Capítulo III
1. Y al Ángel de la Iglesia en Sardes escribe: “Estas cosas dice el que tiene los
siete espíritus de Dios y las siete estrellas: sé tus obras, que nombre tienes
que vives y estás muerto.
Comentario:
Esta edad, que comenzó al despuntar el siglo XVI con la
rebelión de Lutero, terminará con la venida de Elías.
El título de Cristo está tomado de I, 16:
“Y tenía en su diestra siete estrellas”.
Es decir la Ecclesia docens según Lacunza.
El
nombre de vivo es el de la Iglesia y
no el de la edad histórica, con lo cual le caben bien los nombres de:
contra-reforma, integrismo, tradicionalismo, etc.
Los siete espíritus son los mismos de I, 4
es decir los Siete Arcángeles; cfr. lo que allí dijimos.
Allo: “Además, Jesús
aparece a esta “metrópoli” todavía orgullosa como Aquel que tiene todo el
poder en el cielo y en la tierra”.
Y esto con mayor razón si vemos en las siete estrellas a
la Jerarquía de la Iglesia y en los siete espíritus a los siete Arcángeles, los
que están ante el trono de Dios.
Allioli: “El que
reina como maestro soberano sobre los espíritus más sublimes (I, 4)
y sobre los pastores de la Iglesia (I, 20 s).
Eyzaguirre: “La
quinta edad de la Iglesia comienza en el siglo XVI con el protestantismo. La
apostasía en Europa fue casi general. No sólo de los individuos, sino que
muchas naciones abandonaron el catolicismo, y luego incluso las naciones
Católicas de Europa y América abrazaron el liberalismo y en mayor o menor
medida, buscan separar a Dios de las leyes…”.
Charles: "Οἶδά σου τὰ ἔργα (sé tus obras): Aquí, al igual
que en III, 8.15 el énfasis se pone en ἔργα (obras):
"Las obras que has hecho son conocidas a mí". Éstas te dan una
apariencia de vida pero en realidad estás muerta".
Charles: "La condena
de la Iglesia de Sardes es más severa que en las otras seis Iglesias. Y sin
embargo ella tiene, también, un núcleo de fieles".
2. Hazte vigilante y confirma las restantes (cosas) que quedan, que estaban a punto de morir; porque no he
hallado tus obras completas delante de mi Dios.
Notas
Lingüísticas:
Στήρισον (confirma):
mismo verbo usado en Lc. XXII, 32: "Y tú una vez convertido, confirma
a tus hermanos".
Zerwick: “τὰ λοιπὰ, (las
restantes) lo que queda de la vida cristiana”.
Zerwick: “ἐνώπιον τοῦ θεοῦ μου (delante
de mi Dios): ¿en oposición a la opinión de los hombres?”.
Bartina: "ἀποθανεῖν (morir): el aoristo griego indica una muerte
definitiva. Se trata no solo de personas sino de instituciones".
Comentario:
La similitud de los vv
2-4 con Mt. XXIV, 42; Mc. XIII, 33;
I Tes. V, 2; II Ped. III, 10 e incluso Apoc.
XVI, 15, pasajes relativos todos a la Parusía, es innegable. Con todo, la venida del v. 3 no parecería ser la
Segunda Venida.
Las obras completas, según algunos autores, se
refiere a la Evangelización de América que llegó hasta la vida parroquial pero
no a la vida monacal.
Castellani: “Otra recomienda de la Tradición: de ahora
en más lo que la Iglesia tiene que hacer es conservar lo que le queda, los
restos (ta loipá) aun
sabiendo que son cosas perecederas y van al muere”.
Vigouroux: “Todos
los restos (“las cosas que quedan”): en el original está en neutro ya que es un hebraísmo cuyo fin es señalar una
universalidad completa, que no admite excepción alguna”.
Allo: "Sus
obras pueden ser consideradas como "plenas" desde el punto de vista
puramente humano, pero no ante Dios; había un contraste entre la realidad
espiritual y la reputación, el ὄνομα (nombre)…".
Caballero Sánchez:
"… ese neutro (τὰ λοιπὰ= las restantes) debe enlazarse con la sustancial
palabra ónoma (nombre) que precede y con onómata (nombres)
que seguirá".
Charles: "ἐνώπιον τοῦ Θεοῦ μου (delante
de mi Dios): La comunidad tiene un nombre ante el mundo cristiano por sus
obras, pero no ante Dios; por la fidelidad de pocos (v. 4) no puede enmendar la balanza contra la Iglesia como un todo. Es una Iglesia que está muriendo".