8. Y el cadáver de ellos (yacerá) en la plaza de la ciudad, la grande,
que se llama espiritualmente Sodoma y Egipto, donde también su Señor fue
crucificado.
Citas
Bíblicas:
Salmo
LXXVIII: “Salmo de Asaf.
Oh Dios, los gentiles
han
invadido tu heredad,
han
profanado el Templo de tu santidad,
han hecho de Jerusalén
un montón de ruinas.
Dieron
los cadáveres de tus siervos
por
pasto a las aves del cielo;
las
carnes de tus santos
a
las bestias de la tierra.
Derramaron
su sangre como agua,
en
rededor de Jerusalén,
y
no hubo quien les diera sepultura.
Hemos venido a ser
el escarnio de nuestros
vecinos,
fábula y ludibrio de
los que nos rodean.
¿Hasta cuándo, Señor?
¿Ha de durar tu ira
para siempre?
¿Arderán tus celos como
el fuego?
Derrama
tu cólera sobre las gentes
que
no te conocen,
y
sobre los reinos que no invocan tu Nombre;
porque ellos han
devorado a Jacob
y han asolado su
morada.
No quieras recordar
contra nosotros
las iniquidades de
nuestros mayores;
venga pronto a
encontrarnos tu misericordia,
porque estamos muy
abatidos.
Acude a socorrernos,
oh Dios, Salvador
nuestro,
por la gloria de tu
Nombre.
Líbranos y olvida
nuestros pecados,
a causa de tu Nombre.
¿Por qué han de decir
los gentiles:
“¿Dónde está el Dios de
éstos?”
Sea
manifiesta contra los gentiles,
delante
de nuestros ojos,
la
venganza por la sangre vertida de tus siervos.
Suba hasta Ti el gemido
de los cautivos,
según la potencia de tu
brazo,
salva a los destinados
a la muerte.
Derrama en retorno,
sobre el seno de
nuestros vecinos,
septuplicado el ultraje
que arrojaron sobre Ti,
Señor.
Y nosotros, tu pueblo,
y ovejas de tu grey,
te daremos gracias
eternamente,
y cantaremos tu
alabanza,
de generación en
generación”.
Comentario:
Con respecto a la singular
opinión de Lacunza, notemos un par de cosas:
a) Debe leerse “la plaza” en
lugar del plural.
b) Jesucristo fue crucificado en Jerusalén como Él mismo lo da a
entender en Mt. XX, 18 s y concordantes.
Cfr. además Lc. XIII, 33.
Straubinger: “En la plaza: más
exacto que en las plazas (Vulgata). Sodoma y Egipto, figuras del
mundo enemigo de Dios, son aquí nombres dados a esa Jerusalén pisoteada
(v. 2). Véase Is. I, 10; Jer. XXIII, 14; Ez. XVI, 46”.
Allo: “Judá es llamada Sodoma
o comparada a esta ciudad infame Is. I, 9 ss; Ez. XVI, 42.55; cfr. Jer.
XXIII, 14; Deut. XXXII, 32; “Egipto”, es nombre típico que significa “lugar de
servidumbre”.
Wikenhauser: “No se designa la ciudad
por su propio nombre, pero la explicación “donde también su Señor fue
crucificado”, no deja la menor duda de que se trata de Jerusalén. Los dos
nombres simbólicos que se le aplican quieren llamar la atención sobre la
hostilidad hacia Dios y la depravación moral que distingue a sus habitantes. En
Sab. XIX, 14-15, Sodoma y Egipto son los símbolos de la corrupción y la
impiedad. En otros pasajes del Apocalipsis se da el nombre de gran ciudad, a
Babilonia (XIV, 8; XVI, 19; XVII, 5.18; XVIII, 2.10); aquí, en cambio, el
epíteto se da a Jerusalén, porque es precisamente a esta ciudad a la que,
en la intención del autor, se refiere la profecía en cuestión”.
Fillion: “El nombre de Egipto
no deja de ser significativo ya que esta comarca era el tipo de los enemigos de Dios”.
9. Y ven de entre los pueblos y tribus y lenguas y naciones el cadáver de
ellos, días tres y medio; y sus cadáveres no dejan se pongan en sepulcro.
Notas Lingüísticas:
Zerwick: “ἐκ indica la parte, como el genitivo partitivo “de
entre”.
Comentario:
Estos de entre los “pueblos y
tribus y lenguas y naciones” parecen ser los enumerados en X, 11: “Debes tú de nuevo
profetizar sobre pueblos y naciones y lenguas y reyes numerosos”.
Allo: “El triunfo aparente
de los gentiles y de la Bestia durará justo tantos días como la
actividad victoriosa de los Testigos ha durado en años (And.)…”.
Parecería que hay una diferencia
entre βλέπουσιν (ver) y θεωροῦντας (contemplar, v.
11 y 12) ya que el segundo significado se referiría a los que lo ven
con sus propios ojos, mientras que los primeros lo ven a través de algo, como
que se ofrece a sus ojos, lo cual hace pensar en la televisión e internet.
Cfr. “El aspecto verbal” de
Mateos, num. 326.
Zorell dice:
Θεωροῦντας: “Ser espectador, esperar, sobre
todo de una cosa admirable, nueva, grande o algo que me interesa mucho conocer”.
Βλέπουσιν: “1) ver con los
ojos: a) en sentido más bien pasivo y receptivo: ver lo que se
ofrece a los ojos…”.
Caballero Sánchez: “Espectáculo mundial,
sin dudas. Si las gentes exigen que la exhibición dure tres días y medio,
no sólo es para que los espectadores allí presentes se den cuenta cabal de la
realidad de aquellas muertes, y puedan ir desfilando sin interrupción algunos
millones de personas, es también, probablemente, para que tal espectáculo pueda
ser televisado hacia todos los puntos de la tierra…”.