sábado, 18 de mayo de 2019

Algunas Notas a Apocalipsis VII, 1


Capítulo VII

1. Después de esto vi cuatro ángeles que estaban de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, teniendo los cuatro vientos de la tierra para que no sople viento sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre árbol alguno.

Concordancias:

ἀνέμους (vientos): cfr. Mt. VII, 27 (Babilonia); VIII, 26-27; XXIV, 31; Mc. IV, 37.39.41; XIII, 27; Lc. VIII, 23-25; Apoc. VI, 13.

πνέῃ (soplen): cfr. Mt. VII, 27 (Babilonia).


Notas Lingüísticas:

Zerwick: "κρατοῦντας (teniendo): tener potestad sobre algo".


Comentario:

Duda: ¿Los 4 ángeles son buenos o malos? ¿Hay que distinguir los cuatro ángeles de los 4 vientos? ¿Los 4 vientos son ángeles? ¿Los primeros serían buenos y los segundos malos?

Se responde aquí a la pregunta de VI, 17 y se narra lo que sucede mientras son muertos el resto de los mártires de los cuales se habló en VI, 11.

La tierra es aquí Babilonia y el Mar, el Éufrates.

Notar que en IX, 14 (6ª Trompeta) hay 4 ángeles atados junto al Éufrates.

Sobre la locución "cuatro ángulos de la tierra", ver XX, 8.

Allo (Int.): “… todo el capítulo VII se relaciona con el sexto sello, al igual que VI, 12-17. Es la segunda parte del cuadro: la seguridad y el triunfo de los justos se opone al pánico de los enemigos del Cordero. Es la respuesta al grito desesperado de aquellos “¿quién podrá estar en pie?”.

Bossuet: "Para que no soplen sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol: Estas palabras son muy importantes para entender el capítulo siguiente, con el cual tienen una relación manifiesta, como se verá".

Alápide: "Así como Dios (Ex. XII, 7) cuando estaba por castigar por medio del ángel a los primogénitos de los Egipcios, ordenó antes marcar las casas de los hebreos, a fin de que el ángel pasara de largo y no los lastimara y lo mismo en Ezequiel  IX, 4, Dios antes de castigar a Jerusalén y a los judíos culpables, ordenó que antes fueran signados los santos, a fin de que no fueran castigados junto con los culpables, de la misma manera se ordenará signar a los santos en el fin del mundo a fin de no ser incluidos en las plagas comunes a todo el orbe. De aquí que en IX, 4 se diga: "Y se les dijo que no dañasen la hierba de la tierra, ni nada verde, ni ningún árbol, sino a los hombres, los que no tienen el sello, el de Dios, en las frentes”.

Parecería según esto que los 144.000 signados (o parte de ellos al menos) van a estar en Babilonia.

Lepin: “Estas visiones forman una suerte de entreacto. Responden a la pregunta de VI, 17: “¿Quién, pues, permanecerá de pie?”. Los cristianos fieles serán perdonados”.