3. Y cuando abrió el sello, el segundo, oí al segundo Viviente que decía:
“Ven”.
Comentario:
El
segundo Viviente es el Becerro, según IV, 7.
4. Y salió otro caballo, rojizo, y al sentado sobre él se le dio quitar la
paz de la tierra y que se degüellen unos a otros y se le dio una cuchilla
grande.
Notas Lingüísticas
Zerwick:
"πυρρός: color de fuego, rojo".
Zerwick:
“λαβεῖν: tomar; aquí quitar”.
Allo:
“μάχαιρα”, (espada corta):
aquí sinónimo de ῥομφαίᾳ del v. 8”
Comentario:
Gramática
cita aquí Mt. X, 34 y XXIV, 6-7.
Straubinger:
Cf. Is. XXXIV, 5; Mt. XXIV, 6 s. Otra gran matanza se ve
también en la 6º Trompeta (IX, 15 ss), pero es dirigida por ángeles”.
Allo:
“Este segundo Jinete, montado en caballo rojo como la sangre, representa la
plaga de la guerra en general y no las persecuciones de los cristianos. “Surget
gens contra gentem” decía el Evangelio”.
San Victorino:
“El caballo rojo y el que sede en él y que tiene una espada, significan las
guerras futuras, como leemos en el Evangelio: "Nación se levantará contra nación, reino contra reino. Habrá
grandes terremotos (Lc. XXI, 10-11)”.
Fillion: “El primer jinete había sido un conquistador
pacífico, que se había limitado a someter los pueblos bajo su dominación; este
es un conquistador violento y sangriento, el ángel de la guerra”.
Varios
autores aplican esto a la persecución de los primeros tres siglos a los cristianos
e incluso hay quienes lo extienden hasta el tiempo del Anticristo, pero acá
no hay una sóla palabra de persecución contra los cristianos, sino de guerras
donde se matan unos a otros. Además, el texto es claro al indicar en
el v. 8 que los jinetes tenían poder sobre un cuarto de la tierra y no
sobre todo el orbe. La similitud con el discurso Parusíaco salta a la vista.
Mateo
XXIV
6. Y
habéis de oír guerras y oídas de guerras. ¡Ved que no os turbéis! En
efecto, debe suceder, pero no es todavía el fin.
7. Se
levantará, en efecto, nación contra nación y reino contra reino.
Marcos XIII
7. Y
cuando oigáis guerras y oídas de guerras, no os turbéis.
Debe suceder, pero no (es) todavía el
fin.
8. Se
levantará, en efecto, nación contra nación y reino contra reino.
Apoc. VI
3. Y
cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente que decía: “Ven.”
4. Y
salió otro caballo, rojizo, y al sentado sobre él se le dio quitar la paz de
la tierra y que se degüellen unos a otros y se le dio una cuchilla grande.