen apóstoles y no lo son,
y los
has hallado mentirosos
Comentario:
Sobre los falsos Apóstoles:
II Cor. XI, 13: “Porque
los tales son falsos apóstoles, obreros engañosos que se disfrazan de apóstoles
de Cristo. Y no es de extrañar pues el mismo Satanás se disfraza de ángel
de luz”.
Straubinger: "Los que se
dicen Apóstoles y no lo son: San
Pablo ya en su tiempo los caracteriza como disfrazados
de apóstoles de Cristo (II Cor. XII, 11) y los llama irónicamente superapóstoles (II Cor. XI, 5.13) porque
quieren ir más adelante que Él (II
Jn. 9; cfr. Col. II, 8.16 y notas). San Juan enseña a defenderse de ellos en I
Jn. IV, 1 ss."
Charles: "οὐ δύνῃ βαστάσαι (no puedes
soportar): La intolerancia que aquí se elogia es la de los malvados que
decían ser apóstoles (…) Desde temprano se sintió la necesidad de probar las
reivindicaciones de los maestros ambulantes que se decían profetas y apóstoles:
cf. I Tes. V,
20 ss; I Jn. IV, 1. No se los debía reconocer a menos
que llevaran consigo las "cartas de recomendación" (II
Cor. III, 1).
Caballero Sánchez: “Has
probado a los que se dicen apóstoles y no lo son, y los has hallado
mentirosos”.- En los primitivos tiempos de la plantación del “reino”, las
dos tendencias extremistas judaicas: farisea y saducea, que se habían unido
para eliminar al Hijo de Dios, dieron lugar a dos herejías opuestas en sí, pero
que se unían para rechazar el Evangelio de Pablo: la de los judaizantes, que
subordinaban la Fe a la Ley y querían, en nombre de los “apóstoles” y
particularmente de Santiago, obligar a los creyentes al modo de vivir judaico
de observancias rituales, so pena de no salvarse; y la de los nicolaítas que
ensalzaron la Fe hasta el punto de creerla por sí sola suficiente sin las obras
de la Ley, y propagaron un modo de vivir gentílico, anomos, sin freno
moral.
Estas dos tendencias, heredadas de los fariseos y
saduceos judíos, no han dejado de subsistir a través de los siglos en la
cristiandad, marcándola, al Oriente ortodoxo, con cierto sello ritualista, y al
Occidente protestante, con cierto sello libertino, ambos ofensivos del
verdadero carácter cristiano impreso en Roma por Pedro y Pablo”.
III) y tienes perseverancia y padeciste por mi Nombre
y no has desfallecido
Comentario:
Jn. XV, 21: "Pero os harán todo esto a causa de mi Nombre, porque no conocen
al que me envió".
Alusión a persecuciones pasadas, seguramente las narradas
en los Hechos: V, 41; VII; VIII, 1; XII, 1-3; XIII, 50; XIV, 18; XVI,
22-23; XXI ss.
Charles: "Los versículos 2-3 parecen consistir en tres pares:
2. Οἶδα τὰ ἔργα σου καὶ τὸν κόπον καὶ τὴν ὑπομονήν σου,
καὶ ὅτι οὐ δύνῃ βαστάσαι κακούς,
καὶ ἐπείρασας τοὺς λέγοντας ἑαυτοὺς ἀποστόλους καὶ οὐκ εἰσίν,
καὶ εὗρες αὐτοὺς ψευδεῖς·
3. καὶ ὑπομονὴν ἔχεις, καὶ ἐβάστασας διὰ τὸ ὄνομά μου,
καὶ οὐ κεκοπίακες.
Aquí el tema es τὰ ἔργα σου (las obras de tí). Estas consisten en τὸν κόπον καὶ τὴν ὑπομονήν σου (el trabajo y la perseverancia de
tí). Estos dos temas subordinados
son luego tratados de nuevo, el κόπον (trabajo)
en 2bcd y el ὑπομονήν (perseverancia)
en 3ab. Hay dos paronomasias que no pueden ser accidentales: τὸν κόπον (el trabajo)
y οὐ κεκοπίακες (no has
desfallecido) y οὐ δύνῃ βαστάσαι (no puedes soportar) y ἐβάστασας (padeciste)".
Sobre la perseverancia
durante el tiempo apostólico, que coincide con la Iglesia de Éfeso, ver Lc.
XXI, 12-19 y sobre los falsos doctores Lc. XXI, 8.