XIII
La Guerra de los Continentes y el Armagedón
Aquí y allí, a través
de las páginas de su comentario, Castellani hace referencia a una "Guerra
de Continentes", a una tercera guerra mundial.
Nos parece que hay
como una idea fija en Castellani sobre este tema, y creemos que no hay
nada ni remotamente por el estilo en el Apocalipsis, a menos[1] que por esta guerra se
entienda la del segundo sello que abarcará una cuarta parte del mundo… pero
para Castellani el segundo sello es pasado[2].
Las citas son
numerosas y es posible que se nos haya pasado más de una. Trataremos de
analizar brevemente algunas de ellas (negritas siempre nuestras):
En el Excursus C, en
su Esqueleto, dice (pag. 86):
"La Visión del
Segador Sangriento alude a la gran guerra de Continentes".
Ante estas palabras
uno se queda mudo. A veces uno tiene la sensación de que estamos leyendo dos
libros diferentes…
El texto del cap. XIV
reza:
14. Y vi y he aquí una nube blanca y sobre la nube uno sentado, semejante a Hijo de hombre, que tenía en su cabeza
una corona de oro, y en su mano una hoz afilada.
15. Y salió del templo otro ángel, clamando con gran voz al que estaba
sentado sobre la nube: “Echa tu hoz y siega, porque ha llegado la hora de segar, pues la mies de la
tierra está completamente seca”.
16. Y el que estaba sentado sobre la nube arrojó su hoz sobre la tierra y la tierra fue segada.
17. Y salió otro ángel del templo que está en el cielo teniendo también
una hoz afilada.
18. Y del altar salió otro ángel, el que tiene autoridad sobre el fuego,
y llamó con gran voz al que tenía la hoz afilada, diciendo: “Echa tu hoz afilada y
vendimia los racimos de la viña de la tierra, porque sus uvas están maduras”.
19. Y arrojó el ángel su hoz sobre la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y arrojó (la vendimia)
en el lagar grande del furor de Dios.
20. Y el lagar fue pisado fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre
que llegó hasta el freno de los caballos, por espacio de mil seiscientos
estadios.
Esta imagen de la Siega
corresponde a la parábola de la cizaña (Mt. XIII), en la cual
Nuestro Señor explica:
39. La siega es la
consumación del siglo. Los segadores son los ángeles.
40. De la misma manera que
se recoge la cizaña y se la echa al fuego, así será en la consumación del
siglo.
41. El Hijo del hombre
enviará a sus ángeles, y recogerán de su reino todos los escándalos, y a los
que cometen la iniquidad,
42. y los arrojarán en el
horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes.
Ni una sola palabra sobre
una guerra de Continentes.
Todo esto que decimos se
confirma además por los versículos 6 ss del mismo capítulo XIV
donde se habla cronológicamente de tres diversos sucesos: anuncio de la
llegada de la hora del juicio, juicio a Babilonia y juicio a las dos Bestias y
a sus adoradores[3] y lo que sigue después es el
Juicio de las Naciones, el cual nada tiene que ver con una guerra.
Sigamos.
Al hablar del águila
que anuncia el toque de las tres últimas trompetas Castellani comenta (pag.
118):
"Lo que viene ya
es del Anticristo: herejías totales en todo sentido, la guerra de los continentes,
la Parusía".
Y luego, un poco más ex
professo (pag. 124), al describir la sexta Trompeta:
"La guerra de
los Continentes. Los cuatro ángeles atados más allá del Éufrates son cuatro
Reyes o Reinos de Oriente, como dice después el Profeta".
Y en pag. 189,
comentando el cap. XIV del que hablamos más arriba, dice:
"La figura de la
vendimia se mezcla con imágenes bélicas: sangre, caballos, ciudad defendida,
ancho campo de batalla. Todas las imágenes de matanzas que se hallan al
final de este libro se refieren a una misma cosa, la Guerra de los Continentes".
Y en pag. 199
al comentar la sexta Copa:
"Llegamos a la
Granguerra…".
Y un poco más abajo,
al hablar del Armagedón (pag. 203 s):
"Cierra Juan esta
Redoma con la referencia a la Granguerra; para narrar en la siguiente la
catástrofe de la Ciudad Capitalista (…) No designa aquí lugar geográfico ninguno;
es el lugar simbólico en que serán deshechas para siempre las fuerzas del Mal;
y concretamente señala la Guerra de los Continentes; o sea, del Oriente
contra el Occidente".
Veamos.
