miércoles, 4 de febrero de 2015

La Profecía de las 70 Semanas de Daniel y los Destinos del Pueblo Judío, por Caballero Sánchez. Capítulo XIV

CAPITULO DECIMOCUARTO

EL BLOQUE ANTIMESIANICO, DURANTE LA 70° SEMANA

V. 27: «Y hará firme la alianza con muchos durante una semana...».

El texto hebreo no ofrece dificultades. La traducción natural es la que presentamos. Sostiénela con razón el P. Lagrange contra Knabenbauer. Este, en efecto, prefiere entender el texto a la luz de las versiones de Teodoción y de la Vulgata, donde « una semana» en nominativo se toma por sujeto del verbo «hará firme»: καὶ δυναμώσει διαθήκην πολλοῖς ἑβδομὰς μία: "y una semana corroborará el pacto con muchos".
Con todo, la primera razón en que se apoya el P. Lagrange contra Knabenbauer nos parece exagerada. La saca de la significación del verbo higebbir: «Giro de por sí raro —dice—, pues, si bien hallamos en la Escritura que «un día hizo...» (Job., III, 3,10; XXX, 17, Mal., III, 19), no es posible atribuir a «una semana de años» lo que se hace de ordinario con un acto único. A lo más podría decirse que siete años han confirmado una alianza  ya contraída. Pero el sentido de «confirmabit», quizá escogido intencionalmente por la Vulgata, no parece expresar con exactitud el verbo higebbir, que significa: «hizo grande y sólidamente...» (p. 187). Podría responder Knabenbauer que aun reteniendo este sentido, no muy alejado de «confirmabit», no repugna de suyo, por más que la común experiencia demuestra lo contrario, el que siete años de acción mancomunada, entre repetidas y solemnes declaraciones, frente a los mismos ideales y luchando contra las mismas contradicciones, corroboren grandemente una alianza al principio vacilante... Un tiempo de vida común, entre aliados recelosos en el primer momento, los hará entenderse luego mejor para llevar a cabo alguna común empresa.

Pero la verdadera razón de desechar la construcción anormal adoptada por Knabenbauer la saca el P. Lagrange de las mismas versiones consideradas en el inciso siguiente: «Por otra parte —dice— las mismas versiones entendieron claramente que la rareza del giro se habría vuelto intolerable, si se hubiese atribuído a la mitad de la semana el haber  hecho cesar los sacrificios, cosa que debió ser objeto de un decreto con presteza ejecutado". Teodoción y la Vulgata tradujeron desde luego: «y en la mitad de la semana…» Ahora bien, en el hebreo, esta última construcción es absolutamente igual a la anterior. Luego es menester traducirlas del mismo modo» (ibíd., p. 187).
Observación plenamente justificada que comprueba, desde el punto de vista de la crítica textual, la traducción por nosotros adoptada: "y hará firme la alianza con muchos por una semana".


Para rechazar este sentido natural, tiene Knabenbauer un motivo muy fuerte, pero extratextual, que se refiere al sistema de exégesis por él seguido.
Él quiere a todo trance que la Alianza de que aquí se habla sea la Alianza santa del Nuevo Testamento, cosa en absoluto imposible si se deja en la frase el sujeto natural que sigue siendo para todos esos verbos....« el pueblo de un jefe que vendrá».
Salta a la vista que esa interpretación es apriorística, sin fundamento textual.

Además, para precisar bien el concepto escriturario de la «Nueva Alianza», hay que recordar:

a) Que la Alianza de Dios con las Gentes mediante el Evangelio no está en la perspectiva de las 70 semanas recortadas sobre Jerusalén e Israel.

b) Que si bien, en toda la Biblia, la realización de la Promesa mesiánica llama «Nueva Alianza» eterna de Dios con su pueblo, no es razón para imaginar que aquí se habla de ella. El contexto anterior lo contradice. Según el v. 24, los bienes mesiánicos en su realidad plena son para después de las 70 semanas. No están en la 70° sino «in fieri», como la resurrección de Cristo está virtualmente en el mérito de su Pasión y Muerte, como la espiga está precontenida en el germen que en la tierra se pudre…

c) Que si el Evangelio dice que el Cáliz de la Sangre de Jesús derramada en la Cruz es el Nuevo Testamento o la Nueva Alianza, lo es a modo de condición, precio y sello, pues sin efusión de sangre no hay redención. Es la Alianza Nueva en su fieri vital bajo apariencia de muerte —Inmolación del Cordero y co-inmolación de su Cuerpo místico, hasta que terminada la 70° semana y completada la efusión de sangre, aparezca el fruto precioso y total de esa Redención con la victoria escatológica del Emmanuel en la Nueva Jerusalén Esposa del Cordero. Por eso, Jesucristo al profetizar los sucesos de la última semana daniélica, decía a los discípulos: «cuando estas cosas comiencen a verificarse, erguíos y alzad vuestras cabezas, porque se acerca vuestra redención» (Luc., XXI, 28)[1].

La opinión de Knabenbauer es totalmente ilusoria, y en esa ilusión caemos todos cuantos imaginarnos que la Nueva Alianza de los textos bíblicos se refiere a los Desposorios de Cristo con la Iglesia romana gentílica, exclusión hecha de la futura gloria de la Nueva Jerusalén Esposa del Cordero...
Y es por lo mismo completamente falsa la interpretación de este inciso, presentada por ese autor con tanta firmeza, cuando dice: «es de todo punto cierto que la confirmación del Pacto de que aquí se habla debe entenderse de la donación de los bienes espirituales hecha por Cristo, al fundar su reino, a la Iglesia universal... Que esa es la Nueva Alianza...»

