viernes, 5 de septiembre de 2014

Algunas Notas a Apocalipsis I, 4-6 (III de V)

5ab. Y de Jesucristo, el Testigo, el Fiel, el Primogénito de los muertos y el Príncipe de los reyes de la tierra. 

I) Y de Jesucristo,

Comentario:

Después de nombrar al Padre y a los siete Arcángeles, San Juan pasa a Jesucristo, dándonos dos de sus atributos, los cuales parecen estar relacionados directamente con la Parusía y el Milenio.

Veamos.

II) el Testigo, el Fiel.

Comentario:

Nuestro Señor es llamado aquí el Testigo, el Fiel, sin dudas refiriéndose al v. 1 donde se dice que Dios Padre le dio una Revelación para que la transmitiera a sus siervos. Al señalarse a Jesús con esos dos atributos se indicaría pues que ha de cumplir fielmente con el mandato que recibió de Su Padre.
El objeto de la profecía, como quedó dicho, es “la palabra de Dios” y “el testimonio de Jesucristo”, es decir los Mártires del Quinto Sello y del Anticristo respectivamente, lo cual coincide con la septuagésima semana, o sea con “lo que debe suceder pronto”.

Siendo esto así, no debe sorprender que el único versículo que llame a Jesús testigo está tomado de del título de Nuestro Señor a la Iglesia de Laodicea:

III, 14: “Estas cosas dice el Amén, el testigo, el fiel y veraz”.

Y en Isaías, en un pasaje referido indudablemente al Milenio, Dios Padre dice del Mesías:

LV, 4: “Mira, Yo le he constituído como testigo para los pueblos, como caudillo y maestro de las naciones”.

Siempre con el mismo carácter Parusíaco, San Juan hace referencia a la fidelidad de Jesús en:

III, 14: “Estas cosas dice el Amén, el testigo, el fiel y veraz".

XIX, 11: “Y vi el cielo abierto y he aquí un caballo blanco y el sedente sobre él era llamado Fiel y Veraz, y juzga con justicia y hace la guerra”.

XXI, 5: “Y dijo el que estaba sentado en el trono: “He aquí, Yo hago todo nuevo”. Y dice: “Escribe que estas palabras son fieles y veras”.

XXII, 6: “Y me dijo: “Estas palabras son fieles y veras, y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, envió su ángel para mostrar a sus siervos lo que debe suceder pronto”.

Donde vemos que el adjetivo es usado en la Iglesia bajo los tiempos del Anticristo, en la destrucción de las dos Bestias durante la batalla del Armagedón, en la descripción del Milenio, y en la Septuagésima Semana.

Allo: “Jesús es llamado “el Testigo fiel”; el IV Evangelio dirá que ha venido “para dar testimonio de la Verdad”, y para contarnos lo que ha visto en el seno del Padre; en nuestro libro, va a testimoniar los designios de Dios sobre el futuro”.

Gelin: “El título de Testigo Fiel aquí y en III, 14, muy propio de Juan (Jn. XVIII, 37), está relacionado con lo dicho en I, 1”.

Charles: “μάρτυς (testigo), aplicado a Cristo, aparece solamente aquí y en III, 14 en el NT. (…) La frase ὁ μάρτυς ὁ πιστός (el Testigo, el Fiel), tomada con las palabras que siguen ὁ πρωτότοκος… τῶν βασιλέων τῆς γῆς (el Primogénito… de los reyes de la tierra), nos provee una fuerte evidencia de que nuestro autor tenía en mente el Salmo LXXXIX; pues la primera frase se encuentra en el v. 38 donde se dice que la luna es “ὁ μάρτυς ἐν οὐρανῷ πιστός” (testigo fiel en el cielo) y la segunda en el v. 28: “κἀγὼ πρωτότοκον θήσομαι αὐτόν ὑψηλὸν παρὰ τοῖς βασιλεῦσιν τῆς γῆς (y Yo lo haré Primogénito, el más excelso entre los reyes de la tierra)”.

Es resumen, Jesucristo es el Testigo, el Fiel de “lo que debe suceder pronto”, o sea de la septuagésima semana de Daniel y lo que tras ella sigue.