13. Y hace signos grandes de forma tal que incluso fuego hace del cielo descender a la tierra delante de los hombres.
Concordancias:
σημεῖα (signos): cfr. Mt. XXIV, 3.24.30; Mc. XIII, 4.22; XXI, 7.11.25; Hech. II, 19; II Tes. II, 9; Apoc. XII, 1.3; XIII, 14; XV, 1; XVI, 14; XIX, 20. Ver Apoc. I, 1.
σημεῖα μεγάλα (signos grandes): cfr. Mt. XXIV, 24; Lc. XXI, 21; Hech. VI, 8; VIII, 13; Apoc. XII, 1; XV, 1.
πυρ (fuego): cfr. Lc. IX, 54; XII, 49; XVII, 29; Hech. II, 19; Apoc. I, 14; II, 18; III, 18; IV, 5; VIII, 5.7-8; IX, 17-18; X, 1; XI, 5; XIV, 10.18; XV, 2; XVI, 8; XVII, 16; XVIII, 8; XIX, 12.20; XX, 9-10.14-15; XXI, 8. Ver Apoc. IX, 17a.
οὐρανοῦ (cielo): cfr. Apoc. IV, 1; VI, 13-14; VIII, 10; IX, 1; X, 6; XI, 6; XII, 4; XIV, 7; XIX, 11; XX, 1.9; XXI, 1-2.
Καταβαίνειν (descender): cfr. Apoc. III, 12; (Jerusalén Celeste); XII, 12 (demonio); XVI, 21 (granizo); X, 1; XVIII, 1 (San Gabriel); XX, 1 (San Miguel); XX, 9 (fuego); XXI, 2.10 (Jerusalén Celeste). En Lc. X, 18 se usa el verbo πεσόντα (caer).
γῆν (tierra): cfr. Apoc. I, 5.7; III, 10; V, 3.6.10.13; VI, 4.8.10.13.15; VII, 1-3; VIII, 5.7.13; IX 1.3-4; X, 2.5-6.8; XI, 4.6.10.18; XII, 4.9.12-13.16; XIII, 3.8.11-12.14; XIV, 3.6-7; 15-16.18-19; XVI, 1-2.18; XVII, 2.5.8.18; XVIII, 1.3.9.11.23-24; XIX, 2.19; XX, 8-9.11; XXI, 1.24.
ἐνώπιον (delante): cfr. Apoc. I, 4; II, 14; III, 2.5.8-9; IV, 5-6.10; V, 8; VII, 9.11.15; VIII, 2-4; IX, 13; XI, 4.16; XII, 4.10; XIII, 12.14; XIV, 3.5.10; XV, 4; XVI, 19; XIX, 20; XX, 12.
ἀνθρώπων (hombres): cfr. Apoc. VIII, 11; IX, 4.6.10.15.18.20; XIV, 4 (?); XVI, 2.8-9.18.21. Ver Apoc. VIII, 13.
Notas Lingüísticas:
Zerwick: “ἵνα = ὥστε, de forma tal”.
Comentario:
Esta señal del cielo por parte de la Bestia de la Tierra recuerda la que los Fariseos le pidieron a Jesús como confirmación de su veracidad (Mt. XII, 38 ss; XVI, 1 ss; Mc. VIII, 11 ss; Lc. XI, 16 ss. 29 ss; Jn. II, 18) e incluso la de Herodes (Lc. XXIII, 8) y la que profetizan Jesús y San Pablo (Mt. XXIV, 24; XIII, 22; II Tes. II, 9-11. Cfr. Apoc. XIX, 20).
La tierra es aquí Babilonia y este prodigio parece estar relacionado con la sexta Trompeta (IX, 13-21) y la plaga mortal de la cabeza de la Bestia, mientras que los hombres son “Los habitantes de la tierra”.
Sales: “Falsos prodigios, etc: Ya el Señor había predicho estos falsos prodigios para los últimos tiempos (Mt. XXIV, 24; Mc. XIII, 22)”.
Alápide: “San Juan predice aquí tres milagros que el Anticristo hará, o por sí o por su precursor: el primero será que simulará haberse curado de la herida mortal (v.3). El segundo es que hará bajar fuego del cielo como si su dueño, esto es el Anticristo, fuera hijo y heredero de Salomón, o incluso otro rey Salomón (II Par. VII, 1)… y otro Elías, del cual se habla en el libro de los Reyes (IV, I, 10) diciendo que hizo descender fuego del cielo contra su enemigo… el tercero es el del v. 15, que hará hablar a la imagen de la estatua… esto es lo que predijeron Cristo (Mt. XXIV, 24 y Mc. XIII, 22) y Pablo (II Tes. II, 9)”.
Caballero Sánchez: “San Pablo anuncia que el advenimiento del Anomos será “según operación de Satanás con toda potencia y señales y portentos mentirosos, y con todo engaño de iniquidad en los que perecen…” (II Tes. II, 9-11). Jesús mismo lo tenía predicho: “Se levantarán falsos cristos y falsos profetas y darán señales grandes y prodigios, hasta el punto que engañarán, si posible fuera, a los mismos elegidos…” (Mt. XXIV, 24)”.
Swete: “Al ser la segunda Bestia un Falso Profeta, simula los milagros hechos por los verdaderos (Ex. VII, 11-12; II Tim. III, 8)”.
Swete: “Grandes signos: se creían y eran esperados que acompañaran la misión de la Iglesia (Jn. XIV, 12; Mc. XVI, 20)”.
Swete: “Los poderes del Falso Profeta se extienden incluso (καὶ) hasta hacer bajar fuego del cielo, y eso ante la vista de todo el mundo”.
San Andrés de Cesarea: “El precursor del Anticristo apóstata hará todo sirviéndose de la magia con el fin de engañar a la humanidad, para que el Anticristo sea considerado Dios, ya que al autor de tales prodigios que da testimonio de él, se le glorifica de manera incontestable, a imitación de Juan el Bautista, que conducía a sus fieles al Salvador. Y es que la mentira busca engañar a los hombres remedando la verdad. No es de asombrar, pues, que a los ojos de los engañados se vea fuego que baja del cielo. También en cierto lugar de la historia de Job se nos enseña que había caído un fuego que había devorado sus posesiones, con permiso de Dios y por obra de Satanás”.
Ribera: “Puesto que, como vimos en el cap. XI, Enoc y Elías harán descender fuego del cielo, el diablo hará también que baje fuego del cielo ante los hombres, a fin de que el precursor del Anticristo no parezca menos que ellos”.
Ramos García
(Apoc.): “La segunda Bestia hará los mismos prodigios que Enoc y Elías y se
propondrá contra ellos en defensa de la apostasía.
Hay similitud entre los magos
del Faraón y el Falso Profeta que se oponían a Moisés y Aarón. Milagros contra
milagros.
El Pseudoprofeta triunfará en
todo el mundo después de la muerte de Enoc y Elías”.