viernes, 28 de abril de 2023

Algunas notas a Apocalipsis XIII, 17

 17. y que ninguno pueda comprar o vender sino el que tiene la marca: el nombre de la Bestia o el número de su nombre. 

Concordancias: 

δύνηται (pueda): cfr. Apoc. II, 2; III, 8; V, 3; VI, 17; VII, 9; IX, 20; XIII, 4; XIV, 3; XV, 8. 

ἀγοράσαι (comprar): cfr. Mt. XIII, 44.46; XXV, 9-10; Lc. XIV, 18-19; XVII, 28; Apoc. III, 18; V, 9; XIV, 3-4; XVIII, 11. 

πωλῆσαι (vender): Hapax en el Apoc. cfr. Mt. X, 29; XIII, 44; XIX, 21; XXI, 12; XXV, 9; Mc. X, 21; XI, 15; Lc. XII, 6.33; XVII, 28; XVIII, 22; XIX, 45; XXII, 36; Jn. II, 14. 

χάραγμα (marca): cfr. Hech. XVII, 29; Apoc. XIII, 16; XIV, 9.11; XVI, 2; XIX, 20; XX, 4. 

Ὄνομα (nombre): cfr. Apoc. II, 3.13.17; III, 1.4-5.8.12; VI, 8; VIII, 11; IX, 11; XI, 13.18; XIII, 1.6.8; XIV, 1.11; XV, 2.4; XVI, 9; XVII, 3.5.8; XIX, 12-13.16; XXI, 12.14; XXII, 4. 

θηρίου (Bestia): cfr. Apoc. XI, 7; XIII, 1-4.11-12.14-15.18; XIV, 9.11; XV, 2; XVI, 2.10.13; XVII, 3.7-8.11-13.16-17; XIX, 19-20; XX, 4.10. Ver Apoc. VI, 8; XVIII, 2. 

ἀριθμὸν (número): cfr. Apoc. V, 11 (Virtudes ante el Trono); VII, 4 (sexto Sello); IX, 16 (sexta Trompeta); XIII, 18; XV, 2 (número de la Bestia); XX, 8 (Gog-Magog). 

 

Notas Lingüísticas: 

Zerwick: “ἵνα (que): depende de ποιεῖ (hace, v. 16)”. 

Zerwick: “ὄνομα (nombre), aposición de χάραγμα: signo que exhibe”. 

 

Comentario: 

Sobre la marca de la Bestia ver AQUÍ. 

Fillion: “Bestiae: No la segunda sino la primera, el Anticristo, como se dice formalmente en XIX, 20”. 

Vander Heeren: “La marca del Anticristo, a saber: o bien el nombre mismo de la Bestia, del Anticristo, o bien el número de su nombre, un número misterioso que significará simbólicamente el nombre del Anticristo”. 

Swete: “El nombre de la Bestia o el número de su nombre: está en aposición a la marca, la cual puede ser o el nombre o su número. El número del nombre es probablemente el nombre mismo escrito en numerales, según una especia de gematría”. 

Bonsirven: “Es decir, o su nombre o el número de su nombre. Quien se niegue a ello, es excomulgado; no pudiendo ni comprar ni vender”.

lunes, 24 de abril de 2023

Algunas notas a Apocalipsis XIII, 16

 16. Y hace que a todos: los pequeños y los grandes y los ricos y los pobres y los libres y los siervos para que se les dé una marca sobre la mano de ellos, la derecha, o sobre la frente de ellos, 

Concordancias: 

μικροὺς (pequeños): cfr. Mt. X, 42; XI, 11; XVIII, 6.10.14; Mc. IX, 42; Lc. VII, 28; IX, 48; XII, 32; XVII, 2; Heb. VIII, 11; Apoc. III, 8; VI, 11; XI, 18; XIX, 5.18; XX, 3.12. Ver Mt. XI, 25; XIX, 13-15; Mc. X, 13-16; Lc. X, 21; XVIII, 15-17. 

