sábado, 18 de mayo de 2024

Algunas notas a Apocalipsis XVII, 2-3

  2. con la cual fornicaron los reyes de la tierra y se embriagaron los que habitan la tierra, con el vino de su fornicación”. 

Concordancias: 

Ἐπόρνευσαν (fornicaron): cfr. Apoc. II, 14.20; XVIII, 3.9. Ver Mt. V, 27-28.32; XIX, 18; Mc. X, 19; Lc. XVI, 18; XVIII, 20; Hech. XV, 20.29; XXI, 25; Apoc. II, 21; IX, 21; XIV, 8; XVII, 4; XIX, 2; XXII, 15. 

οἱ βασιλεῖς τῆς γῆς (los reyes de la tierra): cfr. Mt. XVII, 25; Hech. IV, 26; Apoc. I, 5; VI, 15; XVII, 18; XVIII, 3.9; XIX, 19; XXI, 24. 

γῆς (tierra): cfr. Apoc. I, 5.7; V, 3.6.10.13; VI, 13.15; X, 2.5-6.8; XI, 4; XIV, 7; XVII, 5.18; XVIII, 1.3.9; XIX, 2.19; XX, 8-9.11; XXI, 1.24. Ver Apoc. III, 10; VI, 4.8.10; VII, 1-3; VIII, 5.7.13; IX, 1.3-4; XI, 6.10.18; XII, 4.9.12-13.16; XIII, 3.8.11-14; XIV, 3.6.15-16.18-19; XVI, 1-2.18; XVII, 8; XVIII, 3.9.11.23-24. 

Ἐμεθύσθησαν (embriagaron): Hapax en el Apoc. cfr. Lc. XII, 45; I Tes. V, 7. 

οἱ κατοικοῦντες τὴν γῆν (los que habitan la tierra): cfr. Apoc. III, 10; VI, 10; VIII, 13; XI, 10; XIII, 8.12.14; XIV, 6; XVII, 8. 

Οἴνου (vino): cfr. Apoc. VI, 6; XIV, 8.10; XVI, 19; XVIII, 3.13; XIX, 15. 

Πορνείας (fornicación): cfr. Mt. V, 32; Hech. XV, 20.29; XXI, 25; Apoc. II, 21; IX, 21; XIV, 8; XVII, 4-5; XVIII, 3; XIX, 2. Ver Apoc. II, 14.20; XVIII, 9. Ver Mt. V, 27-28.32; XIX, 18; Mc. X, 19; Lc. XVI, 18; XVIII, 20; Apoc. II, 22. 

 Citas Bíblicas: 

Is. XXIII, 16-17: “Toma la cítara, da la vuelta por la ciudad, cortesana olvidada, toca bien, multiplica tus canciones, para que seas recordada. Sí, al cabo de los setenta años[1], Jehová visitará a Tiro; y ella recibirá de nuevo su salario, y fornicará con todos los reinos de la tierra, que hay sobre la faz del orbe”. 

Jer. LI, 7: “Babilonia era un cáliz de oro en la mano de Jehová, para embriagar a toda la tierra; de su vino bebieron los pueblos de modo que enloquecieron”. 

Nah. III, 4: “Es a causa de las muchas fornicaciones de la ramera, bella y encantadora, maestra en hechicerías, que con sus fornicaciones esclaviza a las naciones, y con sus hechizos a los pueblos”. 

 

Comentario: 

Los Reyes de la tierra fornican con la ramera. Cfr. Lor reyes de la tierra. 

Los Habitantes de la tierra se embriagan con el vino de su fornicación. Cfr. I Parte y II Parte. 

Fillion: “Cum qua…: Desarrollo de las palabras “la ramera, la grande”. Por el primer detalle: “fornicaron… los reyes…”, ver Is. XXIII, 17 y por el segundo: “se embriagaron…”, Jer. LI, 7”.

 Torres Amat: “Por esta ramera, que en el v. 5 es llamada Babilonia, no es cosa cierta lo que debe entenderse”. 

 

3. Y me llevó a un desierto en espíritu y vi una mujer sentada sobre una Bestia escarlata, llena de nombres blasfemos, que tiene cabezas siete y cuernos diez. 

