viernes, 16 de abril de 2021

Estudio sobre las similitudes entre el Santo Patriarca José, hijo de Jacob, y Nuestro Señor Jesucristo, por el Padre Louis Hilaire Caron (I de II)

 Estudio sobre las similitudes

entre el Santo Patriarca José, hijo de Jacob,

y Nuestro Señor Jesucristo, por el Padre Louis Hilaire Caron

 Nota del Blog: Presentamos el índice de esta interesantísima obrita escrita por un sacerdote francés a comienzos del siglo XIX, en la cual va siguiendo paso a paso la historia de José y la de Nuestro Señor mostrando una perfecta armonía hasta en los más mínimos detalles. Hermoso libro cuyo original puede leerse AQUI y del cual el Rabino converso P. Drach dijo que sirvió para convertir a varios judíos. 

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Primera Parte 

Humillaciones de José - Humillaciones de Jesucristo 

 

Cap. I 

José es esperado por mucho tiempo. – Su nacimiento milagroso. – Su nacimiento es motivo de gran alegría tanto para su familia como para los gentiles. – Al nacimiento de José, Israel pasa a ser libre. – José habita con los pecadores. – Sus bellas cualidades. – Se le promete una innumerable descendencia. – Se le colma de bendiciones. – Es llamado Nazareno, Justo, Pastor, Príncipe, Piedra fundamental de la casa de Israel, Salvador del mundo. 

Jesucristo es esperado por mucho tiempo. – Su nacimiento milagroso. – Su nacimiento es motivo de gran alegría tanto para su familia como para los gentiles. – Al nacimiento de Jesucristo, Israel pasa a ser libre. – Jesucristo habita con los pecadores. – Sus divinas perfecciones. – Se le promete una innumerable descendencia. – Se le colma de bendiciones. – Es llamado Nazareno, Justo, Pastor, Príncipe, Piedra fundamental de la casa de Israel, Salvador del mundo. 

 

Capítulo II

José es odiado por sus hermanos, 1) porque es tiernamente amado por su padre; 2) porque no imita sus desórdenes; 3) porque se opone a sus crímenes; 4) porque les predice su gloria futura. – Sus hermanos declaran que no quieren someterse a su potestad. – Es enviado por su padre para que visite a sus hermanos. – Acepta su misión con perfecta obediencia. – Lleno de caridad, José se fatiga buscando a sus hermanos que ya no formaban parte de la herencia de Jacob. – Sus hermanos conspiran contra su vida. – A la burla y a la crueldad, agregan el insulto. – La túnica preciosa con la que fue revestido es ensangrentada. – José es arrojado en una cisterna. – El Verbo divino desciende allí con él. 

Jesucristo es odiado por sus hermanos, 1) porque es tiernamente amado por su padre; 2) porque no imita sus desórdenes; 3) porque se opone a sus crímenes; 4) porque les predice su gloria futura. – Sus hermanos declaran que no quieren someterse a su potestad. – Es enviado por su Padre para que visite a sus hermanos. – Acepta su misión con perfecta obediencia. – Lleno de caridad, Jesucristo se fatiga buscando a sus hermanos que ya no formaban parte de la herencia de Jacob. – Sus hermanos conspiran contra su vida. – A la burla y a la crueldad, agregan el insulto. – La túnica preciosa con la que fue revestido es ensangrentada. – Jesucristo es puesto en el sepulcro. – El Verbo divino desciende allí con él. 

 

Cap. III

Judá propone vender a José. – José es vendido por treinta piezas de plata a hombres que no eran hijos de Abraham sino según la carne. – Arrepentimiento de Judá. – José sale de la cisterna. – Rubén vuelve a la cisterna, pero no lo encuentra a José allí. – Dolor amargo de Rubén. – Impenitencia de los hijos de Jacob. – El patriarca Jacob ve y reconoce la túnica sangrante de José, su hijo bienamado. – El santo patriarca llora el crimen y la desgracia de su indigna descendencia. – Jacob no se consolará sino cuando vea que todos sus hijos compartan su amor por José. – José es entregado a los Gentiles por los hijos carnales de Abraham. 

Judas propone vender a Jesucristo. – Jesucristo es vendido por treinta piezas de plata a hombres que no eran hijos de Abraham sino según la carne. – Arrepentimiento de Judas. – Jesucristo sale del sepulcro. – Los discípulos vuelven al sepulcro, pero no encuentran a Jesucristo allí. – Dolor amargo de los discípulos. – Impenitencia de los hijos de Jacob. – Los Patriarcas ven y reconocen la humanidad sangrante de Jesucristo, su hijo bienamado. – Lloran el crimen y la desgracia de su indigna descendencia. – Los Patriarcas no se consolarán sino cuando vean que todos sus hijos compartan su amor por Jesucristo. – Jesucristo es entregado a los Gentiles por los hijos carnales de Abraham.

