martes, 21 de octubre de 2025

El libro de Josué como imagen del Apocalipsis (V de VII)

 Capítulos IX-X

 Pacto con los gabaonitas y

batalla con coalición de reyes

 

Llegamos a los capítulos 9-10, tal vez de los más interesantes, sobre todo el último.

En el cap. 9 sucede algo muy curioso: uno de los pueblos que habitaba la tierra Santa se dijo a sí mismo: “si no hacemos nada, vamos a ser masacrados por los hebreos”, y así, idearon una pequeña estrategia.

Se pusieron ropa vieja y sucia, dejaron crecer sus barbas y cabellos, cargaron pan duro y fueron hasta donde estaba el campamento de Josué en Gálgala. Y al llegar dijeron que eran un pueblo lejano y que hicieran alianza con ellos, que no los mataran, que serían sus esclavos. Josué hizo pacto con ellos sin consultar a Dios, pero luego Dios les dijo quiénes eran y que había sido engañado, pero que debía mantener el juramento que había hecho.

Este pueblo fue agregado al de Israel y se ocupó de los trabajos más humildes: llevar leña y transportar el agua para el Templo.

Hay en este capítulo una frase que por demás interesante. En IX, 8, Josué les pregunta:

 

¿Quiénes sois y de dónde venís?”.

 

Esta misma frase, si no me equivoco, aparece en un solo lugar en toda la Biblia… cuando San Juan tiene la visión en el cielo de los Mártires del Anticristo entrando en procesión al cielo, el ángel le preguntó a san Juan para probarlo:

 

“¿Quiénes son y de dónde han venido?”.

 Pero luego, y ya entramos en el cap. 10, el resto de los pueblos, al ver lo que había pasado se dijeron: “los gabaonitas son unos traidores, vamos y ataquémoslos”. Entonces los gabaonitas acudieron a Josué para que los ayudara y luchara contra estos pueblos, cosa que obviamente hizo.

En definitiva, se juntaron un grupo de 5 pueblos, liderados por Adonisédec, rey de Jerusalén… que Adonisédec sea imagen del Anticristo se ve al menos en tres cosas: en el nombre, en que es rey de Jerusalén y en que guerrea contra Josué. Vamos a empezar por este último punto.

 

a) Cuando la bestia del Mar (el Anticristo) recibe todo el poder, el Apocalipsis dice que la tierra va a blasfemar diciendo:

 

 “¿Quién (es) semejante a la Bestia?” y “¿Quién puede guerrear contra ella?”.

 

Y cuando el cap. XIX presenta a Jesús en la batalla del Harmagedón, dice:

 

Y vi el cielo abierto y he aquí un caballo blanco y el sentado sobre él llamado “Fiel y Verdadero” y con justicia juzga y guerrea”.

 

Respondiendo así a la blasfemia.

 

b) Que el Anticristo va a ser rey de Jerusalén parecería estar implícito tanto en el Apocalipsis como en san Pablo, pero lo cierto es que está explícito en el cap. XI de Daniel.

 

Dan. XI, 45: “Y plantará los pabellones reales entre los mares (Mediterráneo y Mar Muerto) contra el glorioso y santo monte (Sión). Luego llegará a su fin; y no habrá quien le preste socorro”.

 

Y notemos que “plantar los pabellones” es signo de permanencia y estadía, y no un simple paso.

 

c) Adonisédec quiere decir “señor de justicia”, y es un nombre muy curioso, por decir lo mínimo. Este nombre nos hace recordar, casi inmediatamente a uno de los personajes más extraños de la Biblia (y no es poco decir): Melquisedec, que significa “rey de justicia”.

Melquisedec era sacerdote y rey de Jerusalén y es una hermosa imagen, figura o tipología de Nuestro Señor, como lo indica bellamente san Pablo a los Hebreos en el cap. VII.

Ahora bien, es importante notar que el prefijo “anti” en anti-cristo no significa solamente “el que se opone a”, sino “el que se sienta en el lugar de”.

Con lo cual, el Anticristo es “el que ocupa el lugar de Cristo”, el cual lugar es el Templo (lugar donde habita la divinidad), y esto nos lleva invariablemente al 2 cap. de la II Tes. donde san Pablo dice, hablando del Anticristo:

 

 “El que se opone y levanta sobre todo el que se dice Dios o numen; hasta él en el Santuario de Dios sentarse, probándose a sí mismo que es Dios”.

 

Con lo cual, tenemos que Adonisédec era un sucesor lejano de Melquisedec, pero un sucesor contrario a él, es decir un impostor, y el hecho de oponerse al pueblo de Dios, parece ser un signo al respecto.

Para resumir este punto, me parece que Adonisédec es figura del Anticristo en cuanto que lucha contra Josué de la misma manera que el Anticristo va a luchar contra Nuestro Señor; en que va a reinar sobre Jerusalén, “la ciudad del gran Rey” (Mt. V, 35), así como el Anticristo va a reinar sobre Jerusalén, y porque va a suplantar a Melquisedec, así como el Anticristo va a pretender ocupar el lugar de Cristo.

En la batalla del capítulo X tenemos al menos 4 similitudes con los últimos tiempos:

 A) Granizo: lo vemos en el Apocalipsis.

 

Jos. X, 11: “Y mientras iban huyendo delante de Israel en la bajada de Betharán, Jehová hizo caer sobre ellos desde el cielo grandes piedras, hasta Asecá, y así murieron. Fueron más los muertos por las piedras de granizo que los muertos por la espada de los hijos de Israel”.