Concordancias: 

ἀπήνεγκέν με (me llevó): cfr. Mc. XV, 1; Lc. XVI, 22; Apoc. XXI, 10. 

ἔρημον (desierto): cfr. Mt. IV, 1; XIV, 13; XXIV, 26; Mc. I, 12-13.35.45; VI, 31-32; Lc. IV, 1.42; V, 16; XV, 4; Jn. III, 14; VI, 31.49; XI, 54; Hech. VII, 30.36.38.42.44I Cor. X, 5; Heb. III, 8.17; Apoc. XII, 6.14. 

Ἐν πνεύματι (en espíritu): cfr. Apoc. I, 10; IV, 1; XXI, 10. 

Καὶ ἀπήνεγκέν με… ἐν πνεύματι (me llevó… en espíritu): cfr. Apoc. XXI, 10. 

Γυναῖκα (mujer): cfr. Mt. V, 28; XIII, 33; Lc. XIII, 21; Apoc. II, 20; IX, 8; XII, 1.4.6.13-17; XIV, 4; XVII, 4.6-7.9.18; XIX, 7; XXI, 9. 

Καθημένην (sentada): cfr. Apoc. XVII, 1.9.15; XVIII, 7. Ver Apoc. IV, 2-4.9-10; V, 1.7.13; VI, 2.4-5.8.16; VII, 10.15; IX, 17; XI, 16; XIV, 6.14-16; XIX, 4.11.18-19.21; XX, 11; XXI, 5. 

θηρίον (Bestia): cfr. Apoc. XI, 7; XIII, 1-4.11-12.14-15.17-18; XIV, 9.11; XV, 2; XVI, 2.10.13; XVII, 7-8.11-13.16-17; XIX, 19-20; XX, 4.10. Ver Apoc. VI, 8; XVIII, 2. 

Κόκκινον (escarlata): cfr. Mt. XXVII, 28; Heb. IX, 19; Apoc. XVII, 4; XVIII, 12.16. 

γέμοντα (llenos): cfr. Apoc. IV, 6.8; V, 8; XV, 7; XVII, 4; XXI, 9. 

ὀνόματα (nombres): cfr. Apoc. II, 3.13.17; III, 1.4-5.8.12; VI, 8; VIII, 11; IX, 11; XI, 13.18; XIII, 1.6.8.17; XIV, 1.11; XV, 2.4; XVI, 9; XVII, 5.8; XIX, 12-13.16; XXI, 12.14; XXII, 4. 

Βλασφημίας (blasfemos): cfr. Apoc. II, 9; XIII, 1.5-6. 

κεφαλὰς (cabezas): cfr. Apoc. I, 14; IV, 4; IX, 7.17.19; X, 1; XII, 1.3; XIII, 1.3; XIV, 14; XVII, 7.9; XVIII, 19; XIX, 12. 

κέρατα (cuernos): cfr. Lc. I, 69; Apoc. V, 6; IX, 13; XII, 3; XIII, 1.11; XVII, 7.12.16. 

δέκα (diez): cfr. Apoc. II, 10; XII, 3; XIII, 1; XVII, 7.12.16. 

 

Notas Lingüísticas: 

Ὀνόματα βλασφημίας (nombres de blasfemias): Hebraísmo: “nombres blasfemos”. cfr. Apoc. XIII, 1. Ver VD 12, pag. 298. 


Comentario: 

Los nombres de blasfemia, las siete cabezas y los diez cuernos son de la Bestia y no de la Mujer. Cfr. Apoc. XIII, 1. 

Straubinger: “A un desierto en espíritu: (…) como se verá en adelante, no se trata de un desierto material, como el refugio de la mujer del cap. XII, sino a la inversa, de una opulenta metrópoli dominadora de pueblos. Al respecto dice Fillion que “este retrato, vigorosamente trazado, contrasta con el de la madre mística de Cristoque vimos en XII, 1 s., pues tanto la púrpura del vestido de la mujer (v. 4), como el color bermejo de la Bestia significan, “al mismo tiempo que la alta dignidad” (…), la sangre de los mártires (v. 6) y la soberbia (cfr. I Mac. VIII, 14; Bar. VI, 71; Lc. XVI, 19; Mc. XV, 17.20). Entre la Bestia y la mujer hay unión estrecha, representando ambas la misma idea. La Bestia es sin duda la que vimos en XIII, 1 ss o sea el Anticristo”. 