Μεγάλους (grandes): cfr. Mt. V, 19; XVIII, 1.4; XX, 26; XXIII, 11; Mc. X, 42-43; Lc. IX, 46.48; XXII, 24.26-27; Apoc. XI, 18; XIX, 5.18; XX, 12. 

τοὺς μικροὺς καὶ τοὺς μεγάλους (los pequeños y los grandes): cfr. Apoc. XI, 18; XIX, 5.18; XX, 12. 

πλουσίους (ricos): cfr. Mt. XIX, 23-24; Mc. X, 25; XII, 41; Lc. VI, 24; XII, 16; XIV, 12; XVI, 19.21-22; XVIII, 23.25; XXI, 1; Sant. II, 6; V, 1; Apoc. III, 17; VI, 15. Ver Apoc. II, 9. 

πτωχούς (pobres): cfr. Mt. V, 3; XI, 5; XIX, 21; XXVI, 11; Mc. X, 21; XII, 42-43; XIV, 7; Lc. IV, 18; VI, 20; VII, 22; XIV, 13.21; XVI, 20.22; XVIII, 22; XIX, 8; XXI, 3; Jn. XII, 8; Rom. XV, 26; II Cor. VI, 10; Gal. II, 10; Sant. II, 2-3.5-6; Apoc. III, 17. 

Ἐλευθέρους (libres): cfr. Mt. XVII, 26; Jn. VIII, 36 (relacionado con “hijos”); Apoc. VI, 15; XIX, 18. 

Δούλους (siervos): cfr. Apoc. I, 1; II, 20; VI, 15; VII, 3; X, 7; XI, 18; XV, 3; XIX, 2.5.18; XXII, 3.6. 

χάραγμα (marca): cfr. Hech. XVII, 29; Apoc. XIII, 17; XIV, 9.11; XVI, 2; XIX, 20; XX, 4. 

χειρὸς τῆς δεξιᾶς (mano derecha): cfr. Mt. V, 30; Lc. VI, 6; Hech. III, 7; Apoc. I, 16; X, 2.5. Ver Mt. V, 30; XV, 2.20; XVIII, 8; Mc. IX, 43; Apoc. I, 17; XIV, 9; XX, 4. Ver Apoc. IX, 20; XVII, 4. 

μέτωπον (frentes): Sólo en el Apoc. cfr. Apoc. IX, 4; XIII, 16; XIV, 1.9; XVII, 5; XX, 4; XXII, 4. 

 

Comentario: 

Straubinger: “Alude al boycot económico por medio del cual serán sometidos los cristianos al sistema del terror, cosa que ya no nos toma de sorpresa en esta época. Según observan los expositores, se trataría de marcas indelebles, es decir, tatuadas en la piel”. 

jueves, 20 de abril de 2023

Algunas notas a Apocalipsis XIII, 15

 15. Y se le dio dar espíritu a la imagen de la Bestia, de modo que también hablase la imagen de la Bestia e hiciese que cuantos no se postrasen ante la imagen de la Bestia, sean muertos. 

Concordancias: 

Πνεῦμα (espíritu): cfr. Apoc. I, 10; IV, 2; XI, 11; XVII, 3; XIX, 10; XXI, 10; XXII, 6 (?). 

Εἰκόνα (imagen): Cfr. Mt. XXII, 20; Mc. XII, 16; Lc. XX, 24 (el César); Rom. I, 23 (los ídolos); Apoc. XIII, 14; XIV, 9.11; XV, 2; XVI, 2; XIX, 20; XX; 4 (la Bestia). 

θηρίου (Bestia): cfr. Apoc. XI, 7; XIII, 1-4.11-12.14.17-18; XIV, 9.11; XV, 2; XVI, 2.10.13; XVII, 3.7-8.11-13.16-17; XIX, 19-20; XX, 4.10. Ver Apoc. VI, 8; XVIII, 2. 