 

Cap. IV

José abajado hasta la condición de esclavo. – El Señor está con José y preside todas sus obras. – José es encargado de la intendencia de la casa de Putifar, su señor. – Dios bendice esta casa a causa de José. – La infiel esposa de Putifar acusa a José de haber querido corromper su fe. – José guarda silencio. – Todos sus amigos lo abandonan. – Es contado entre los criminales. – Sus sufrimientos. – José en una obscura prisión. – La Sabiduría eterna desciende allí con él. – José gobierna como señor absoluto en esos antros subterráneos y consuela a los prisioneros. 

Jesucristo abajado hasta la condición de esclavo. – Toda la plenitud de la divinidad reside en Jesucristo y preside todas sus obras. – Jesucristo es encargado de la intendencia de la casa de Dios, su Padre. – Dios bendice su casa a causa de Jesucristo. – La infiel esposa de Dios acusa a Jesucristo de haber querido corromper su fe. – Jesucristo guarda silencio. – Todos sus discípulos lo abandonan. – Es contado entre los criminales. – Sus sufrimientos. – Jesucristo en los infiernos. – La Sabiduría eterna desciende allí con él. – Jesucristo gobierna como señor absoluto en esos antros subterráneos y consuela a los prisioneros. 

 

Cap. V

Dos servidores desgraciados del rey de Egipto. – Son confiados a José. – Caridad de José para con ellos. – Dos decretos dados sobre su destino futuro. – José examina los decretos. – Se pronuncia sobre el destino de los dos servidores. – Uno es restablecido, el otro condenado. 

Todos los hombres desgraciados del Rey del Cielo. – Son confiados a Jesucristo. – Caridad de Jesucristo para con ellos. – Dos decretos dados sobre su destino futuro. – Jesucristo examina los decretos. – Se pronuncia sobre el destino de los hombres. – Unos son elegidos, otros reprobados. 

 

Segunda Parte

Elevación de José - Elevación de Jesucristo 

Cap. I 

Sueños proféticos del Faraón. – Nadie los puede interpretar. – Le indican al Faraón a José. – José sale de la prisión. – Aparece en la corte del Faraón. – Explica los designios de Dios sobre Egipto. – Enseña los medios para evitar la carestía y la muerte. – Admiran su sabiduría. – El Faraón le confiere la mayor autoridad sobre Egipto. – Es establecido como maestro de los idólatras. – Sus calumniadores son confundidos. – José es llamado “el Salvador del mundo”. – Todos los súbditos del Rey se arrodillan ante él. – El Faraón no le quitó a José la autoridad absoluta que le había conferido. 

Revelaciones proféticas de San Juan. – Nadie las puede interpretar. – Le indican a San Juan a Jesucristo. – Jesucristo sale del sepulcro. – Aparece en la corte de Dios. – Explica los designios de Dios sobre la Iglesia. – Enseña los medios para evitar la carestía y la muerte. – Admiran su sabiduría. – Dios le confiere la mayor autoridad sobre la Iglesia. – Es establecido como maestro de los idólatras. – Sus calumniadores son confundidos. – Jesucristo es llamado “el Salvador del mundo”. – Todas las creaturas se arrodillan ante él. – Dios no le quitará a Jesucristo la autoridad absoluta que le ha conferido. 

 

Cap. II

El Faraón le da a José Asenat como esposa. – José tiene dos hijos: Manasés y Efraín. – Esta nueva familia consuela a José de la ingratitud de aquella que lo vendió. – Los dos hijos de José son adoptados por Jacob. – Los sentidos no tienen parte en esta adopción. – Jacob no reconoce como hijos adoptivos sino a los que José le presenta. – Alegría de Jacob al ver a José y a sus hijos. – Los dos hijos de José reciben una sola y misma bendición. – Sin embargo, el menor obtiene el primer rango y la mejor parte. – La tierra prometida es destinada a los hijos de José. 

Dios le da a Jesucristo a la Iglesia como esposa. – Dos pueblos, los judíos y gentiles, integran la descendencia de Jesucristo. – Esta nueva familia consuela a Jesucristo de la ingratitud de aquella que lo vendió. – Los dos hijos de Jesucristo son adoptados por los Patriarcas. – Los sentidos no tienen parte en esta adopción. – Los Patriarcas no reconocen como hijos adoptivos sino a los que Jesucristo les presenta. – Alegría de los Patriarcas al ver a Jesucristo y a sus hijos. – Los dos pueblos reciben una sola y misma bendición. – Sin embargo, el menor obtiene el primer rango y la mejor parte. – La verdadera tierra prometida es destinada a los hijos de Jesucristo.