La
batalla del Armagedón de XVI, 16 es la misma del cap. XIX, 11 ss, y que vemos
tan gráficamente descrita en el Salmo II:
"¿Por qué se
amotinan las gentes, y las naciones traman vanos proyectos? Se han levantado
los reyes de la tierra, y a una se confabulan los príncipes contra Yahvé y
contra su Ungido…".
Notemos además que más
arriba (pag. 124) al hablar sobre la sexta Trompeta afirma que coincide con la
Guerra de los Continentes, que sería la misma que la del Armagedón; sin
embargo, sabemos por el análisis de Apoc. VIII, 11 y XI, 13-14
que la sexta Trompeta tiene lugar tres días y medio después del comienzo del
reinado del Anticristo, con lo cual de ser así, se seguiría que ese
sería el lapso de su reinado.
Y ya para finalizar:
Al comentar XVI, 20
s: "Y toda isla huyó, y montañas no se hallaron. Y cayó del cielo
sobre los hombres granizo del tamaño de un talento; y los hombres blasfemaron
de Dios por la plaga del granizo, porque esta plaga fue sobremanera grande",
donde se describe la destrucción de Babilonia, vuelve a insistir sobre lo mismo
diciendo (pag. 207):
"Estamos en la Granguerra…".
Y en pág. 269 s:
"La espada, la
armadura, el corcel blanco, los ejércitos celestes - de la Visión 14 y el
Capítulo XIX, 11 - son simples símbolos del poder soberano de Cristo; las
dos o tres matanzas de las últimas Visiones las harán los hombres, y se
refieren todas a la Guerra de los Continentes. Cristo no se va a poner a pelear
mano a mano con la Fiera, eso quisiera ella".
Sed
contra est que el mismo San Pablo afirma que es
Nuestro Señor quien destruye los ejércitos del Anticristo:
II
Tes. II, 8: "Y entonces se hará manifiesto el inicuo, a
quien el Señor Jesús matará con el aliento de su boca y destruirá con la
manifestación de su Parusía".
Lo mismo dígase de Is.
LXIII, 1 ss que es un eco del cap. XIX del Apocalipsis, como todos
lo reconocen.
Conclusión: hasta aquí
un breve repaso, con algunas pequeñas notas, de los lugares en los cuales Castellani
habla de la tan mentada "guerra de Continentes".
Si ha de venir o no
una guerra mundial no lo sabemos. Lo único que afirmamos es que no hay en las
Escrituras (hasta donde sabemos) nada que lo indique. Insistimos en que lo que
más se acerca a una guerra mundial (y si así quieren llamarla no nos oponemos
en absoluto) es lo narrado en el segundo Sello que coincide con las
"guerras y rumores de guerras" de las que habla Nuestro Señor en el
discurso Parusíaco (Mt. XXIV, 6-7 y Mc. XIII, 7-8). Pero
ciertamente esta guerra va a ser más corta[4]
que las dos guerras mundiales del siglo XX, como puede verse por el hecho de
que tiene lugar durante la prédica de Elías.
Sea lo que sea de todo
esto, creemos que las pruebas que aduce Castellani en defensa de su
"guerra mundial" no tienen sustento alguno.
Y esto basta para
nuestro propósito.
Vale!
[1] Cabe otra posibilidad y es lo que se lee en la sexta Trompeta
donde se dice que muere "un tercio de los hombres" (IX, 18),
lo cual parecería argüir en favor de una guerra mundial. No es este el momento
de dar nuestra interpretación sobre este pasaje puesto que ha de quedar para un
momento más oportuno. Nos contentaremos con señalar dos cosas:
1) Las tres últimas trompetas caen sobre "los
habitantes de la tierra" (VIII, 13), pero ya hemos visto AQUI y AQUI que éste es un grupo muy determinado y
específico de personas y por lo tanto la matanza recae sobre un tercio de
este grupo y no de toda la humanidad.
2) La tierra
y el mar designan también en el Apocalipsis lugares muy específicos que nada tienen que ver con todo el orbe
y sus mares.
[2] ¿O no? Vaya uno a saber. Al comentar el segundo sello dice: "Todos
los exégetas ven la Guerra en este Caballo; y más los que han visto últimamente
dos "grandes" guerras y el prepararse de una Tercera"
(pag. 106).
Sin embargo el
tercer sello es la carestía post I y II guerra mundial, ¿y post III?
[4] Tenemos razones para creer que va a durar unos seis meses cuanto mucho.