lunes, 17 de abril de 2023

El Reino de Cristo consumado en la tierra, vol. 2, por J. Rovira, S.J. (Reseña) (IV de IV)

 6. Frutos o Efectos 

I) Con respecto a la fe 

a) Plenitud de la Iglesia, es decir, la unión completa del pueblo judío y de los gentiles. 

b) Unidad, universalidad y firmeza en la fe. 

c) No habrá idolatría, herejías ni cismas. 

d) Todos los hombres han de creer en Cristo, al menos en cuanto a lo esencial. 


II. Con respecto a la justicia 

a) Habrá una gran justicia y caridad. 

b) Habrá pecados. 

c) Habrá pocos vicios y escándalos públicos, y durarán poco tiempo. 

d) Habrá una gran efusión de gracia, será más universal que después de la primera venida y habrá muchos y grandes santos. 

e) Habrá muchos milagros.

 

III. Con respecto a la paz 

a) La paz será: interna e individual; externa, doméstica, social e internacional. 

b) No habrá guerras, así como tampoco la hubo bajo el reinado de Salomón, tipo del reinado de Cristo. 

c) No habrá persecuciones. 

d) Habrá enfermedades y muerte. 

e) Habrá penitencias y mortificaciones. 

f) Gran fecundidad de la tierra y prosperidad material, puesto que la esterilidad de la tierra es consecuencia del pecado original, se sigue que, en tiempos de tanta justicia, la tierra será mucho más fecunda de lo que es ahora. 

Cuestión última: el final del Reino de Cristo consumado en la tierra 

Es reino sobre los viadores, a diferencia del reino consumado en el cielo; tendrá fin, pues durará mientras dure el estado de vía, y tendrá lugar cuando sea liberado Satanás, tras los mil años, seguida de la rebelión de las naciones comandadas por Gog, que no se puede identificar con el Anticristo, tal como hacen algunos.

Tras el fin del reino consumado sobre la tierra tendrá lugar la resurrección universal, el juicio final y la entrega del reino al Padre. 

*** 

Como puede apreciarse, se trata de un estudio no menor, muy completo, de esos que no se ven muy a menudo.

Sin embargo, las alabanzas que se le puedan hacer a la obra del P. Rovira no debe hacernos perder de vista algunos reparos que podemos hacerle. 

Y sea el primero, que nuestras sospechas que teníamos tras leer el tomo 1, se han visto confirmadas: Rovira no ha leído a Lacunza, y tal como dijimos la otra vez, no sólo porque no lo cita en ningún momento, sino porque no se ven huellas de ninguna influencia. Creemos que algunos de los reparos que siguen a continuación, podrían no existir si lo hubiera leído. 

Dejando de lados algunas críticas un tanto menores, señalemos las siguientes: 

a) Identifica completamente los mártires del quinto Sello con los grupos que tienen parte en la primera resurrección. Algo habíamos hablado al respecto AQUI y AQUI. 

b) Los que tienen parte en la primera resurrección no son todos los santos sino sólo los mártires. 

Nos parece que esta posición es indefendible. En ningún momento se plantes Rovira algunos textos bíblicos como el de Judas y el de Zacarías. 

Jud. I, 14-15: “De ellos profetizó ya Enoc, el séptimo desde Adán, diciendo: “He aquí que ha venido el Señor con las miríadas de sus santos, a hacer juicio contra todos y redargüir a todos los impíos de todas las obras inicuas que consintió su impiedad y de todo lo duro que ellos, impíos pecadores, profirieron contra Él”. 

Zac. XIV, 5: “… y vendrá Jehová, mi Dios, y con Él todos los santos”. 

Tampoco analiza en ningún momento, ni siquiera como objeción, el premio a los vencedores en las cartas a las Iglesias, sobre los que habíamos hablado en tres entradas (Ver AQUI la primera de ellas). 

c) No queda del todo claro el tiempo de la venida de Elías, pues por momentos dice que viene antes, y otras veces, después del Anticristo. 

d) Admite como más probable que durante el milenio habrá tentaciones a los individuos por medio de Satanás (que no podrá seducir a las naciones) y de los otros demonios, de quienes no se dicen que estén atados en el abismo.

No nos termina de convencer esta postura, pues, si está atado en una prisión, entonces Satanás no puede salir de allí, ni para seducir a las naciones ni a los individuos. De los demás demonios, si bien no existe, que sepamos, ningún texto convincente, nos parece que hay uno que va en esa dirección.

Cuando los Evangelistas narran la escena sobre el endemoniado de Gerasa, presentan, tal como es costumbre en ellos, diversos matices. Por un lado, San Lucas nos dice que los demonios le rogaron a Nuestro Señor: 

“Y le suplicaron que no les mandase ir al abismo” (Lc. VIII, 31). 

Y por el otro, en San Mateo, leemos que le increpan con estas palabras: 

“¿Viniste aquí para atormentarnos antes de tiempo?” (Mt. IX, 29). 

Si tenemos en cuenta que el abismo es una prisión para los espíritus puros (ver lo que dijimos AQUÍ), y además se unifican los textos, no es difícil concluir que los demonios van a ser llevados al abismo en algún momento, y ¿cuándo si no durante el Milenio? 

e) Al hablar sobre las enfermedades y muertes durante el milenio, es una pena que no cite en ningún momento Is. LXV, 20: 

“No habrá allí en adelante niño (nacido) para (pocos) días, ni anciano que no haya cumplido sus días, pues morir niño será morir a los cien años, y el pecador de cien años será maldito”. 

Pues parecería que habrá muchos, al menos en Israel, que han de haber sido testigos de la segunda Venida y que también llegarán al final del milenio, pues si morir a los cien años será morir niño, no es exagerado pensar que las personas vivirán cerca de mil años. 

f) Identifica las dos guerras de Gog-Magog: la de Ez. XXXVIII-XXXIX y la de Apoc. XX, y, por lo tanto, coloca un tiempo de al menos siete años después de la soltura de Satanás tras el milenio. Las diferencias entre ambas guerras son numerosas y ya habían sido puestas en evidencia por Lacunza. 

Estas son algunas observaciones que, por supuesto, en nada desmerecen una obra verdaderamente monumental, que no puede faltar en ninguna biblioteca.

Nuestras felicitaciones a la Editorial Balmes por haber emprendido semejante labor, tan ardua como importante.

Esperamos se nos permita repetir aquí una crítica que ya habíamos lanzado en la revisión del primer volumen: la traducción, aunque por momentos parece más cuidada, sigue siendo muy defectuosa, y lo mismo dígase de la gramática, errores de tipeo, etc. Bueno sería una revisión a fondo del texto y la traducción, y mejor aún, mucho mejor, sería poder contar con el original latino. 

Vale!