martes, 14 de febrero de 2023

Algunas notas a Apocalipsis XIII, 11

 11. Y vi otra Bestia que sube de la tierra y tenía cuernos dos semejantes a cordero y hablaba como Dragón. 

Concordancias: 

θηρίον (Bestia): cfr. Apoc. XI, 7; XIII, 1-4.12.14-15.17-18; XIV, 9.11; XV, 2; XVI, 2.10.13; XVII, 3.7-8.11-13.16-17; XIX, 19-20; XX, 4.10. Ver Apoc. VI, 8; XVIII, 2.

 ναβαῖνον (sube): cfr. Apoc. IV, 1; VII, 2; VIII, 4; IX, 2; XI, 7.12; XIII, 1; XIV, 11; XVII, 8; XIX, 3; XX, 9. 

γῆς (tierra): cfr. Apoc. I, 5.7; III, 10; V, 3.6.10.13; VI, 4.8.10.13.15; VII, 1-3; VIII, 5.7.13; IX 1.3-4; X, 2.5-6.8; XI, 4.6.10.18; XII, 4.9.12-13.16; XIII, 3.8.12-14; XIV, 3.6-7; 15-16.18-19; XVI, 1-2.18; XVII, 2.5.8.18; XVIII, 1.3.9.11.23-24; XIX, 2.19; XX, 8-9.11; XXI, 1.24. 

κέρατα (cuernos): cfr. Lc. I, 69; Apoc. V, 6; IX, 13; XII, 3; XIII, 1; XVII, 3.7.12.16. 

ὅμοιον (semejante): cfr. Apoc. I, 13.15; II, 18; IV, 3.6-7; IX, 7.10.19; XI, 1; XIII, 2.4; XIV, 14; XVIII, 18; XXI, 11.18. 

ἀρνίῳ (cordero): cfr. Jn. XXI, 15; Apoc. V, 6.8.12-13; VI, 1.16; VII, 9-10.14.17; XII, 11; XIII, 8; XIV, 1.4.10; XV, 3; XVII 14; XIX, 7.9; XXI, 9.14.22-23.27; XXII, 1.3. 

ἐλάλει (hablaba): cfr. Apoc. I, 12; IV, 1; X, 3-4.8; XIII, 5.11.15; XVII, 1; XXI, 9.15. 

δράκων (Dragón): Sólo en el Apoc. cfr. Apoc. XII, 3-4.7.9.13.16-17; XIII, 2.4; XVI, 13; XX, 2. 

 

Notas Lingüísticas: 

Zerwick: “ὡς δράκων, sin artículo: ¿como un Dragón?”. 

 

Comentario: 

Los dos cuernos parecen simbolizar dos jefes o “reyes”. 

Straubinger: “Esta segunda Bestia, que tiene mucha semejanza con el pastor insensato de Zac. XI, 15 ss, sirve a la primera y éstas al Dragón (cfr. XVI, 13; Mt. XXIV, 23 ss). Tertuliano y San Ireneo creen que esta segunda Bestia simboliza un gran impostor que aparece con la mansedumbre de un cordero (cfr. Mt. VII, 15 y nota), pero engaña por su astucia a los hombres a tal punto que los lleva a adorar a la primera Bestia (v. 12). Cfr. XI, 18; Sab. XIII, 6 y nota, II Tes. II, 9 ss. En XVI, 13; XIX, 20 y XX, 10 se le da el nombre de Falso Profeta. Es de notar que el Cordero en el Apocalipsis no tiene dos cuernos como éste sino siete (V, 6). Cfr. Zac. III, 9 y IV, 10”. 

Allo: “Καὶ εἶδον marca aquí, no un cambio de visión, sino un progreso en la visión única. Desde el v. 11 al 17, San Juan muestra cómo todos acabarán adorando a la Bestia…”. 

Allo: “Evidentemente hay, a pesar de la ausencia de artículos, una relación querida entre “el Cordero” y “el Dragón”; es decir que este ser malvado buscará también, a su manera, y bajo otro aspecto, que la Bestia de la Tierra se parezca a Cristo; además reaparecerá bajo la designación de “Falso Profeta”, XVI, 3; XIX, 20; XX, 10; Jesús había dicho en el sermón de la montaña: “Guardaos de los falsos profetas, los cuales vienen a vosotros disfrazados de ovejas, mas por dentro son lobos rapaces” (Mt. VII, 15), y en el Apocalipsis sinóptico había advertido a sus discípulos contra la aparición de tales seductores en los “novissima tempora”. El carácter de esta segunda Bestia, autóctona, es, de ahora en adelante, suficientemente indicada; es de un poder de orden intelectual y religioso, y no político como la primera”. 

Bover: “Si la Bestia del mar representa a los falsos cristos, la Bestia de la tierra simboliza los falsos profetas (Mt. XXIV, 24; Mc. XIII, 22), es decir, la intelectualidad irreligiosa o pseudo-religiosa”. 