ὅσοι (cuantos): cfr. Apoc. I, 2; II, 24; III, 19; XVIII, 7.17; XXI, 16. 

Προσκυνήσωσιν (se postrasen): cfr. Apoc. III, 9; IV, 10; V, 14; VII, 11; XI, 16; XIII, 4; XIV, 7; XVI, 2; XIX, 4.10.20; XXII, 8-9. 

Latría: Apoc. IX, 20; XIII, 8.12; XIV, 9-11; XX, 4. (Parecería que siempre en sentido peyorativo de idolatría). 

Duda: Apoc. XI, 1; XV, 4. 

Cfr. Apoc. XIX, 10. 

Ἀποκτανθῶσιν (sean muertos): cfr. Apoc. II, 13.23; VI, 8.11; IX, 5.15.18.20; XI, 5.7.13; XIII, 10 ; XIX, 21.


 Notas Lingüísticas: 

Πνεῦμα (espíritu): Singular y sin artículo, corresponde a “alma”, “vida”. 

 

Comentario: 

La amenaza de muerte para los que no se postran ante la Bestia que se lee en este versículo parece estar relacionada con lo que leemos en el v. 10: “Si alguno ha de morir a espada, a espada morirá”. 

Iglesias: “Infundir vida: lit. dar espíritu. Ese Falso Profeta seduce y engaña valiéndose de la magia, e induce a dar culto al Anticristo, amenazando con la muerte a los que no apostaten de la fe, o marginándolos de la vida social (v. 16)”.

lunes, 17 de abril de 2023

El Reino de Cristo consumado en la tierra, vol. 2, por J. Rovira, S.J. (Reseña) (IV de IV)

 6. Frutos o Efectos 

I) Con respecto a la fe 

a) Plenitud de la Iglesia, es decir, la unión completa del pueblo judío y de los gentiles. 

b) Unidad, universalidad y firmeza en la fe. 

c) No habrá idolatría, herejías ni cismas. 

d) Todos los hombres han de creer en Cristo, al menos en cuanto a lo esencial. 


II. Con respecto a la justicia 

a) Habrá una gran justicia y caridad. 

b) Habrá pecados. 

c) Habrá pocos vicios y escándalos públicos, y durarán poco tiempo. 

d) Habrá una gran efusión de gracia, será más universal que después de la primera venida y habrá muchos y grandes santos. 

e) Habrá muchos milagros.

 

III. Con respecto a la paz 

jueves, 13 de abril de 2023

El Reino de Cristo consumado en la tierra, vol. 2, por J. Rovira, S.J. (Reseña) (III de IV)

Por último, pasa a hablar sobre el reino de Cristo consumado en particular, donde analiza: 

1) Extensión: Será universal. Las pruebas de las Escrituras son clásicas y abundantes. 

2) Duración: Aquí distingue el Autor, distinción que sirve para resolver una vieja objeción. Dice que, absolutamente considerado, el Reino de Cristo y los santos ha de durar por siempre, pero ese reino sobre los viadores ha de durar un tiempo de mil años que abarca desde la atadura hasta el desligamiento del demonio. 

3) Súbditos: Los viadores, sino todos, al menos una totalidad moral. Aquí están incluidos los judíos junto con los gentiles, en cumplimiento de la profecía de Nuestro Señor al hablar de la existencia futura de un solo rebaño y un solo Pastor, además del derecho hereditario y de conquista de Nuestro Señor sobre todo el mundo.

Diserta el P. Rovira largo y tendido sobre la restitución de Israel y el cumplimiento de tantas profecías que aún no han tenido lugar.

