miércoles, 8 de noviembre de 2017

El Reino de Cristo consumado en la tierra, por J. Rovira, S.J. (Reseña) (IV de V)

Con respecto a la traducción digamos antes un par de cosas:

Antes que nada, no somos traductores ni mucho menos, pero se nota muchísimo que estamos en presencia de una traducción y basta con cotejar las diferencias que existen en la mera redacción entre una traducción del texto y algunas tomadas, por ejemplo, de la BAC.

Esto no sería tanto de lamentar si las cosas quedaran aquí.

Pero tampoco hace falta ser traductor ni tener el original a mano para descubrir más de un error de traducción. Algunos serios, como veremos.

El traductor se ataja (y hace bien) de su escaso latín, y agradece a quienes lo han ayudado (y sigue haciendo bien), pero creemos que lamentablemente no es suficiente, pues como veremos, además del deficiente latín, parecen no estar familiarizados con el tema que están traduciendo, lo cual es imprescindible.

Veamos algunos ejemplos:

Pag. 42: “Así pues, esto San Agustín, que, sin embargo, después cambió de opinión…”.

Seguramente debería traducirse algo así como “esto dice”, que está implícito.

Lo mismo se repite en varios otros pasajes: pag. 183 x2 y 254.

Pag. 45: “¿Pues qué habrán de hacer entonces aquellos santos en la tierra? o ¿por qué en ella no han permanecido ni siquiera algún tiempo? O, evidentemente la tierra ha de suponerse el lugar propio de inhabitación de los santos resucitados o de diverso modo (o no). Si (lo) primero, se dijo (se pregunta), ¿porque (por qué) los santos no por siempre han de morar en la tierra? (no han de morar por siempre) Si, en verdad se elige otra (solución al tema) (lo segundo) ¿por que (por qué) se dice que los mismos santos permanecerán algún tiempo en la tierra?, ¿por qué mil años mejor que (más bien que) algún espacio de tiempo más largo o más breve? Mas muy de otra manera ha de verse el tema, si se supone que hasta entonces ha de subsistir el estado de vía y haber en la tierra hombres viadores sobre los que, parece, que (esta palabra está de más) los santos reinarán”.

Hemos puesto en verde una tentativa de corrección en algunos casos y en otros, enmendado errores gramaticales evidentes. Lamentablemente párrafos como este se leen en varias ocasiones.


Pag. 63: “Aunque la narración se tome en sentido literario y propio, en absoluto en ella se contiene propiamente palabras carnales, ni indignas a la santidad de Dios ni a la pureza de los santos…”.

Leer: Sentido literal y propio (lo mismo en pag. 306), por un lado y de la santidad de Dios y de la pureza de los santos, por el otro.

Pag. 195: “El mayor y el menor de los textos de la sagradas Escrituras que deben ser examinados son:

Prueba mayor…”.

Debería traducirse la mayor y la menor pues se trata de la proposición del silogismo. De todas formas, tampoco queda muy clara la frase.

En la segunda oración leer prueba de la mayor.

Lo mismo se lee en pag. 197/8; 215; 242/4; 268; 327; 384 y 399.

Pag. 237: “también se requiere en todos el lavado de la regeneración, o el sacramento del bautismo, al menos en promesa…”.

Seguramente el original latino dice in voto, que se debe traducir de deseo.

Pag. 257: ¿Acaso alguien no ve cuánto dista esto de aquella…?”.

Tal vez sea mejor: ¿Acaso nadie ve…?”.

Pag. 266: “Pero esta justicia universal, por contra, se propone…”.

Leer: por el contrario. Lo mismo en pag. 284.

Pag. 271: “esto posterior, que vamos a tratar ahora…”

Leer: último.

Pag. 288: “Luego, un tiempo, tiempos y medio tiempo son tres años y medio, lo que equivale a mil doscientos sesenta días (si computamos el año de 1260 días), y cuarenta meses”.

Leer: y a cuarenta y dos meses.

Pag. 297: “También esto mismo es dicho en el texto Apocalíptico, así es, que el reino de los santos, que en él se propone…”.

Parecería que hay un scilicet o videlicet que debería traducirse por a saber. Lo mismo en pag. 317.

Pag. 312: “Y ví una mujer sentada sobre una bestia escarlata, llena de nombres de blasfemia, la cual tenía siete cabezas y dos cuernos”.

Leer, obviamente, diez.

Pag. 331: “Luego el reino de los santos no es ahora, pero ha de ser…”.

Leer, sino que ha de ser…

No es el único caso.

Pag. 339: “Vatablo parece admitir, ciertamente, aquel período de cuarenta y cinco días, y esto se escribe en su escuela, en Dn. 12, 12”.

Seguramente el original dice scholia, es decir escolios o comentarios.

Pag. 367: “desde cuando ha de tomarse el inicio de aquellas setenta y cinco semanas de Daniel…”.

Leer cuándo y setenta.


Algunas traducciones son inentendibles y otras, que hemos podido consultar, son francamente muy defectuosas, como es el caso de la larga traducción a Alápide en pag. 346 y sig. que, a decir verdad, tiene errores por todos lados, y sería demasiado tedioso ponernos a analizar.