martes, 22 de septiembre de 2020

Un reciente comentario al libro del Génesis, por Ramos García (XI de XI)

   Viene a continuación en la Antigua Crónica la dinastía XVII (=XV del A.) con “cuatro reyes en Memphis en 103 años” (=E.), que el Sothis, el Africano y Eusebio especifican en nombres y años del modo siguiente:

 


 Son preferibles, a todas luces, las cifras de E con las de la Antigua Crónica, ya por la sobriedad de la suma de 103 años, ya porque con los sumandos de E se explican fácilmente las variantes de los demás por vía de replicación. 

Lo que desde luego más llama la atención es que el texto de E., y en consecuencia el de la Antigua Crónica, que coincide en la suma, no sólo ignoran con A el nombre de Silites o Salites, sino también el de Pachnan (Apachnas) y Staan (Sethos), que el A. conoce. Es más, el Salites o Silites de S. se presenta como una réplica del Saites de A. E. (Salites 19 = Saites 19), ni más ni menos que el Pachnan de A. es una réplica del rey Aphophis (Pachnan 61 = Aphophis 61), y según otra lección en Staan se acumulan los años de Pachnan y Aphophis (50 = 36+14). 

Tales paralelismos nos hacen pensar que al nombre del rey se añadió en algunos textos el nombre de otro personaje, tal como su primer ministro, mayordomo o virrey, y que desde luego Pachnan y Staan son una misma persona. Bajo el binomio Staan-Pachnan (Sethos-Apachnas) se ocultaría el nombre Egipcio de José, transcrito en el TM Tsofnat-Pa´neah y en los LXX Ψονθομφανηχ, el Salus mundi (Salvador del mundo) de la Vulgata (Gen. XLI, 45). Más aún, el otro nombre, Salites no sería más que el sobrenombre de oficio del propio virrey, en hebreo Sal-lit, como ese de ver en Gen. XLII, 6. 

Según esto, Staan-Pchnan-Salites no sería otro que el mismísimo José, elevado a la dignidad de virrey en la corte de Egipto durante la dinastía XVII dicha de los Hyksos o Reyes-pastores que reinaron en Menfis. 

Veamos si la cronología bíblica comparada se armoniza tal vez, con esta conclusión, partiendo de la data ya anteriormente indicada, de que el 85 de Abraham coincide con el 1884 a. Cr. 


 

Sin manera alguna de manipulación, la armonía, como se ve, no puede ser más sorprendente. El año del ensalzamiento de José coincide con el segundo de Saltes, que era el 1689, y al que pudiera aludir el Gen. XLI, 1 cuando dice: 

“Al cabo de dos años soñó el Faraón, etc.”. 

Cabe, sin embargo, suponer que reinó, según es dado conjeturar fundadamente, ya de tiempo atrás, en Egipto, pues la dinastía XVII, que con él se inicia, tiene dos principios: el uno, a continuación de la dinastía XVI (E. S., Antigua Crónica), y el otro, anterior, a seguida de la dinastía XIV (A., Josefo, Maneta). En efecto, la dinastía de los Hyksos, XVII de E., es la misma que la XV del A., y en ella Saites (Aphophis I) debía de llevar 41 o 42 años de reinado, cuando después de suplantar a los xoitas de la dinastía XIV, arrolló también a los tanitas de la XVI, uno o dos años antes de ensalzar a José y unidos a esos 41 o 42 los 19 de reinado pacífico que aún vivió, harían los 61 años, que el A. y el S. equivocadamente atribuyen a Aphophis II (n. 29), cuando serían en realidad de Aphophis I (el Saites), pues Aphophis II reinó sólo 14 (E.). 

Las varias sucesiones cronológicas de este período tan oscuro de la historia egipcia se perciben intuitivamente en los dos esquemas siguientes: 


 

Las dinastías XVI y XVII del A., todas de reyes-pastores (!!), ofrecen muy poca confianza, siendo hechizas por todas las señas, compuestas y recompuestas de otras dinastías, lo mismo que la XV de E. 