Es más que interesante una larga cita que trae de Alápide a Jer. XXXI, 40: 

“Ciertamente, esta interpretación es más mística que literal. Finalmente, si alguien quiere contentar a un judío que le insiste pertinazmente, concédale que todo esto de la Jerusalén terrestre ha de entenderse literalmente, tal como suena, y añada a continuación que sucederá al fin del mundo, poco antes de la segunda Venida del Mesías o de la llegada y el juicio de Cristo. Así lo entiende Tomás Maluenda (De Antichristo, L. XI, c. 9) el cual acepta estas cosas sobre la Jerusalén terrestre tal como suenan y considera que, en tiempos del Anticristo, Jerusalén ha de ser reedificada por los judíos con tanta amplitud y con los límites que le asigna el profeta Jeremías; observa hasta dónde llega este argumento y respuesta para poder dar satisfacción a la mayoría de los argumentos de los judíos si afirmamos que las profecías y escrituras que prometen la reintegración de Israel, la restauración de Jerusalén, la redención y salvación de los judíos han de ser aceptadas y explicadas como suenan en la segunda Venida de Cristo, que los judíos consideran que será la primera, porque niegan que Cristo ya vino. Pues todo su error y separación de los cristianos consiste en negar la primera venida de Cristo y considerar que su segunda venida será la primera, y, por lo tanto, cuando las Escrituras hablan de la segunda venida de Cristo, lo refieren a la primera, ya que, negando la primera, consideran que Cristo no ha venido todavía a la tierra. Por último, que los profetas hablan de la segunda venida de Cristo está claro por las circunstancias, que dan a entender que todo esto se refiere al fin del mundo, al juicio, a la resurrección… etc.”. 

domingo, 9 de abril de 2023

Algunas notas a Apocalipsis XIII, 14

 14. Y engaña a los que habitan sobre la tierra a causa de los signos que se le dio hacer delante de la Bestia, diciendo a los que habitan sobre la tierra hacer una imagen a la Bestia que tiene la plaga de la cuchilla y vivió. 

Concordancias: 

Πλανᾷ (engaña): cfr. Mt. XVIII, 12-14 (los pequeños, engañados, tal vez, por los Falsos Profetas del primer Sello); XXII, 29; Mc. XII, 24 (sobre la resurrección); Mt. XXIV, 4-5.11; Mc. XIII, 5-6; (Falsos Profetas del primer Sello); Mt. XXIV, 24; Mc. XIII, 22; II Jn. 7-8; Apoc. XIX, 20 (Bestia de la Tierra – Falso Profeta); I Cor. VI, 9-10. (Sobre los herederos del Reino de los Cielos, cfr. Apoc. XXI, 8 y XXII, 15); Lc. XXI, 8 (falsos profetas antes de la destrucción de Jerusalén); II Tim. III 13 (hombres malos); Heb. III, 10 (generación perversa del desierto); Sant. I, 16; I Jn. II, 26 (tradición); Apoc. XII, 9; XX, 3.8.10 (Dragón); XVIII, 23 (Babilonia) (Parecería haber una relación entre Babilonia y los dos grupos de falsos Profetas). Ver I Cor. XV, 33; Gal. VI, 7; Tito III, 3; Heb. XI, 38; Sant. V, 19; I Ped. II, 25; II Ped. II, 15; I Jn. I, 8; III, 7; Apoc. II, 20.

Jesús es acusado de engañador: cfr. Mt. XXVII, 63; Jn. VII, 12.47. 

τοὺς κατοικοῦντας ἐπὶ τῆς (los que habitan sobre la tierra): cfr. Apoc. III, 10; VI, 10; VIII, 13; XI, 10; XIII, 8.12; XIV, 6; XVII, 2.8. 

σημεῖα (signos): cfr. Mt. XXIV, 3.24.30; Mc. XIII, 4.22; XXI, 7.11.25; Hech. II, 19; II Tes. II, 9; Apoc. XII, 1.3; XIII, 13; XV, 1; XVI, 14; XIX, 20. Ver Apoc. I, 1.

 ἐνώπιον (delante): cfr. Apoc. I, 4; II, 14; III, 2.5.8-9; IV, 5-6.10; V, 8; VII, 9.11.15; VIII, 2-4; IX, 13; XI, 4.16; XII, 4.10; XIII, 12-13; XIV, 3.5.10; XV, 4; XVI, 19; XIX, 20; XX, 12. 

