II. Los
Habitantes de la Tierra
Los
textos en los que aparece este grupo son los siguientes:
Apoc.
III, 10: “Porque has guardado la
palabra de mi perseverancia, Yo también te guardaré de la hora de la tentación,
la que ha de venir sobre todo el mundo habitado, para tentar a los que
habitan sobre la tierra”.
Apoc. VIII, 13: “Y vi y oí un águila volando en
medio del cielo, diciendo con voz grande: “Ay, ay, ay de los que habitan
sobre la tierra, a causa de las restantes voces de la trompeta de los tres
ángeles, los que van a trompetear”.
Apoc. XI, 10: “Y los que habitan sobre la
tierra se regocijan sobre ellos y se alegran y dones se enviarán unos a
otros, porque éstos, los dos profetas, atormentaron a los que habitan sobre
la tierra”.
Apoc. XIII, 8: “Y lo adorarán (a la
Bestia) todos los que habitan sobre la tierra; de los cuales no está
escrito el nombre en el libro de la vida del Cordero (del degollado) desde la
fundación del mundo”.
Apoc. XIII, 12: “Y la autoridad de la primera
bestia todo hace delante de ella y hace que la tierra y los que en ella habitan
adoren a la Bestia, la primera, de la cual se curó la plaga, la mortal,
suya”.
Apoc. XIII, 14: “Y engaña a los que habitan sobre
la tierra a causa de los signos que se le dio hacer delante de la Bestia, diciendo
a los que habitan sobre la tierra hacer una imagen a la Bestia que tiene la
plaga de la cuchilla y vivió”.
Apoc. XVII, 1-2: “Y vino uno de los siete
ángeles, de los que tienen las siete copas, y habló conmigo diciendo: “(Ven) aquí: te mostraré el juicio de la
ramera, la grande, la sentada sobre aguas muchas; con la cual fornicaron
los reyes de la tierra y se embriagaron los que habitan la tierra, con el
vino de su fornicación”.
Apoc. XVII, 8: “La Bestia que has visto,
era y no es y va a subir del abismo y a perdición ir; y se maravillarán los
que habitan sobre la tierra (de los que no está escrito el nombre en el libro
de la vida, desde la fundación del mundo), viendo la Bestia, que era y no es y
estará presente”.
***
Siguiendo
con el segundo grupo de personas, digamos algunas palabras al respecto:
Para
comenzar, tengamos en cuenta que, felizmente, sabemos por el mismo Texto
quiénes son los habitantes de la tierra al identificarlos, en dos
oportunidades, como “aquellos cuyos nombres no están escritos en el libro de
la vida desde la creación del mundo”, es decir, no puede en modo alguno
afirmarse que “los habitantes de la tierra” son todas las
personas que habitan el planeta, ni es necesario, tampoco, restringir geográficamente
el grupo a la tierra Santa.
Como
características propias de este grupo, el texto nos señala las siguientes:
1) Serán los encargados de dar muerte a los
mártires del quinto sello, tal como se ve por la súplica que estos dirigen
a Dios pidiendo venganza de su sangre derramada:
“¿Hasta cuándo Soberano, santo y verdadero, no
juzgas y (¿esto es?) vengas nuestra sangre de los que habitan sobre la
tierra?”.
2) La respuesta a esta oración será el juicio de las
siete Trompetas, como puede verse por dos sucesos:
a) Porque después de la oración se les dice a los
mártires que esperen todavía un poco hasta que se complete su número, cumplido
el cual Dios tomará venganza. Ahora bien, durante ese lapso de espera tiene
lugar la signación de los 144.000 judíos[1] antes de lo cual el ángel con
el sello del Dios vivo le pide a los cuatro ángeles que todavía no dañen ni la
tierra, ni el mar, ni los árboles, que son las cuatro primeras Trompetas.
b) Por las palabras del águila (¿ángel?) en VIII, 13:
“Y vi y oí un águila volando en medio del cielo,
diciendo con voz grande: “Ay, ay, ay de los que habitan sobre la tierra, a
causa de las restantes voces de la trompeta de los tres ángeles, los que van a
trompetear”.
3) Los habitantes de la tierra van a ser probados con
aquella prueba que ha de venir sobre todo el mundo. La cual no es sino
la del Anticristo; prueba ante la cual sucumbirán, sin dudas[2].
4) Este grupo de personas será el más perjudicado
durante la predicación de los dos Testigos, razón por la cual se llenarán de
felicidad cuando el Anticristo les de muerte, y sin dudas, esta será una
poderosa arma que tendrá el Anticristo para embaucar a los habitantes de la
tierra, ya que va a haber sido el único capaz de dar muerte a esos
dos grandes enemigos suyos.
5) La contraposición entre los habitantes de
la tierra y los vencedores es clara y parecería estar puesta
intencionalmente. Los primeros se identifican como:
“… de los cuales no está escrito el nombre en el
libro de la vida del Cordero (del degollado) desde la fundación del mundo”
(Apoc. XIII, 8; XVII, 8).
Mientras
que a los segundos se les promete lo contrario:
“No borraré su nombre del libro de la vida y
confesaré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles” (Apoc.
III, 5. Ver Apoc. XXI, 27).
Lo
mismo vale decir de “los que habitan en el cielo” contra los cuales blasfema la
Bestia del Mar (XIII, 6).
[1] En otra
parte ya habíamos hablado de este acontecimiento y decíamos que nos parece se
trata del sexto Sello (ver ACA).
[2] Sobre este tema ver
lo que decíamos en las Notas ACA.