CAPITULO SEXTO
LA FECHA DE LA
MISIÓN DE NEHEMÍAS, PUNTO INICIAL DE LAS 70 SEMANAS DEBE SER COLOCADA EN NISAN
DE 453 ANTES DE JESUCRISTO
XX año de Artajerjes I Longimano: problema
cronológico cuya solución debiera ser fácil a la luz de la historia, pero que
no se ha estudiado todavía con suficiente esmero.
¡Cosa singular! Los últimos años de Jerjes y
los primeros de Artajerjes se hallan envueltos en densas tinieblas y el que
quiere sincronizar los hechos de la historia griega con los años que el Canon
de Tolomeo asigna a Artajerjes acomete una tarea imposible. «La historia antigua
—dice L. Bigot (Dict. de Théol. cath. art. Esther, col. 863) — se vuelve del
todo silenciosa desde el año séptimo del reinado de Jerjes (479). Justino, Diódoro,
Tucídides se interesan tan sólo por las regiones occidentales del imperio persa,
no por la Persia misma. Nada llegó hasta nosotros de las obras de Carón de Lampsaca
ni de Antíoco de Siracusa, que escribieron la historia de aquellos tiempos. De
Ctesias sólo poseemos fragmentos esqueléticos. Herodoto no trae más que
insignificantes anécdotas sobre los últimos años de Jerjes. Los Anales de la
corte persa, que utilizó Ctesias, han desaparecido: todo lo quemaron Alejandro
y Ardeschyr I Babegan.»
De tales lagunas y de tales tinieblas, ¿a
quiénes culpar, sino a aquellos a quienes estorba la realización matemática de
la portentosa Profecía de las 70 Semanas?
Bien consideradas las cosas, creemos:
1) Que el cómputo alejandrino conocido con el
nombre de Canon de Tolomeo, no es irreprochable respecto de los años de
Artajerjes, si se lo compara con los datos de los antiguos historiadores;
2) Que al lado de aquel cómputo, existió otro
para los años de Artajerjes, cómputo más antiguo y realista, único usado por la
Santa Biblia.
1) Jerjes vivió completamente desprestigiado
durante los últimos años de su reinado, merced al inmenso descalabro sufrido en
Grecia (guerras médicas) y al tren de vida voluptuosa en que se sumergió.
Murió Jerjes, refieren las antiguas crónicas,
asesinado por el ambicioso capitán de la guardia real, Artabano. En el relato
de Justino, Artabano no pudo empuñar el cetro, pues cayó bajo el puñal de
Artajerjes, a quien aquél pretendiera victimar también, poco después de haber
muerto al rey. Pero, otros afirman que reinó nueve meses después de su crimen.
Podemos deducir con cierta aproximación la
fecha de la muerte de Jerjes I. Dice Diodoro de Sicilia (lib. 12) que Jerjes
II, sucesor del Longimano, tuvo un año de reinado (Ctesias le asigna sólo
cuarenta y cinco días), correspondiente al año 4° de la Olimpíada 88 (425-424
a. C.). Por otra parte, Ctesias «in Persicis» calcula en cuarenta y dos años el
reinado de Artajerjes Longimano, mientras el Canon de Tolomeo, que no se
preocupa ni de Jerjes II ni de Sogdiano, le da cuarenta y tres años. Si tomamos
como base el año 425-424, que, sin duda, pertenece a Jerjes II y a Sogdiano, y
que para el Canon de Tolomeo debe ser el 43° de Artajerjes, el primer año de
este último, muerto su padre, será el 467-466 a. C.
Tal resultado no se compagina fácilmente con
los años atribuidos por el Canon de Tolomeo a los antecesores de Artajerjes. A
Jerjes I le da veintiún años, y a Darío treinta y seis, lo cual reportaría al
524-523 el principio de Darío, siendo así que los años de Darío corren después
de la usurpación del Mago Pseudo-Smerdis (522-521), completando el rey, según
lo atestigua Herodoto, treinta y seis años de reinado antes de morir (521-485).
No quedan, pus, para Jerjes I más que los años 485-467, diga lo que quiera el
cómputo alejandrino.