 

Apoc. VIII, 7: “Y el primero trompeteó y hubo granizo y fuego mezclados con sangre y fue arrojado a la tierra y la tercera parte de la tierra fue incendiada y la tercera parte de los árboles fue incendiada y toda hierba verde fue incendiada”.

 

Apoc. XVI, 21: “Y granizo grande como talento desciende del cielo sobre los hombres y blasfemaron los hombres a Dios por la plaga del granizo, porque grande es su plaga sobremanera”.

 

B) Sol y luna:

 

Jos. X, 12-13: “Entonces, el día en que Jehová entregó a los amorreos en las manos de los hijos de Israel, habló Josué a Jehová y dijo en presencia de Israel: “¡Sol, detente sobre Gabaón, y tú, luna, en el valle de Ayalón!”. Y el sol se detuvo, y se paró la luna, hasta que el pueblo se hubo vengado de sus enemigos. ¿No está esto escrito en el libro del Justo? Se paró el sol en medio del cielo, y no se apresuró a bajar casi un día entero”.

 

Apoc. VI, 12-14: “Y vi cuando abrió el sello, el sexto y un terremoto grande se produjo y el sol se puso negro como un saco de crin y la luna entera se puso como sangre. Y las estrellas del cielo cayeron a la tierra, como una higuera arroja sus brevas, por un viento grande sacudida. Y el cielo fue retirado como un libro que se arrolla y todo monte e isla de sus lugares se movieron”.

 

Apoc. VIII, 12: “Y el cuarto ángel trompeteó y fue herida la tercera parte del sol y la tercera parte de la luna y la tercera parte de las estrellas, para que se obscurezca la tercera parte de ellos y el día no alumbre la tercera parte y la noche de igual manera”.

 

Apoc. XVI, 8-9: “Y el cuarto derramó su copa sobre el sol y se le dio abrasar a los hombres con fuego. Y abrasáronse los hombres de ardor grande y blasfemaron el Nombre de Dios, del que tiene la autoridad sobre las plagas estas y no se arrepintieron para darle gloria”.

 Y hablando del juicio de las Naciones, Nuestro Señor había dicho en su Discurso Parusíaco:

 

Mt. XXIV, 29: “E inmediatamente después de la tribulación de los días aquellos, el sol se obscurecerá y la luna no dará su resplandor y las estrellas caerán del cielo, y las virtudes de los cielos serán sacudidas”.

 

Se trata siempre de los mismos elementos: granizo, sol, luna.

Las dos similitudes que quedan son magníficas.

 

C) El rey de Jerusalén y sus aliados se esconden en las cuevas…

 

Jos. X, 16: “Aquellos cinco reyes habían huido y se hallaban escondidos en la cueva de Maquedá…”.

 

Apoc. VI, 12-17: “Y vi cuando abrió el sello, el sexto y un terremoto grande se produjo y el sol se puso negro como un saco de crin y la luna entera se puso como sangre. Y las estrellas del cielo cayeron a la tierra, como una higuera arroja sus brevas, por un viento grande sacudida. Y el cielo fue retirado como un libro que se arrolla y todo monte e isla de sus lugares se movieron. Y los reyes de la tierra y los magnates y los tribunos y los ricos y los fuertes y todo siervo y libre se escondieron en las cuevas y en las peñas de los montes. Y dicen a los montes y a las peñas: “Caed sobre nosotros y escondednos del rostro del sentado sobre el trono y de la ira del Cordero; porque ha llegado el día, el grande, de la ira de ellos y ¿quién puede estar de pie?”.

 

D) ¿Qué hace Josué con los reyes? Les pone el pie sobre sus cabezas

 

Jos. X, 24: “Y cuando hubieron sacado a aquellos cinco reyes para presentarlos a Josué, llamó éste a todos los varones de Israel y dijo a los jefes de los hombres de guerra que iban con él: “Acercaos y poned vuestro pie sobre el cuello de estos reyes.” Y ellos se acercaron y les pusieron el pie sobre el cuello”.

 ¿Y cómo empieza el Salmo más citado en el N.T.?

 

Sal. CIX, 1: “Oráculo de Jehová a mi Señor: “Siéntate a mi diestra hasta que Yo haga tus enemigos escabel de tus pies”.

 Como se puede ver, siempre lo mismo. Los mismos elementos (granizo, sol y luna) y las mismas acciones (esconderse en las cuevas, pisar las cabezas de los enemigos).

Las “coincidencias” son abrumadoras.

Los rabinos dicen que “coincidencia” no es una palabra kosher.

 

Capítulos XI-XII

Reyes del norte –

Listado de reyes vencidos en total

 No hay mucho aquí para decir. Sólo que el capítulo 11 narra la última batalla de Josué contra una coalición de reyes liderados por Jabín, rey de Hasor; y se trató de reyes del norte, lo cual nos hace pensar, una vez más en el Anticristo, quien es llamado tanto “rey del norte” (Dan. XI, 40) como “el que viene del norte” (Jl. II, 20).

Y, una vez más, las principales ciudades fueron destruidas por el fuego, como Babilonia.

El cap. XII da la lista de los 33 reyes que fueron vencidos y muertos durante toda la campaña.

El cap. XI termina con estas palabras: “Y el país descansó de la guerra”, lo cual es un bello resumen de la tercera parte del libro.