Los capítulos XXI de San Lucas, así como el XXIV de San Mateo y el XIII de San Marcos, han dado mucho que hablar durante muchos siglos. El presente análisis pretende, sin embargo, estudiar sólamente una parte de la profecía de Nuestro Señor tal cual se encuentra en San Lucas y que versa sobre los sucesos anteriores a la destrucción de Jerusalén y a constatar su perfecto cumplimiento en la historia.
Si bien tenemos mucho por decir, sin embargo, no entraremos en los detalles comparativos de este discurso con el que traen San Mateo y San Marcos a fin de no alejarnos de nuestro objetivo inmediato.
Los versículos en cuestión son los siguientes:
8. Y El dijo: "Mirad que no os engañen; porque vendrán muchos en mi nombre y dirán: "Yo soy; ya llegó el tiempo". No les sigáis.
9. Cuando oigáis hablar de guerras y revoluciones, no os turbéis; esto ha de suceder primero, pero no es enseguida el fin."
10. Entonces les dijo: "Pueblo se levantará contra pueblo, reino contra reino.
11. Habrá grandes terremotos, en diversos lugares, hambres y pestes; habrá también prodigios aterradores y grandes señales del cielo.
12. "Pero antes de todo esto, os prenderán; os perseguirán, os entregarán a las sinagogas y a las cárceles, os llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi nombre;
13. esto os servirá para testimonio.
14. Tened, pues, resuelto, en vuestros corazones no pensar antes cómo habéis de hablar en vuestra defensa,
15. porque Yo os daré boca y sabiduría a la cual ninguno de vuestros adversarios podrá resistir o contradecir.
16. Seréis entregados aún por padres y hermanos y parientes y amigos; y harán morir a algunos de entre vosotros,
17. y seréis odiados de todos a causa de mi nombre.
18. Pero ni un cabello de vuestra cabeza se perderá.
19. En vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.
20. "Más cuando veáis a Jerusalén cercada por ejércitos, sabed entonces que su desolación está próxima.
21. Entonces, los que estén en Judea, huyan a las montañas; los que estén en medio de ella, salgan fuera; y los que estén en los campos, no vuelvan a entrar;
22. porque días de venganza son éstos, de cumplimiento de todo lo que está escrito.
23. ¡Ay de las que estén encintas y de las que críen en aquellos días! Porque habrá gran apretura sobre la tierra, y gran cólera contra este pueblo.
24. Y caerán a filo de espada, y serán deportados a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por los gentiles hasta que el tiempo de los gentiles se cumpla.