Casi todos los exégetas modernos, sin fijarse
en las inexactitudes del Canon de Tolomeo, señalan como primer año de
Artajerjes el 465-464, y por lo mismo colocan el XX de dicho rey en 445.
Olvidan que existe, para este rey, como para muchos otros, a más del cálculo
formalista que coloca los reyes en series sucesivas, comenzando el uno cuando
muere el anterior, otro cálculo menos matematicista que refleja mejor las realidades
de la vida: el cálculo que parte de una asociación al trono o captación del poder[1].
2) Salta a la vista que este otro cómputo pudo
darse en nuestro caso. Los años de Ciro se cuentan de tres o cuatro modos
diversos: como rey de Ansán, como rey de
Persia, como rey de Babilonia; con Darío Medo, solo. Los años de Cambises se
sujetan a dos cómputos: el uno (Herodoto, Canon de Tolomeo), desde la muerte de
Ciro, 529; el otro (Ctesias, Clemente de Alejandría), desde la toma de
Babilonia, 538.
La práctica de las asociaciones al trono
estuvo hasta cierto punto de moda y sancionada por la ley entre los persas, como
lo refiere Herodoto: «Al marchar para una expedición militar debe ser designado
el príncipe Rey, según la ley de los Persas» (lib. VII, cap. 2); por lo cual,
Darío, listo a marchar contra el Egipto, «nombró rey a Jerjes» (lib. VII, c.
3), padre de nuestro Artajerjes[2].
Circunstancias de diverso género explicaban
tales asociaciones: consolidación de la dinastía contra intrigas y revueltas,
mayor esplendor de la dinastía reinante, enfermedad, vejez o ausencia del rey,
etc... A priori, ponderada la decrepitud de Jerjes en la segunda mitad de su
reinado, se impone que haya compartido el poder con otro. Y se comprende
perfectamente que el animoso y resuelto Artajerjes, aun contra la voluntad de
su padre, haya empuñado las riendas del gobierno, dejando a Jerjes consumirse
en el harem, y se haya mostrado ante la nación como Rey titular y efectivo.
Que tal haya sido la realidad histórica sé
desprende de algunos hechos de la historia griega. Están en íntima relación con
la Persia; son narrados por escritores antiguos y fechados del tiempo de
Artajerjes.
Uno de esos hechos es la fuga de Temístocles
al Asia.
Tucídides, el más antiguo y mejor informado
de los historiadores griegos, afirma, sin género de duda, que Temístocles, para
dar a conocer su venida a la corte de Persia, «escribió cartas al rey
Artajerjes, hijo de Jerjes y recién reinante (I, 137). Los escritores
posteriores afirman generalmente que la venida de Temístocles a Persia se
efectuó reinando Jerjes, y sacan al escenario a Artabano, capitán de la
guardia, que sirve de introductor al desterrado (Plutarco).
Eludir, por una parte, el testimonio de
Tucídides es imposible. Hay que suscribir este juicio sagaz de Cornelio Nepote:
«Scio plerosque ita scripsisse Themistoclem, Xerxe
regnante, in Asiam transiisse. Sed ego potissimum Thucydidi credo, quod et aetate
proximus de iis qui illorum temporum historiam reliquerunt et eiusdem civitatis
fuit. Is autem ait ad Ataxerxem eum venisse»[3] (Them., IX).
Por otra parte, tachar de error a los
numerosos historiadores posteriores que sacan a colación a Jerjes y a Artabano
no parece respetuoso ni prudente. ¿No será mejor dar razón a todos admitiendo
que Artajerjes II comenzó a reinar antes que muriera su padre?
Quizá, dirán algunos, pueden armonizarse los testimonios
sin recurrir a un correinado. La fuga de Temístocles habría comenzado reinando
Jerjes, duraría algunos años y terminaría cuando, muerto Jerjes, lo reemplazaba
el Longimano... Pero esta hipótesis es contraria a los textos que
terminantemente hablan de la recepción de Temístocles por Jerjes y Artabano. Es
también contraria a la psicología de los hechos, porque Temístocles,
perseguido, no podía parar mucho en las diversas etapas. Fué, pues, Temístocles
acogido en Susa por Artajerjes recién entronizado, años antes del desastroso
fin de Jerjes.
