4. Y se les dijo
que no dañasen la hierba de la tierra, ni nada verde, ni ningún árbol, sino a
los hombres, los que no tienen el sello, el de Dios, en las frentes.
Concordancias:
ἀδικήσουσιν (dañasen): cfr. Lc. X,
19; Apoc. II, 11; VI, 6; VII, 2-3; IX, 10.19; XI, 5; XXII, 11.
Comentario:
Notar que estamos en presencia de
dos grupos sellados diversos:
1) Los 144.000 del Sexto
sello que se identifica con la Mujer que huye al desierto y que son preservados
del ataque del Demonio en el cap. XII y de la quinta Trompeta.
2) Los 144.000 del cap.
XIV que no van a ser ni seducidos por la Bestia de la Tierra ni muertos por
la Bestia del Mar.
Bartina: "Ante todo, Dios,
tal vez por medio del ángel, les prohibió a las langostas-diablos que dañasen
los bienes de los hombres, que son los cultivos. Con eso se declaran que no eran langostas verdaderas. Éstas dañan
toda vegetación, que aquí se expresa por la división tripartita de
totalidad: hierba del campo, sin semilla aparente; los cereales y plantas
parecidas con semilla, y los árboles con sus frutos y variedades (Gen. I,
11-13)".
MacArthur (citado por Garland): "La referencia a la hierba de la tierra sugiere que ha pasado un cierto
lapso de tiempo desde que la primera trompeta quemó toda la hierba que había en
esa temporada (VIII, 7). La hierba dañada creció de nuevo y debe permanecer
intacta en esta plaga, indicando que ha pasado el suficiente tiempo para
una recuperación parcial del ambiente de la tierra".
Fillion: "Ne laederent
foenum: El heno había crecido de nuevo, desde la primera trompeta (VIII,
7).
5. Y se les
dio que no los matasen, sino que los atormentasen meses cinco y su tormento
como tormento de escorpión cuando hiere un hombre.
Comentario:
Gelin: “El autor describe una
invasión de insectos extremadamente penosa. Sus picaduras exasperarán a
los hombres durante cinco meses, todo un verano, duración de la vida de una
langosta”.
Detalle extremadamente
interesante que nos ubica de lleno en los tiempos en que todo esto tiene lugar.
Si las langostas viven comúnmente cinco meses y en verano,
entonces este período sería el de Marzo-Septiembre. Si el Anticristo ya ha
tomado Jerusalén desde hace tres días y medio cuando suena la sexta trompeta
como consta por Apoc. XI, 14, entonces parece que los cinco meses en los cuales
el ejército de demonios va a poder atormentar a los habitantes de la tierra
corren entre Marzo-Abril y terminan en Agosto-Septiembre[1]. Esto coincide con otros
argumentos que indican que el Anticristo aparecerá en el mes de septiembre
y Elías tres años y medio antes,
en el mes de marzo-abril. Durante los primeros tres años de la prédica de
los dos Testigos tendrán lugar los siete sellos y las primeras cuatro trompetas.
Straubinger: “Por cinco meses:
se ha observado que las plagas de langostas suelen extenderse en el Asia
por espacio de cinco meses".
Wikenhauser: “Cinco meses es un
número redondo y designa un período de cierta duración, y al mismo tiempo el lapso
que dura la vida de la langosta. La
picadura del escorpión es muy dolorosa, pero rara vez mortal. Por eso los hombres
que serán picados por estas langostas, acuciados por dolor insoportable
anhelarán la muerte, pero en vano”.
Fillion: “Según numerosos
intérpretes, el rasgo de cinco meses estaría tomado de la duración habitual
de la plaga de langostas (de mayo a septiembre u octubre)[2]”.
Sales: "Las langostas
viven generalmente de mayo a septiembre u octubre, y también el flagelo
anunciado tendrá corta duración".
6. Y en los
días aquellos buscarán los hombres la muerte y no la hallarán y desearán morir
y huye la muerte de ellos.
Notas
Lingüísticas:
Allo: “φεύγει (huye):
presente dramático”.
Citas
Bíblicas:
Job
III, 21-22: “A los que esperan la muerte, que
no viene, aunque la buscan cavando con más empeño que un tesoro. Se alegran con júbilo y son felices al
hallar el sepulcro”.
Comentario:
¿La Muerte es la misma que la del
cuarto jinete (VI, 8)?
Charles: "φεύγει (huye)
es el presente de evitación habitual, como Alford observa. No solamente predice,
sino que afirma una certeza (Robertson, Gram. 870)".
[1] Ver sin embargo el comentario de Fillion
en el v. 6. Cualquiera sea la opinión correcta, está claro que el tiempo
es más o menos el mismo: durante el verano; lo cual coincide con la advertencia
de Nuestro Señor cuando les dice que no esperen hasta el invierno (21 de septiembre)
para huir, una vez que vean al Anticristo
profanando al Templo.
[2] Ver el comentario de Gelin en el vers.
3. Si mayo es el mes 1 entonces septiembre es el mes 5 según el modo de
contar de los judíos.