sábado, 26 de septiembre de 2015

Algunas Notas a Apocalipsis II, 22-23

22. He aquí que a ella la arrojo en cama y a los que adulteren con ella, (los arrojo) en grande tribulación, si no se arrepienten de las obras de ella.


Notas Lingüísticas:

Zerwick: “κλίνην, cama; aquí: “de enfermo”.


Comentario:

Allo: “… si αὐτῆς (de ella) es la vera lección, entonces Jezabel sería más bien una colectividad personificada. Jesús la amenaza “arrojarla en la cama”, sobre la cama de enfermo, contraste sarcástico con el lecho del adulterio o el triclinium de los banquetes sacros. Pero esta enfermedad es una figura y se identifica con el conjunto de calamidades significadas por θλίψιν μεγάλην (tribulación magna), término casi técnico en el Apocalipsis. “Los que adulteran con ella” son todos aquellos que comparten la falsa doctrina, y no los amantes de Jezabel en sentido literal; no hay razón alguna en distinguirlos de los τέκνα (hijos) del versículo siguiente.”

Castellani: “El instrumento del adulterio se convierte en instrumento de tortura; el lecho de los malos amores se vuelve cama de enfermo. No puede uno menos de recordar las tremendas epidemias de la Edad Media, y su culminación en la Muerte Negra, tremenda pestilencia desconocida que invadiendo desde los puertos del Mediterráneo cubrió casi toda Europa, diezmó su población en un tercio por lo menos, sembró el terror y el desaliento, paralizó el progreso –muchas de las catedrales góticas han quedado hasta nuestros días inconclusas a causa del flagelo- y prácticamente cerró el auge de la Edad Media. Basta leer la vida de Santa Catalina de Siena por Saurio o por San Francisco de Capua para ver la Tribulación Magna en que zozobró el siglo XIV. Guerras nacionales, cisma de Occidente, guerras feudales, conflictos eclesiásticos, corrupción del clero, divisiones en las familias, amenaza del Turco, bandidismo, epidemias, hambres, sediciones (…) Así como fue grande la gracia otorgada a esta época, así fue grande el castigo que cayó sobre sus abusos”.


Bartina: "El castigo no sólo es justo (muchas veces menos de lo merecido), con lo cual, por contraposición, aparece la gravedad de la culpa, sino que, conforme a una constante bíblica, está en la misma línea que el pecado, al menos según la finura del pensamiento semítico en sentido figurado. Jezabel inducía por principio doctrinal a los cristianos de Tiatira a tenderse en el lecho de los banquetes sacrificales idolátricos, conforme al uso del tiempo, y al lecho del adulterio, en sentido real y traslaticio. Pues bien, va a suceder algo terrible (ἰδοὺ), el Juez, justísimo, va a arrojarla (βάλλω, con modalidad semítica) en un lecho. La frase hebrea nfl l-mskb, "caer en un lecho" (Ex. XXI, 18; I Mc. I, 5; Jue. VIII, 3), significa enfermar. El lecho con que se amenaza a Jezabel es de enfermedad, dolor y sufrimiento. A sus colaboradores se les promete una tribulación grande, que no se especifica; pero por el paralelismo ha de entenderse del mismo género corporal".

Charles: "ἰδοὺ βάλλω αὐτὴν εἰς κλίνην (He aquí que a ella la arrojo en cama)
                καὶ τοὺς μοιχεύοντας μεταὐτῆς εἰς θλῖψιν μεγάλην (y a los que adulteren con ella, (los arrojo) en grande tribulación).
Tenemos aquí un claro ejemplo de paralelismo hebreo y también de un modismo hebreo (…) Mientras algunos eruditos han interpretado bastante mal κλίνην (cama) para significar un lecho de los banquetes, muchos otros han reconocido correctamente en él un lecho de enfermedad o sufrimiento, pero no han explicado la justificación de esta interpretación. Ahora, si lo re traducimos literalmente al hebreo descubrimos que hay aquí un modismo hebreo "ir hacia la propia cama", "enfermarse" (Ex. XXI, 18). De aquí que "arrojar en cama" significa "arrojar en un lecho de enfermo". Este modismo se encuentra en I Mac. I, 5 y en Jue. VIII, 3, libros que están traducidos del hebreo".

