domingo, 10 de marzo de 2013

A La Iglesia, por Gertrud Von Le Fort


Tú eres como una roca
que se precipita hacia las orillas de la eternidad.
mas la generación de mis días
es como la arena que cae en la nada.
Tu victoria se extiende del Oriente al Occidente,
y tus alas cubren todos los mares.
Tus fronteras no conocen límites,
porque tú llevas en tu seno la misericordia del Señor.
Mil llagas tienes: de ellas brota tu misericordia.
Tú bendices a todos tus enemigos.
Es por ti que los cielos no dejan caer el orbe al abismo.
Tú eres la que reza sobre todas las tumbas;
tú la única señal de lo eterno sobre la tierra.
Tus santos son como héroes de tierras lejanas,
Tú lavas la faz de la tierra con tus plegarias
hasta que nítida brilla con toda pureza.
¡Tú eres la victoria sobre la esclavitud de las almas!



GERTRUD VON LE FORT