Gelin: “En el judaísmo se conocían dos monstruos: uno (Leviathan) venía del mar, el otro (Béhémoth) de la tierra (Enoc LX, 7 ss). Para el vidente de Patmos, la segunda Bestia surge del interior del Asia. Más tarde (XVI, 13; XIX, 20; XX, 10) es una suerte de personificación de los falsos profetas que el Señor había anunciado para los últimos tiempos…”. 

Alápide: “… En segundo lugar, los cuernos pueden significar sus dos ministros y cooperadores insignes, que poseen los dotes de que ya hablamos que sirven para engañar a los desprevenidos. Así también los cuernos de la Bestia, es decir del Anticristo, serán diez reyes, sus ministros y auxiliadores”. 

Iglesias: “La segunda Bestia, cómplice de la primera, desempeña la triste y peligrosa misión de Falso Profeta: se enmascara, tomando apariencias de la actividad de Cristo y aprovechando máximas e ideologías filosófico-religiosas”. 

Swete: “Ireneo (V, 28.2), que identifica la primera Bestia con el Anticristo, encuentra en el segundo Anticristo, el escudero (I Rey. XVII, 7), al Falso Profeta”. 

Swete: “La segunda Bestia es llamado en los capítulos siguientes del libro “el pseudo profeta” (XVI, 13; XIX, 20; XX, 10) mientras que “la otra Bestia” o “la segunda Bestia” no aparece; desde este capítulo en adelante, la única Bestia que es mencionada es la primera, o la cabeza herida que se identifica con ella (XIV, 9; XV, 2; XVI, 2.10.13; XVII, 3 ss; XIX, 19-20; XX, 4.10). En la segunda Bestia tenemos un poder religioso, así como en la primera un poder político”. 

Beatus: “La Bestia de la tierra son los malos pastores de la Iglesia”. 

San Cesareo de Arlés: “Unos dicen que esta Bestia es el Anticristo, mientras que, en opinión de otros, sus dos cuernos simbolizan el Anticristo y el Falso Profeta. Sin embargo, y puesto que el Falso Profeta llega con su propio rostro, no sería raro, pensamos, que el Dragón sea Satanás, en tanto que la Bestia que surge del agua sea el Anticristo, siendo posible, conforme al parecer del bienaventurado Ireneo, considerar como el Falso Profeta a la Bestia que sale de la tierra, esto es, de un modo de vida terreno y servil. Tiene dos cuernos iguales a los de un carnero, porque bajo una piel de cordero, esconde el carácter asesino de un lobo encelado y también por la apariencia de piedad que da al principio. De él dice Ireneo textualmente: “Acerca del escudero, al que además llama Falso Profeta, afirma que habla como una serpiente”. A éste dice que se le concede poder para hacer signos y prodigios, a fin de que vaya por delante del Anticristo a prepararle el camino de perdición. Dijimos que la curación de la herida de la Bestia significa la aparente y corta unidad del dividido imperio, si es que no se trata de la breve restauración por obra del Anticristo de la destruida tiranía de Satanás, o de la fraudulenta resurrección de uno de sus socios que estaba muerto. Dice que habla como serpiente porque sus acciones y palaras serán las del diablo, principio del mal”. 

Drach: “Hablaba como Dragón: El Falso Profeta es representado con una cierta semejanza con el Cordero; solo que su palabra será una palabra impía, sacrílega y engañosa como la de la serpiente”. 

Ribera: “Y vi otra Bestia que sube de la tierra: San Ireneo (lib. V, cap. 28) llama a esta Bestia escudero del Anticristo diciendo: “En seguida habla de su escudero, al que llama pseudoprofeta: “Hablaba como un Dragón. Ejercía todo el poder de la primera Bestia en su presencia”. De lo cual se ve que el precursor del Anticristo va a ser un gran predicador que llevará al Anticristo a una gran multitud de hombres por medio de su elocuencia y poderes para hacer prodigios y por la simulación de santidad. En efecto, así como Cristo tuvo a Juan como precursor de la primera venida y tendrá a Elías en la seunda, así el Anticristo tendrá a este precursor”. 

Bonsirven: “Si estudiamos bien las relaciones que las Bestias sostienen entre sí y con su jefe, hallaremos como una imitación paródica de las relaciones que descubrimos entre las personas de la Trinidad divina. Así como el Hijo es enviado del Padre y le da a conocer, y el Espíritu Santo tiene por misión comunicar los bienes que ha recibido del Hijo, así también la primera Bestia es el legado del Dragón y la segunda se emplea en servir a la primera. Por esto varios comentadores han visto ahí una especie de Trinidad infernal”. 

Ramos García (Apoc.): “Esta otra Bestia engañará a todo el mundo y gracias a ella triunfará el Anticristo (v. 12)… Será un gran engañador eclesiástico”.