 Škrinjar S.J.:Razón por la cual la gran tribulación de Mt. XXIV, 21 coincide con la de Apoc. VII, 14:
La gran tribulación de la cual Apoc. VII, 14 dice que vienen los bienaventurados, está determinada por el uso doble del artículo: ἐκ τῆς θλίψεως τῆς μεγάλης. Consta que el autor del Apocalipsis le da gran importancia al artículo griego, de forma tal que Allo, al comentar XII, 14 con razón advierte que se debe admitir, por el uso de los artículos (τοῦ ἀετοῦ τοῦ μεγάλου = el águila, la grande) que aquí la figura está puesta como una metáfora conocida en el género apocalíptico. La misma conclusión se saca de los artículos que determinan la gran tribulación de Apoc. VII, 14[1]…”.

De aquí se ve que el uso del término “gran tribulación” en esta carta no es el mismo del que luego hablará en el capítulo VII, como lo da a entender Allo.


23. Y mataré sus hijos con peste, y conocerán todas las Iglesias que Yo soy el que escudriño riñones y corazones y daré a cada uno de vosotros según vuestras obras.

Notas Lingüísticas:

Zerwick: “ἀποκτενῶ (mataré), vers. 13;

Zerwick: “ἐν θανάτῳ pleon. hebr.; cfr. Ez. XXXIII, 27 en donde significa “peste”.

Mismo giro en VI, 8.

Cfr. sin embargo Gen. II, 17.

Zerwick: “νεφροὺς: riñones; para los hebreos es la sede de los deseos, de los afectos”.

Zorell: “Θάνατος” = por extensión significa peste letal, Apoc. II, 23, VI, 8b (Job XXVII, 15; Jer. XV, 2)”.

Charles: "ἐν θανάτῳ: por medio de la peste, como en VI, 8".

De aquí la traducción que coincide perfectamente con la peste negra a la que alude Castellani en el versículo anterior. Todas las versiones traen “muerte”, excepto Wikenhauser que dice:

“Su muerte, para otros intérpretes, será efecto de la peste o de alguna otra epidemia mortal (cfr. Ez. XXXIII, 27)”.

Comentario:

Allo in VI, 8: “Muerte” e “Infierno” asociados como en I, 18; XX, 13-14… Por el trío de calamidad “Guerra, Hambre, Peste” cfr. Is LI, 19; Jer. XIV, 12; Ez. V, 2 etc. θάνατος, en los LXX traduce a menudo el término hebreo דֶּבֶר, peste: Am. IV, 10; Jer. XIV, 12; XXIV, 10; Ez. V, 12.17; VI, 11-12, etc. (…) Después de la guerra y el hambre sigue la Peste, montado en un caballo verde (o verdoso, lívido) (…) es el color de un cadáver putrefacto, o si se prefiere, el de un rostro descompuesto de temor. Así el trío clásico de las plagas queda constituído, pues θάνατος no puede significar aquí sino “Peste”, según la analogía bíblica; si se tratara de la muerte en general, entonces este cuarto jinete no tendría ningún signo individual y su aparición sería más bien ociosa, dado que las dos plagas precedentes harían su trabajo.”

Sin embargo el mismo Allo comentando este versículo de la Iglesia de Tiatira, explícitamente dice que aquí se debe traducir “muerte” y no “peste” como en VI, 8. La razón que da no se entiende:

θάνατος, en efecto, contra Hort, significa aquí “muerte” y no “peste” como en VI, 8, pues los “hijos” o discípulos –los mismos, desde otro punto de vista, que los amantes del 22- son llamados así a causa del uso simbólico del nombre Jezabel, cuyos hijos fueron degollados por Jéhu (II Reg. X, 7). Así Dios hará de ellos un ejemplo para todas las iglesias, lo que hace suponer que Tiatira había dado un gran escándalo” (?)

Bover: “El que escudriña: guarda conexión con “los ojos como llamas de fuego” (v. 18)”.

Bartina: "La frase "mataré con muerte" (ἀποκτενῶ ἐν θανάτῳ) es un hebraísmo. La versión de los LXX traduce exactamente del mismo modo un pasaje hebreo donde la palabra "muerte" es propiamente "peste" (dbr). Ez. XXXIII, 27".

Bartina: "Con la palabra "riñones" se significa en la Biblia la sede de las emociones, afectos y sentimientos; por "corazones", la sede de los pensamientos, planes, voluntades, deseos".

Conocerán todas las Iglesias, es decir las tres Iglesias restantes de Sardes, Filadelfia y Laodicea.




[1] En Apoc. II, 2 Juan pone, con razón, sin artículo otra gran tribulación (θλίψιν μεγάλην) no conocida todavía e indeterminada.