El esquema a) no ofrece, por lo demás, dificultad ninguna. Según el esquema b), Amosis y Amesesis, que serían un mismo personaje, parecen formar el comienzo de la dinastía XIII tebana, que sería en lo restante paralela a la XIV xoitica. Los reyes de ésta, según una variante de E., habrían reinado 484 años, pero según otra lección reinaron sólo 184. Así también el A les suplantan los reyes-pastores en la persona de Aphophis I, el Saita (Saites), que a los 41 o 42 años de reinado subyuga también a los tanitas y tebanos de la dinastía XVI (E. S., Ant. Crónica) = dinastía XV (A) a partir de 1691. Poco después es ensalzado José 

Aphophis I (no II), en egipcio Apopi o Apapya, es el mítico Epaphos de los griegos, hijo de Júpiter e Io, a quien se atribuye justamente la restauración de Memphis[1], donde reinaron los Hyksos o reyes-pastores de la dinastía XVII, y desde donde debió de gobernar el virrey Staan-Pachnan-Salites, alias José. 

Los 19 años del Salites serían poco más o menos el tiempo que José ejerció de virrey bajo este Aphophis I (el Saita). Estos 19 años del Salites, con los 61 de Pchnan según el A, suman los 80 años cabales que José sobrevivió a su exaltación (30 + 80 = 110); y el acumularse en los 50 de Staan, (Sethos) los 36 de Apachnas según el S, con los 14 de Aphophis (II), según E, indicaría que José figuró en su oficio de virrey aun bajo el tercer Faraón de esta dinastía; es decir, casi hasta su muerte, acaecida según esta cronología, en 1609 (1719 - 110 o bien 1689 - 80) al comienzo del reinado del cuarto y último Faraón, por nombre Kertos (S). 

Cumple añadir que cuanto se refiere en Manethon, extractado por Josefo (contra App.) sobre el rey Salites y en un papiro hierático del Museo Británico sobre el rey Apapya (Apopi I), le cuadra perfectamente en su gestión de virrey de Egipto, según se describe en Gen. XLI, 45 ss; XLII, 9 ss.; XLVII, 20 ss. 

A la dinastía XVII de los reyes-pastores sigue sin solución de continuidad la dinastía XVIII, de origen tebano, cuyo principio se data del 1580 (Meyer, Breasted, Frinders Petrie, 1906) al 1600 (Museo Británico). Hemos tomado la data promedia de 1587, que Frinders Petrie diera en 1894, y sobre ella hemos calculado las cifras de referencia a la cronología universal en las dinastías anteriores, por simple adición de los años de cada rey o dinastía en sentido ascendente. 

No continuaremos dando los nombres y años de los reyes de la dinastía XVIII y siguientes, pues se salen del horizonte Genesíaco. Con lo exhumado tenemos bastante bien definido el marco histórico en que se desenvuelve la historia de Abraham, y su descendencia, a desembocar en el Éxodo según el oráculo divino (Gen. XV, 13-16). 

¿Será verdad que el elenco del libro de la Sothis echa un puente seguro sobre el caos de la historia y cronología de Egipto desde la dinastía XII a la XVIII? Así parece realmente. 

Debilitado el poder central de Tebas al final de la XII dinastía (1983), continúa sin relieve con la dinastía XIII, etc., mientras surgen sucesivamente en Xois, Tanis y Menfis las dinastías XIV, XVI y XVII (= XV A.), que comparten el poder durante más de doscientos años (1916-1691), hasta que triunfan definitivamente los Pastores de la dinastía XVII (1691-1588). 

Su primer rey, Aphophis I, llamado el Saita (Saites), venció primeramente a los príncipes de Xois (din. XIV), y luego a los ramésidas de Tanis (din. XVIII) —que reaparecerán de nuevo con la dinastía XIX—, y en el ápice de su gloria ensalzará a José y acogerá a los israelitas. Pero al ser, años adelante, expulsados los Pastores por la reacción nacional tebana de la dinastía XVIII —el nuevo Imperio de los egiptólogos, correspondiente al rey nuevo de Ex. I, 8—, Israel correrá a no tardar la misma suerte, allá por la cuarta generación, a partir de Abraham (Gen. XV, 16). 

Como se ve, la coincidencia Tanis-Hebrón, punto de contacto el más aproximado entre la historia de Egipto e Israel, es fecunda en armónicos sincronismos harto más que la ecuación Hammurabi-Amrafel, sobre que tanto se ha escrito, y que entraña una serie de graves problemas, y no es el menor el que Hammurabi parece pertenecer al siglo XVIII a. Cr., mientras Amrafel con Abraham serían del XX. Si esto, no obstante, Amrafel es Hammurabi, seria tal vez el caso de distinguir entre Hammurabi I y Hammurabi II. ¿Quién sabe? 

JOSÉ RAMOS GARCÍA. C. M. F.

 

La Calzada, 1 de septiembre de 1953.


 [1] Eusebii, Chronicon Armen., II, en el año 529 después de Abraham.