Ahora bien, ¿en qué fecha tuvo lugar ese
acontecimiento?
Los manuales de historia, de ordinario, hacen
principiar la fuga de Temístocles hacia 472 a. C. y la prolongan
caprichosamente hasta 466, año en que el héroe de Salamina habría llegado a Susa,
como para asistir a la proclamación de Artajerjes.
Eusebio (Chronic.), con mayor fundamento,
coloca la fuga de Temístocles al Asia, y, por lo tanto, las cartas del
desterrado al recién entronizado Artajerjes, en el año 4° de la 76 Olimpíada,
año, que corre del estío de 473 al estío de 472. Por consiguiente, el primer
año de Artajerjes Longimano debe ser fijado en 473-472, desde Tischri (septiembre-octubre)
mes en que solía principiar el año persa.
Confirma la legitimidad de esta fecha otro
suceso histórico sacado de la vida de Cimón, hijo de Milcíades.
Entre las hazañas de ese héroe cuéntase como
la más gloriosa la dobla victoria naval y terrestre reportada el mismo día en
las bocas del Eurimedonte. Pero, por una parte, Diodoro de Sicilia (lib. IX)
asegura que tal hecho sucedió en el año 3° de la Olimpíada 77°, que es el
470-469 a. C., y, por otra parte, Eusebio dice (Chronic.) que ese año era el 4°
de Artajerjes. Luego el primer año de este rey fué el 473-472.
Un prolijo estudio comparativo de los
sincronismos greco-persas llevaría seguramente al robustecimiento de esa
conclusión.
Sin embargo, creemos tener ya el derecho de
afirmar que la cronología realista y concreta del reinado de Artajerjes;
cronología primitiva y usada en vida del rey, única cronología que conocieron Esdras
y Nehemías, cuyas Memorias fueron escritas en vida de ese mismo rey, es, como
acabamos de exponerlo, la que arranca de Tischri 473.
Luego, el año VII de Artajerjes, año de la
misión de Esdras (la teoría de Van Hoonacker nos parece m arbitraria) debe
fijarse en 467-466, año de la revuelta de Artabano, de cuyas garras escapó
Artajerjes prodigiosamente. Muerto su padre, pero dominada la situación, volvió
Artajerjes a regir su imperio; y en este acontecimiento se fijaron los
historiadores posteriores para contar los años del rey. Mientras tanto, éste,
agradecido a los dioses, daba fácilmente permiso a Esdras y los judíos para que
subieran a Jerusalén a sacrificar en su nombre al Dios del cielo. Era el I de
Nisán de 466 (I Esd., VII, 9).
El año XX de Artajerjes está comprendido
entre Tischri 454 y Tischri 453. Nehemías recibe informes sobre la triste
situación de la ciudad santa en Casleu, noviembre-diciembre de 454, y en Nisán
del mismo año, XX de Artajerjes, marzo-abril de 453; obtiene del rey, en
favor de Jerusalén arruinada, la regia palabra querida por Dios, punto de
partida de las 70 Semanas de la Profecía daniélica.
[1] Existe toda una discusión al respecto, tanto sobre este tema como con
respecto a un caso similar narrado en San Lucas, sobre el XV año de Tiberio.
Ríos de tinta se han escrito al respecto pero nos quedamos con la opinión
comúnmente recibida que asigna el año 445 al XX de Artajerjes. Una razón,
tomada de la profecía misma, está en el hecho de que los años deben tomarse de
360 días y no de 365 como hace Caballero Sánchez, como ya lo dejamos dicho AQUI.
[2] El problema es que habría que demostrar que la Biblia usa esta
clase de cómputos alguna vez. Lo que hagan los historiadores no es prueba en
absoluto en favor de su tesis.
[3] "Sé que la mayoría ha escrito que Temístocles pasó al Asia durante
el reinado de Jerjes. Pero yo le creo más que nada a Tucídides, que era más
cercano en el tiempo que aquellos que escribieron la historia en aquel tiempo,
y además de la misma ciudad. Éste dice que (Temístocles) vino a
Artajerjes".