θηρίου (Bestia): cfr. Apoc. XI, 7; XIII, 1-4.11-12.15.17-18; XIV, 9.11; XV, 2; XVI, 2.10.13; XVII, 3.7-8.11-13.16-17; XIX, 19-20; XX, 4.10. Ver Apoc. VI, 8; XVIII, 2. 

Εἰκόνα (imagen): Cfr. Mt. XXII, 20; Mc. XII, 16; Lc. XX, 24 (el César); Rom. I, 23 (los ídolos); Apoc. XIII, 15; XIV, 9.11; XV, 2; XVI, 2; XIX, 20; XX; 4 (la Bestia). 

πληγὴ (plaga): cfr. Lc. X, 30; XII, 48; Apoc. IX, 18.20; XI, 6; XIII, 3.12; XV, 1.6.8; XVI, 9.21; XVIII, 4.8; XXI, 9; XXII, 18. 

Μαχαίρῃ (cuchilla): cfr. Mt. X, 34; Lc. XXI, 24; Apoc. VI, 4; XIII, 10. 

ἔζησεν (vivió): cfr. Apoc. I, 18; II, 8; III, 1; IV, 9-10; V, 14; VII, 2; X, 6; XV, 7; XIX, 20; XX, 4-5. 

 

Notas Lingüísticas: 

Caballero Sánchez: “Nótese un detalle gramatical. “Bestia”, en griego, es neutro; pero si habla esa Bestia, siendo su boca, por necesidad, un Doctor, es preciso que el participio “diciendo”, esté en masculino”. 

jueves, 6 de abril de 2023

El Reino de Cristo consumado en la tierra, vol. 2, por J. Rovira, S.J. (Reseña) (II de IV)

Disquisición Segunda: Cristo, Esposo de la Iglesia, y los Santos que reinarán con Él

 

Al momento de su Venida, Nuestro Señor encontrará tres grupos de personas: por un lado, los impíos, los que adhieran plenamente al Anticristo; por el otro, los fieles y santos; y, por último, los arrepentidos que, por miedo o debilidad, recibieron la marca, y estos tres grupos corresponden a los enumerados más arriba cuando habla de Cristo como Juez y Vengador, como Esposo y como Rey.

Defiende Rovira que el Reino de los Santos ha de ser después de la derrota del Anticristo, y sobre los viadores.

Al propugnar la resurrección parcial de los Santos, el Autor comienza por probar que la resurrección de los santos al momento de la de Nuestro Señor fue con cuerpo glorioso, para nunca más morir.

A renglón seguido afirma que se debe admitir otra resurrección parcial, que es la que trae el cap. XX del Apocalipsis, donde arguye: 

“… esta resurrección no es una resurrección analógica, sino verdadera y propia. No es una resurrección espiritual o de las almas del pecado a la gracia, porque esta resurrección es propia de los pecadores; pero la resurrección que aquí se muestra es la resurrección de los santos, o bien de los mártires… y no es, como otros quisieran, el tránsito de las almas justas a la vida celeste y a la visión beatífica, porque a este tránsito nunca la Sagrada Escritura le ha llamado resurrección y no se dice, por ejemplo, San Pedro ya ha resucitado, porque tampoco las almas de los justos están, ni puede decirse, muertas, pero esta resurrección es resurrección de muertos, como claramente se deduce de las palabras: los restantes muertos no vivieron”. 

Luego argumenta basado en el célebre pasaje de la I Cor. XV, donde San Pablo indica el orden de los resucitados: primero Cristo, como primicia, luego los que son de Cristo, al momento de la Parusía, y, por último, la resurrección, al momento del fin, cuando Nuestro Señor venza todo enemigo y entregue el reino al Padre.

