16. diciendo: “¡Ay, ay la ciudad, la grande, la vestida de lino fino y púrpura y escarlata y dorada en oro y piedra preciosa y perla 17a. porque en una hora fue desierta tanta riqueza!”.
Concordancias:
Οὐαὶ (ay): cfr. Apoc. VIII, 13; IX, 12; XI, 14; XII, 12; XVIII, 10.19.
Πόλις (ciudad): cfr. Mt. IV, 5; XXI, 10.18; XXII, 7; XXVI, 18; XXVII, 53; XXVIII, 11; Mc. XI, 19; XIV, 13.16; Lc. XIX, 41; XXII, 10; XXIII, 19; XXIV, 49; Jn. XIX, 20; Hech. IV, 27; VII, 58; XII, 10; XXI, 29-30; XXII, 3; XXIV, 12; Apoc. III, 12; XI, 2.8.13; XIV, 20; XVI, 19; XVII, 18; XVIII, 10.18-19.21; XX, 9; XXI, 2.10.14-16.18-19.21.23; XXII, 14.19. Ver Heb. XI, 10.16; XII, 22; XIII, 14.
Ἡ πόλις ἡ μεγάλη (la ciudad, la grande): cfr. Apoc. XI, 8; XVI, 19; VII, 18; XVIII, 10.18-19.21. Ver Apoc. XIV, 8; XVII, 5; XVIII, 2.
Περιβεβλημένη (vestida): cfr. Sal. LXX, 13; LXXXIII, 7; LXXXVIII, 46; CIII, 2; CVIII, 19.29; Is. LIX, 17; Mt. VI, 29.31; XXV, 36.38.43; Lc. XII, 27; Apoc. III, 5 (Sardes); 18 (Laodicea); IV, 4 (24 Ancianos); VII, 9.13 (Mártires del Anticristo); X, 1 (San Gabriel); XI, 3 (los dos Testigos); XII, 1 (Mujer); XVII, 4 (Babilonia); XIX, 8 (Jerusalén Celeste); XIX, 13 (Jesús). Ver Cant. VI, 9.
Βύσσινον (lino fino): cfr. Apoc. XVIII, 12 (Babilonia); XIX, 8 (Jerusalén Celeste).14 (ejércitos angélicos).
Πορφυροῦν (púrpura): cfr. Jn. XIX, 2.5; Apoc. XVII, 4.
Κόκκινον (escarlata): cfr. Mt. XXVII, 28; Heb. IX, 19; Apoc. XVII, 3-4; XVIII, 12.
Κεχρυσωμένη (dorada): Solamente en el Apoc. cfr. Apoc. XVII, 4.
Χρυσίῳ (oro): cfr. I Ped. I, 7; Apoc. III, 18; XVII, 4; XXI, 18.21.
λίθῳ (piedra): cfr. I Cor. III, 12; Apoc. IV, 3; XVII, 4; XVIII, 12.21; XXI, 11.19.
τιμίῳ (preciosa): cfr. I Cor. III, 12; Apoc. XVII, 4; XVIII, 12; XXI, 11.19.
Λίθῳ τιμίῳ (piedra preciosa): cfr. Dan. XI, 38; Apoc. XVII, 4; XVIII, 12; XXI, 11.19.
Μαργαρίταις (perlas): cfr. Mt. VII, 6; XIII, 45-46; I Tim. II, 9; Apoc. XVII, 4; XVIII, 12; XXI, 21.
Μιᾷ ὥρᾳ (una hora): cfr. Apoc. XVII, 12; XVIII, 10.19. Ver Apoc. IX, 15; XI, 13; XIV, 7.
Ὥρα (hora): cfr. Apoc. III, 3.10; IX, 15; XI, 13; XIV, 7.15; XVII, 12; XVIII, 10.19.
Ἠρημωμένην (desierta): cfr. Mt. XII, 25 y Lc. XI, 17 (Reino dividido contra sí mismo = Bestia del Mar); Apoc. XVII, 16; XVIII, 19.
