lunes, 4 de noviembre de 2019

Algunas Notas a Apocalipsis IX, 15-17


15. Y fueron liberados los cuatro ángeles, los preparados a la hora y día y mes y año, a fin de matar la tercera parte de los hombres.

Comentario:

¿Este “hora, día, mes y año” fijo, coincide con el terremoto de XI, 13?

Fillion: "Preparados para la hora y el día y el mes y el año, es decir, para el momento preciso que Dios había fijado en sus designios".

Alápide: "Ut occiderent tertiam partem hominum: No de los signados, como se ve por lo dicho en VII, 3 y IX, 4, sino de los impíos y réprobos. Lo mismo se vé por el hecho de que si aquí fueran muertos los píos y justos, entonces no quedaría ningún justo sobre la tierra. Pues, como se dice luego, los demás que no son muertos, serán idólatras. Por lo tanto, se habla solamente aquí de los no signados e impíos (contra quienes van dirigidas estas venganzas y penas), de los cuales dice que ha de morir la tercera parte; los demás permanecerán en su idolatría y crímenes".

Charles: "τὸ τρίτον τῶν ἀνθρώπων (la tercera parte de los hombres). Los siervos de Dios están exentos de este "Ay", IX, 4.20. Solo los "habitantes de la tierra" (VIII, 13), han de ser destruidos".

Jünemann: “Para matar en tiempos y momentos fijos”.


16. Y el número de los ejércitos de la caballería, dos veces miríadas de miríadas (doscientos millones); oí su número.

Comentario:

Allo: "Estas miríadas de miríadas (200.000.000) son una cifra parecida a la de los ángeles de la corte celeste (V, 11), lo que nos lleva ya a creer que se trata de ángeles del Abismo".

Garland: "Tener en cuenta que el pasaje dice "dos miríadas de miríadas" que indica una incontable multitud más que precisamente "200 millones".


17. Y así vi los caballos en la visión y a los sentados sobre ellos: teniendo corazas (de color) ígneas y jacínticas (azul violáceo) y sulfúreas (amarillo) y las cabezas de los caballos como cabezas de leones y de sus bocas sale fuego y humo y azufre.

Citas Bíblicas:

Nah. II, 1-4: “Está ya delante de ti el devastador; guarda la plaza fuerte, observa los caminos; fortalece tus lomos, aumenta mucho tus fuerzas. Pues Yahvé restaura la gloria de Jacob, así como la gloria de Israel; porque los saquearon saqueadores que destruyeron sus vástagos. Los escudos de sus guerreros están teñidos de rojo, sus valientes vestidos de púrpura; sus carros centellean como acero en el día de la reseña, y vibran sus lanzas. Los carros se precipitan por las calles, atraviesan veloces las plazas; parecen antorchas, corren como relámpagos”.


Comentario:

Fillion: “In visione: El escritor sacro inserta este detalle a fin de explicar el carácter alegórico de los combatientes y de sus caballos”.

Wikenhauser: "Las proporciones de este ejército y el espectáculo que ofrece son completamente fantásticos. Consta de doscientos millones de caballos con sus jinetes, protegidos estos últimos con corazas de color de fuego, de jacinto y azufre; el color de las corazas corresponde exactamente al fuego, humo y azufre que arrojan las bocas de los caballos".

Sales: "Los tres colores del fuego, del jacinto (violeta oscuro) y del azufre corresponden a las tres materias fuego, humo y azufre, que salen de la boca de los caballos".