13. Estos un propósito tienen y su poder y autoridad a la Bestia dan.
Concordancias:
Γνώμην (propósito): cfr. Apoc. XVII, 7.
Δύναμιν (poder):
cfr. Mt. XXIV, 30; XXVI, 64; Mc. IX,
1; XIII, 26; XIV, 62; Lc. XXI, 27; XXII, 69; II Tes. I, 7; II, 9; Apoc. III, 8; IV,
11; V, 12; VII, 12; XI, 17; XII, 10; XIII, 2; XV, 8; XVIII, 3; XIX, 1.
Ἐξουσίαν (autoridad): cfr. Apoc. II, 26; VI, 8; IX, 3.10.19; XI, 6; XII, 10; XIII, 2.4-5.7.12; XIV, 18; XVI, 9; XVII, 12; XVIII, 1; XX, 6; XXII, 14.
θηρίον (Bestia): cfr. Apoc. XI, 7; XIII, 1-4.11-12.14-15.17-18; XIV, 9.11; XV, 2; XVI, 2.10.13; XVII, 3.7-8.11-12.16-17; XIX, 19-20; XX, 4.10. Ver Apoc. VI, 8; XVIII, 2.
Comentario:
Allo: “Puesto que le dan su poder a la Bestia, entonces quiere decir que no la han recibido de ella…”.
Es decir, los diez reyes existían antes que la Bestia. Es una coalición de las tres primeras Bestias que vio Daniel en su cap. VII.
14. Estos contra el Cordero guerrearán y el Cordero los vencerá (porque Señor de señores es y Rey de reyes) y los que con Él (están): llamados y escogidos y fieles.
Concordancias:
ἀρνίου (Cordero): cfr. Jn. XXI, 15; Apoc. V, 6.8.12-13; VI, 1.16; VII, 9-10.14.17; XII, 11; XIII, 8.11; XIV, 1.4.10; XV, 3; XIX, 7.9; XXI, 9.14.22-23.27; XXII, 1.3.
Πολεμήσουσιν (guerrearán): cfr. Apoc. II, 16; XII, 7; XIII, 4; XIX, 11. Ver Mt. XXIV, 6; Mc. XIII, 7; Lc. XIV, 31; I Cor. XIV, 8; Apoc. IX, 7.9; XI, 7; XII, 7.17; XIII, 7; XVI, 14; XIX, 19; XX, 8. Ver Lc. XXI, 9.
Νικήσει (vencerá): cfr. Apoc. II, 7.11.17.26; III, 5.12.21; V, 5; XII, 11; XV, 2; XXI, 7. Ver Lc. XI, 22; Jn. XVI, 33; Rom. III, 4; XII, 21; I Jn. II, 13-14; IV, 4; V, 4-5; Apoc. VI, 2; XI, 7; XIII, 7.
Κύριος κυρίων (Señor de señores): cfr. Apoc. I, 8; IV, 8.11; XI, 15.17; XV, 3-4; XVI, 7; XVIII, 8; XIX, 6; XXI, 22; XXII, 5-6; (Dios Padre) XI, 4 (¿Dios Padre?); XI, 8; XIV, 13; XIX, 16; XXII, 20-21 (Jesucristo); VII, 14 (Ancianos).
Βασιλεὺς βασιλέων (rey de reyes): cfr. I Tim. VI, 15; Apoc. I, 5; VI, 15; IX, 11; X, 11; XV, 3; XVI, 12.14; XVII, 2.10.12.18; XVIII, 3.9; XIX, 16.18-19; XXI, 24. Ver Deut. X, 17; Sal. CXXXV, 3; Dan. II, 47 y II Mac. XIII, 4.
Κλητοὶ (llamados): Hapax em el Apoc. cfr. Mt. XXII, 14; Rom. I, 6; VIII, 28; I Cor. I, 24; Jud. I, 1. Ver Mt. XXII, 3-4.8-9; Lc. XIV, 7-10.12-13.16-17.24; Jn. II, 2; Apoc. XIX, 9.
Ἐκλεκτοὶ (escogidos): Hapax em el Apoc. cfr. Mt. XXII, 14 (los que no mueren y tienen parte en la primera resurrección); XXIV, 22.24.31; Mc. XIII, 20.22.27 (144.000 sellados); Lc. XVIII, 7 (Mártires del quinto sello); Rom. VIII, 33 (¿); Col. III, 12; II Tim. II, 10.
Πιστοί (fieles): cfr. Mt. XXIV, 45; XXV, 21.23; Lc. XII, 42; XVI, 10-12; XIX, 17; Jn. XX, 27; Apoc. I, 5; II, 10.13; III, 14; XIX, 11; XXI, 5; XXII, 6.
Notas Lingüísticas:
Zerwick: “καὶ οἱ μετ’ αὐτοῦ κλητοὶ, etc. (y los que con Él…): viene de Ἀρνίον (Cordero)”.
Comentario:
Straubinger: “Llamados y escogidos y fieles: Sobre su escaso número, véase Mt. XXII, 14. Cf. Rom. VIII, 29 s. Este versículo, relativo al juicio confirma el carácter escatológico del pasaje”.
Allo: “… el desenlace de esta lucha ha sido representada simbólicamente (XVI, 14.16) por su concentración en “Harmagedón”, el lugar del desastre; será descrita en XIX, 11 ss”.
Allo: “Los que están con Él, llamados y escogidos y fieles, participarán en su triunfo espiritual y exterior; será el cumplimiento de la promesa de las cartas (II, 26-27), y he aquí por qué todo verdadero y sincero cristiano es llamado en los primeros capítulos ὁ νικῶν, el vencedor”.
Gelin: “Este versículo anuncia sin duda lo de XIX, 11-22, donde Cristo (XIX, 16) es igualmente declarado soberano de los que imperan; su ejército, opuesto al de la Bestia, será victorioso. Esto recuerda el término vencedor que marcaba el fin de cada carta a las iglesias”.
Bover: “Es la guerra anunciada en XVI, 14 y que se describirá en XIX, 19-21”.
Sales: “Todos estos estados sometidos al Anticristo (Dan. VII, 8 ss) moverán junto con él guerra contra el Cordero y sus secuaces (XVI, 14), pero el Cordero los vencerá (XIX, 19) porque es el Señor, etc. es decir, es Dios, y como tal tiene un poder infinito, al que nadie puede resistir (cfr. XIX, 16; Deut. X, 17; Sal. CXXXV, 3; I Tim. VI, 15). El ejército que acompaña al Cordero en la batalla está formado por los cristianos, los cuales son apelados los llamados (Rom. I, 6-7), los elegidos (Ef. I, 4), y los fieles (I Tim. IV, 10; I Ped. I, 21). Su triunfo se describe en XIX, 14”.
Fillion: “Estos”, se acentúa, una vez, más este pronombre”.
Ribera:
“Y el Cordero los vencerá: sobre esto ya habló en XVI, 14: “Salen a los reyes de todo el mundo habitado,
para congregarlos para la guerra del día, el grande, de Dios, el Todopoderoso”.