Τοσοῦτος (tanta): Solamente en el Apoc. cfr. Apoc. XVIII, 7.
Πλοῦτος (riqueza): cfr. Mt. XIII, 22; Mc. IV, 19; Lc. VIII, 14; Rom. II, 14; IX, 23; II Cor. VIII, 2; Ef. I, 7.18; II, 7; III, 8.16; Fil. IV, 19; Col. I, 27; Apoc. V, 12.
Comentario:
Ver Is. XLVII, 9.
La palabra “fue desolada” se usa en el N.T. solamente en Mt. XII, 25, Lc. XI, 17 (parábola del reino y de la ciudad dividida) y en Apoc. XVII, 16; XVIII, 17.19 ¿Tal vez haya una referencia a Babilonia en la parábola de Nuestro Señor al igual que en XII, 43 cuando habla de los espíritus inmundos parece referirse a Apoc. XVIII, 2?
Allo: “ἐν χρυσίῳ καὶ λίθῳ τιμίῳ καὶ μαργαρίτῃ (y dorada, etc.). Cfr. XVII, 4 (μαργαρίταις, aquí la Vulg. trae “margaritis”). El autor da dos variantes del llanto de los mercaderes, a los cuales parece darles una importancia especial”.
Bartina: “La endecha de los comerciantes tiene una parte de elementos comunes con las restantes, y otra específica. Lanzan los ayes de ritual, seguidos de vocativos semitizantes, pero se fijan en aquello en que estaba puesto su corazón; las grandes riquezas de la ciudad. Los vestidos de lino, púrpura y escarlata, el atuendo enjoyado de oro, piedras preciosas y perlas, se refiere tanto a los habitantes de la urbe como a sus monumentos. A la par de los reyes, lo que más ha dolido a los mercaderes del mundo conocido ha sido que tanta opulencia se haya perdido totalmente en una hora, es decir, en un espacio brevísimo de tiempo”.
Garland: “Babilonia fue llamada “la ciudad dorada” (Is. XIV, 4) y era la cabeza de oro en la estatua del sueño de Nabucodonosor (Dan. II, 38). La Ramera usa el mismo vestido (XVII, 4) y lleva el mismo título (XVII, 18)”.
Swete: “En una hora fue desierta tanta riqueza: Esto corresponde a “porque (en) una hora vino su juicio” (XVIII, 10) en el canto lúgubre de los reyes”.
Swete: “Desierta: se puede usar más propiamente para describir la condición de la ciudad misma, como en XVII, 16 y más abajo en el v. 19; cf. Mt. XII, 25”.
Bauckham: “En XVII, 4 había descrito a la ramera como
“vestida de púrpura y escarlata y dorada en oro y piedra preciosa y perlas”.
En XVIII, 16 los mercaderes, en su lamento por la gran ciudad, la describen (implícitamente como una mujer que está)
“vestida de lino fino y púrpura y escarlata y dorada en oro y piedra preciosa y perla”.
La descripción es
prácticamente idéntica en ambos casos, salvo por la adición de lino fino en
XVIII, 6, la cual sirve para vincular más estrechamente la descripción de
XVIII, 16 con la lista de importaciones romanas de XVIII, 12-13. Los
seis artículos de lujo mencionados en XVIII, 16 figuran entre los ocho primeros
artículos de la lista de cargamentos (XVIII, 12). (La adición también sirve
para relacionar XVIII, 16 con XIX, 8: al igual que Babilonia, la ramera, está
vestida de lino fino, también lo está la Nueva Jerusalén, la novia del Cordero,
pero el significado variable del lino fino destaca el contraste entre las dos
ciudades).
Es evidente que los
costosos adornos de la ramera (XVII, 4; XVIII, 16) representan simbólicamente
las importaciones enumeradas en XVIII, 12-13, la riqueza de Roma (XVIII,
17a). Los lujos que importa Roma son como el estilo de vida extravagante
que una rica cortesana mantiene a costa de sus clientes. Son el precio que los
reyes de la tierra han pagado por los favores de la ramera (XVII, 2; XVIII, 3)”.