Allo: “La Bestia y la Mujer, contra Bossuet, no son la misma cosa, incluso en el fondo. La Bestia es evidentemente la misma que la del cap. XIII; su color escarlata, y no “rojo sangre” como el Dragón, designa aquí, no la crueldad sino la riqueza y la magnificencia. Es el espíritu de lujo y ostentación de los imperios enemigos de Dios, y no solamente del imperio romano; pues la Bestia no sirve de montura a Roma más que por un tiempo, como se verá luego…”. 

Allo: “¿Por qué está “en el desierto”, aspecto que parece estar destinado a contrastar con “la montaña” donde descenderá la Jerusalén Celeste, XXI, 10? Holtzmann recuerda aquí el título de una profecía de Isaías contra Babilonia: “Oráculo contra el desierto del mar”, Is. XXI, 1. Bousset entiende por este desierto una como vista anticipada de su futura desolación; pero esto no vendría al caso acá. Swete, siguiendo a Primasio y Andrés, propone con mayor razón un sentido espiritual: el desierto de la vida sin Dios, muy diferente de la soledad en donde la otra Mujer del cap. XII ha encontrado su refugio”. 

Allo: “τῷ (el) agregado antes de πνεύματι (espíritu) daría el sentido del Espíritu Santo; pero según I, 10, se trata aquí del estado estático”. 

Sales: “En espíritu, o sea, en éxtasis (cf. I, 10; IV, 2; XXI, 10)”. 

Sales: “Una mujer: la descripción que hace el Apóstol presenta un vivo contraste con la mujer descrita en XII, 1-2”. 

Alápide: “Se dice que es la Bestia la que es escarlata y no la mujer, que sede sobre ella, como se ve por el uso del neutro en el griego: καὶ εἶδον γυναῖκα καθημένην ἐπὶ θηρίον κόκκινον, ya que la Bestia, o sea el mundo, triunfa con regio esplendor y lujo: la escarlata y la púrpura son el vestido de los reyes y príncipes (…) se muestra (la Bestia) aquí como vestida de púrpura para significar su riqueza, lujo y soberbia. Pues luego se dirá igualmente de la mujer que sede sobre ella “circumdata purpura, et coccino, et inaurata auro, et lapide pretioso, et margaritis, habens poculum aureum in manu sua”. Todo lo cual no pertenece a las matanzas sino al lujo y a la pompa”. 

Fillion: “Mulierem… super Bestiam”, no hay artículo en el griego antes de los dos sustantivos. (Vi) una mujer sentada sobre una Bestia”. 

Fillion: “Este color (escarlata), parece figurar la realeza, la alta dignidad”. 

Fillion: “Este retrato, vigorosamente trazado, contrasta con el de la madre mística de Cristo (XII, 1-2)”. 

Charles: “En esta visión de la Ramera podemos tener un contraste indirecto con la mujer vestida de sol en XII, 1-6”. 

San Victorino: “Si comparas lo que se ha dicho de Sor (Tiro) y lo que de Babilonia dijo Isaías y el Apocalipsis, encontrarás que todo es una sola cosa”. 

Ribera: “La frase es ambigua en latín y no consta con claridad si la que es escarlata y está llena de nombres blasfemos es la Bestia o la mujer. Pero en griego se ve claro que es la mujer la que es llamada escarlata y llena de nombres de blasfemias y que tiene siete cabezas y diez cuernos”. 

Ribera: “No es llamada escarlata a causa de su crueldad, como creen Victorino y Aretas, o no ciertamente por la única razón (…) sino a causa de las riquezas y el fasto y delicias regias; en efecto, los vestidos escarlatas (…) son vestidos de los ricos y de los reyes y muy preciosos”. 



 [1] ¿Alusión a las 70 Semanas de Daniel?