Si es inaceptable la exégesis de Knabenbauer, no lo es menos la del P. Lagrange en cuanto a la aplicación histórica que hace del texto, entendiéndolo del rey sirio Antíoco Epífanes, perseguidor de los Judíos.
«Hará firme la alianza con muchos por una semana», significa que Antíoco, por halagos seductores, atraerá en sus redes a muchos israelitas, haciéndoles abandonar la Alianza santa de Yahvé para formar causa común con los perseguidores.
Antíoco pensó en los desertores de la Ley, les ayudó a paganizarse, tuvo entre ellos un partido. No cabe duda. Los libros de los Macabeos lo declaran explícitamente (I Mac., I, 31, 45, 55; II Mac., IV, 12, ss.). ¿Es ésa la alianza firme de nuestro texto?

No es posible. Todo se opone a ello: la naturaleza del Agente del pacto, los tiempos que se le asignan y el pacto mismo.

a) El que promueve la alianza es «el pueblo de un jefe que vendrá»[2]. Trátese, por consiguiente, de «pueblos confederados», porque «un pueblo» no firma pactos solemnes con individuos quintacolumnistas.
Los «muchos» con quienes el «pueblo» invasor corrobora su alianza son otros pueblos que están en pie de igualdad para firmar pactos con él.
Además, según los Libros de los Macabeos, no es Antíoco el que toma la iniciativa de pactar con personajes judíos. Son éstos los que buscan el apoyo de aquél para medro personal y deshonra de la religión: «En aquellos días, salieron de Israel hijos infieles que arrastraron a muchos otros consigo, diciendo: «vamos y hagamos alianza con las naciones que nos rodean...», y les pareció bueno este discurso y se ofrecieron algunos para ir a-pedir apoyo al rey (Antíoco), quien les dió licencia de vivir al modo de los Gentiles...» (I Mac., I, 12.14).
¿Qué consonancia hay entre el promotor de ese pacto con Antíoco y el texto de Daniel: «el pueblo de un jefe que vendrá hará firme alianza con muchos...»?

b) Si se consideran los tiempos, se ve que la alianza de los violadores de la Ley, encabezados por el ambicioso Jasón, que quiere para sí el solio pontificio, comienza a raíz del advenimiento al trono de Antíoco en 174. Lo cual no coincide con el tiempo que el P. Lagrange asigna a la 70° semana: 171-164. Además, después de Antíoco, vemos todavía a otro insigne intrigante en «pourparlers» con el sucesor de Antíoco... Son nuevas tentativas de Menelao para volver al trono sacerdotal. ¿En qué quedamos del inciso «durante una semana» hará alianza...?

c) Asimismo, la calidad del pacto de que habla Daniel no tiene realización ninguna en los enredos y combinaciones privadas que mediaron entre Antíoco y los violadores de la Ley.
¿Tan pronto se olvida el P. Lagrange de lo que acaba de exponer acerca del sentido de higebbir: «hizo grande o sólido»? ¿Qué sonada y solemne alianza es aquella que se perpetra a escondidas por medio de artimañas y lisonjas, repetidas veces y con personas privadas? Y ¿qué firmes resultaron las combinaciones entre Antíoco y el intruso Jasón, jefe de los perversos, cuando, al poco tiempo, ambos se traicionan mutuamente? Antíoco, en efecto, colocó a Menelao en lugar de Jasón sobre el usurpado solio pontifical y éste pasó al partido egipcio, partido de la oposición, para tentar una venganza... Y ¿qué solidez la del pacto de Menelao con Antíoco? Aquél tuvo primero que rescatar su vida mediante una suma enorme pagada al rey, y más tarde, cuando quiso estrechar su quebradiza alianza con los sirios, recibió de Eupator, en respuesta, la sentencia de muerte, justo pago de sus crímenes...

Es evidente, por lo tanto, que la grande alianza pactada por el pueblo de un jefe que vendrá, durante una semana, no tiene nada que ver con los tiempos macabeos.

Y es que se trata de sucesos escatológicos. Del bloque de pueblos antisemitas y antimesiánicos contra los derechos del Emmanuel. Promueve la confederación el pueblo que se cree elegido para regir los destinos de la humanidad, el pueblo de los «superhombres»…

Desde el principio dela 70° semana, vuelto el Pródigo a la casa paterna y comenzados los preparativos del regio Banquete en su honor, murmura el hijo mayor sin querer entrar en la casa y deseoso él también de banquetear con sus amigos. Comienza la famosa discessio, en combinación con la formación del bloque antimesiánico, que se acentúa y se prolonga hasta la «inundación» final.

Este bloque político-religioso aparecerá a la visión de Juan, en el cenit de su fuerza grandiosa, como la Bestia del Mar de diez cuernos y siete cabezas, Bestia cuarta que ha absorbido en su provecho el poder de las tres otras, leopardo, oso, león...

Visión apocalíptica. Dejémosla para otra ocasión.




[1] Los puntos "b" y "c" no nos terminan de convencer, mientras que la cita de Lc. XXI nos parece a todas luces falsa, como ya lo hemos dicho en tantas oportunidades.

[2] Nos parece que esta exégesis también es indefendible, por varias razones. Hemos dado nuestra opinión AQUI.