miércoles, 22 de mayo de 2024

Algunas notas a Apocalipsis XVII, 4

  4. Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata y dorada en oro y piedra preciosa y perlas, teniendo un cáliz de oro en su mano, lleno de abominaciones y las impurezas de su fornicación. 

Concordancias: 

Γυνὴ (mujer): cfr. Mt. V, 28; XIII, 33; Lc. XIII, 21; Apoc. II, 20; IX, 8; XII, 1.4.6.13-17; XIV, 4; XVII, 3.6-7.9.18; XIX, 7; XXI, 9. 

Περιβεβλημένη (vestida): cfr. Sal. LXX, 13; LXXXIII, 7; LXXXVIII, 46; CIII, 2; CVIII, 19.29; Is. LIX, 17; Mt. VI, 29.31; XXV, 36.38.43; Lc. XII, 27; Apoc. III, 5 (Sardes); 18 (Laodicea); IV, 4 (24 Ancianos); VII, 9.13 (Mártires del Anticristo); X, 1 (San Gabriel); XI, 3 (los dos Testigos); XII, 1 (Mujer); XVIII, 16 (Babilonia); XIX, 8 (Jerusalén Celeste); XIX, 13 (Jesús). Ver Cant. VI, 9. 

Πορφυροῦν (púrpura): cfr. Jn. XIX, 2.5; Apoc. XVIII, 12.16. 

Κόκκινον (escarlata): cfr. Mt. XXVII, 28; Heb. IX, 19; Apoc. XVII, 3; XVIII, 12.16. 

Κεχρυσωμένη (dorada): Solamente en el Apoc. cfr. Apoc. XVIII, 16. 

Χρυσίῳ (oro): cfr. I Ped. I, 7; Apoc. III, 18; XVIII, 16; XXI, 18.21. 

λίθῳ (piedra): cfr. I Cor. III, 12; Apoc. IV, 3; XVIII, 12.16.21; XXI, 11.19. 

τιμίῳ (preciosa): cfr. I Cor. III, 12; Apoc. XVIII, 12.16; XXI, 11.19. 

Λίθῳ τιμίῳ (piedra preciosa): cfr. Dan. XI, 38; Apoc. XVIII, 12.16; XXI, 11.19. 

Μαργαρίταις (perlas): cfr. Mt. VII, 6; XIII, 45-46; I Tim. II, 9; Apoc. XVIII, 12.16; XXI, 21. 

Ποτήριον (caliz): cfr. Sal. LXXIV, 9; Jer. XXV, 15; Is. LI, 17; Apoc. XIV, 10; XVI, 19; XVIII, 6. 

χειρὶ (mano): cfr. Apoc. I, 16; VI, 5; VII, 9; VIII, 4; X, 2.8.10; XIII, 16; XIV, 9.14; XIX, 2; XX, 1.4. 

γέμον (lleno): cfr. Apoc. IV, 6.8; V, 8; XV, 7; XVII, 3; XXI, 9. 

βδελυγμάτων (abominaciones): Cfr. Mt. XXIV, 15; Mc. XIII, 14; Lc. XVI, 15; Apoc. XVII, 5; XXI, 27. Ver Apoc. II, 22; XXI, 8. 

Ἀκάθαρτα (impurezas): cfr. Mt. X, 1; XII, 43; Mc. I, 23.26-27; III, 11.30; V, 2.8.13; VI, 7; VII, 25; IX, 25; Lc. IV, 33.36; VI, 18; VIII, 29; IX, 42; XI, 24; Hech. V, 16; VIII, 7; Apoc. XVI, 13; XVIII, 2. Ver Hech. X, 14.28; XI, 8; I Cor. VII, 14; II, Cor. VI, 17; Ef. V, 5. 

Πορνείας (fornicación): cfr. Mt. V, 32; Hech. XV, 20.29; XXI, 25; Apoc. II, 21; IX, 21; XIV, 8; XVII, 2.5; XVIII, 3; XIX, 2. Ver Apoc. II, 14.20; XVIII, 9. Ver Mt. V, 27-28.32; XIX, 18; Mc. X, 19; Lc. XVI, 18; XVIII, 20; Apoc. II, 22. 

 

Notas Lingüísticas: 

Allo: “Remarcar el cambio de caso τὰ ἀκάθαρτα (las impurezas), después del genitivo βδελυγμάτων (abominaciones); γέμο (lleno), en el Apocalipsis puede regir ambos casos (ac. y gen.), pero en rigor, es posible que ἀκάθαρτα sea un segundo régimen directo de ἔχουσα”. 

Iglesias: “El texto griego dice lit.: abominaciones y las inmundicias...; la traducción entiende la partícula griega kaí (y) con valor explicativo: “abominaciones, o sea, las inmundicias…”. 

 

Citas Bíblicas: 

Jer. LI, 7: “Babilonia era un cáliz de oro en la mano de Jehová, para embriagar toda la tierra; de su vino bebieron los pueblos de modo que enloquecieron”. Cfr. Jer. XXV, 15 ss. 

Apoc. XVIII, 16: “¡Ay, ay la ciudad, la grande, la vestida de lino fino y púrpura y escarlata y dorada en oro y piedra preciosa y perla!”. 

Comentario: 

Straubinger: “La mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y cubierta de oro y piedras preciosas y perlas, y llevaba en su mano (por una parte) un cáliz de oro lleno de abominaciones y (por otra) las inmundicias de su fornicación”. 

Straubinger: “Abominaciones: en la Sagrada Escritura, término para señalar la idolatría y los vicios que proceden del culto a los ídolos”. 

Allo: “Vaso de oro” en la mano, cfr. Jer. LI, 7, pero con adaptación, pues Babilonia misma es un ποτήριον (vaso-cáliz) en la mano de Dios”. 

Allo: “La prostituta, engalanada con todas las vanidades de la tierra, es completamente lo opuesto a la Mujer del cap. XII, vestida de sol y coronada de estrellas; se opone tanto a esta “Madre” como a la “Esposa” del cap. XXI”. 

Wikenhauser: “El color escarlata simboliza el lujo y el esplendor de la gran potencia encarnada en la Bestia. La mujer cabalga sobre la Bestia; la ciudad descansa sobre el poder del imperio. Va vestida de púrpura (rojo oscuro) y de escarlata (rojo pálido) y, a la manera de las meretrices, cargada de valiosos adornos. En su mano sostiene una copa de oro llena de abominaciones e inmundicias, como símbolo de que tiene al mundo entero infectado con su idolatría (tal es aquí el sentido de “abominaciones”) y su perversión”. 

Caballero Sánchez: “Esta copa es cáliz. Las que los Ángeles derramarán son llamadas “fíalas”. Ésta, como el vaso de la Cena y el de la Pasión, así como el que Juan nos mostraba lleno del vino de la cólera de Dios, se llama en griego “potirion”. Su contenido está hecho para ser bebido, mientras que el de las fíalas es hecho para ser derramado”. 

Biblia de Sacy: “Pero esta aparición de oro y piedras preciosas marca su lujo y sus magníficas riquezas, que aparecían sobre ella como sobre una prostituta, para servir como atractivos al amor impuro que quería inspirar. ¿Qué otra cosa significa el cáliz de oro, lleno de abominaciones y las impurezas, sino los atractivos por los cuales las mujeres pervertidas se unían a sus amantes y los brebajes que les presenta a fin de inspirarles amor?”.