A renglón seguido pasa a hablar, por un lado, de aquellos que tendrán parte en la primera resurrección (que ha de ser gloriosa y definitiva) y se inclina por pensar que no serán todos los santos sino solamente los mártires (posición un tanto singular, sobre la que volveré más adelante al tratar de algunas observaciones a la obra), y por el otro, trata sobre los arrebatados, es decir, los que no hayan aceptado al Anticristo, y que tendrá lugar al momento de la segunda Venida.

domingo, 2 de abril de 2023

El Reino de Cristo consumado en la tierra, vol. 2, por J. Rovira, S.J. (Reseña) (I de IV)

 El Reino de Cristo consumado en la tierra,

vol. 2, por J. Rovira, S.J.


J. Rovira, S.J., El Reino de Cristo consumado en la tierra, vol. 2. Ed. Balmes, España, 2018, 684 pág. El libro se puede adquirir AQUI o AQUI. 

Con mucho retraso presentamos al lector la reseña del segundo volumen de la gran obra del P. Rovira, cuya primera parte ya habíamos criticado AQUI.

En esta segunda parte de la obra, que en nada desmerece de la primera, el P. Rovira estudia con gran detenimiento y erudición las características del reino de Cristo consumado, para lo cual dividirá esta sección en tres grandes temas, conforme al lugar que ocupan las diversas personas en ese reino: 

1) En primer lugar, tenemos a Nuestro Señor, y allí se analiza a Cristo como Juez, así como también el juicio de Cristo sobre los vivos y los muertos. 

2) La Iglesia y los Santos. 

3) El Reino de Cristo y los viadores. 

Es decir, Cristo Rey, por un lado, y, por el otro, los dos grandes grupos de personas que intervienen en ese reino: los santos, que han tenido parte en la primera resurrección y que han de reinar con Cristo por mil años, y los viadores, sobre quienes se ha de ejercer ese juicio o reino.

Por haber olvidado esta básica distinción de personas, muchos cayeron en el error de atribuir a unas lo que corresponde a las otras, como por ejemplo los Saduceos (y luego los herejes, con Cerinto a la cabeza) quienes decían que los santos se casarían y procrearían durante el Milenio, error combatido y rechazado por todos los Padres de la Iglesia. 

Disquisición Primera: Cristo Juez y su juicio 

El Autor comienza analizando el famoso artículo del credo “ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos” y confiesa que existe entre los autores diversidad de opiniones, pues algunos las toman en sentido literal y otros, en sentido figurado. Al no poder zanjar la cuestión por esta vía, el autor se vuelve a las Escrituras y defiende la idea que las palabras deben entenderse de los viadores, es decir, deben ser tomadas en sentido literal.

Como argumento a favor de su postura indica, en primer lugar, que el resto de las palabras del Credo se toman en sentido propio y no figurado, y, por otro lado, que las mismas Escrituras parecen indicarlo así: 

Hech. X, 41-42: “A nosotros los testigos predestinados por Dios, los que hemos comido y bebido con Él después de su resurrección de entre los muertos. Él nos mandó predicar al pueblo y dar testimonio de que Éste es Aquel que ha sido destinado por Dios a ser juez de los vivos y de los muertos”. 

Rom. XIV, 7-9: “Porque ninguno de nosotros vive para sí, ni nadie muere para sí; que, si vivimos, vivimos para el Señor; y si morimos, morimos para el Señor. Luego, sea que vivamos, sea que muramos, del Señor somos. Porque para esto Cristo murió y volvió a la vida, para ser Señor así de los muertos como de los vivos”. 

I Ped. IV, 4-6: “Ahora se extrañan de que vosotros no corráis con ellos a la misma desenfrenada disolución y se ponen a injuriar, pero darán cuenta a Aquel que está pronto para juzgar a vivos y a muertos. Pues para eso fue predicado el Evangelio también a los muertos, a fin de que, condenados en la carne, según (es propio de) los hombres, vivan según Dios en el espíritu”.