10. Y reyes siete son: los cinco cayeron, el uno es, el otro aún no ha venido y cuando viniere, poco él debe permanecer.
Concordancias:
βασιλεῖς (reyes): cfr. Apoc. I, 5; VI, 15; IX, 11; X, 9; XV, 3; XVI, 12.14; XVII, 2.12.14.18; XVIII, 3.9; XIX, 16.18-19; XXI, 24.
Ἑπτὰ (siete): cfr. Mt. XII, 45; Lc. XI, 26; Apoc. XIII, 1; XVII, 3.7.9.11.
Ἔπεσαν (cayeron): cfr. Mt. VII, 25.27; Lc. VI, 49; XI, 17; Apoc. I, 17; II, 5; IV, 10; V, 8.14; VI, 13.16; VII, 11.16; VIII, 10; IX, 1; XI, 13.16; XIV, 8; XVI, 19; XVIII, 2; XIX, 4.10; XXII, 8.
οὔπω (aún no): cfr. Mt. XVI, 9; XXIV, 6; Mc. IV, 40; VIII, 17.21; XI, 2; XIII, 7; Lc. XXIII, 53; Jn. II, 4; III, 24; VI, 17; VII, 6.8.30.39; VIII, 20; XI, 30; XX, 17; Heb. II, 8; XII, 4; I Jn. III, 2; Apoc. XVII, 12.
ἦλθεν (ha venido): cfr. Apoc. I, 7; III, 11; V, 7; VI, 1.3.5.717; VIII, 3; IX, 12; XI, 14.18; XIV, 7.15; XVI, 15; XVII, 1; XVIII, 10; XIX, 7; XXI, 9; XXII, 7.12.20.
Ὅταν (cuando): cfr. Mt. V, 11; IX, 15; X, 19.23; XII, 43; XIII, 32; XV, 2; XIX, 28; XXI, 40; XXIV, 15.32-33; XXV, 31; XXVI, 29; Mc. II, 20; III, 11; IV, 15-16.29.31-32; VIII, 38; XI, 19; XII, 23.25; XIII, 4.7.11.14.28-29; XIV, 7.25; Lc. V, 35; VI, 22.26; VIII, 13; IX, 26; XI, 21.24; XII, 11.54-55; XIII, 28; XIV, 8.10.12-13; XVI, 4.9; XVII, 10; XXI, 7.9.20.30-31; XXIII, 42; Jn. IV, 25; VII, 27.31; X, 4; XVI, 21; Rom. XI, 27; I Cor. XIII, 10; XV, 24.27-28.54; Col. III, 4; I Tes. V, 3; II Tes. II, 10; Heb. I, 6; Apoc. IV, 9; VIII, 1; IX, 5; X, 7; XI, 7; XII, 4; XVIII, 9; XX, 7.
ὀλίγον (poco): cfr. Apoc. II, 14; III, 4; XII, 12. Ver Apoc. XX, 3.
Δεῖ (debe): cfr. Apoc. I, 1; IV, 1; X, 8; XI, 5; XIII, 10; XX, 3; XXII, 6.
μεῖναι (permanecer): Hapax en el Apoc.
Notas Lingüísticas:
Smith J. (citado por Garland): “Ἔπεσαν (cayeron): esta palabra se usa siempre de muerte violenta, cuando se habla de individuos, o de violencia cuando se habla de reinos (Juec. III, 25; V, 27; II Rey. I, 19.25; Is. XXI, 9; Jer. L, 15; LI, 8; Ez. XXIX, 5; XXX, 6)”.
Comentario:
Cayeron: No se dice de personas sino de las cabezas de la Bestia, como aquí y luego en XVII, 2 de Babilonia, y además de otras ciudades como Jerusalén en XI, 13 y las ciudades de las naciones en XVI, 19.
Por nuestra parte creemos que las siete cabezas son:
1) Babilonia
2) Egipto
3) Asiria
4) Babilonia-Persia
5) Grecia
6) Roma
7) Babilonia (bajo Elías): “el otro aún no ha venido”. Ver Dan. VII, 6.
8) Babilonia (bajo el Anticristo): Esta es la Babilonia del Apocalipsis que cae y “resucita”.
Sales: “Cinco cayeron: Los primeros cinco imperios al momento en el cual tuvo lugar esta visión ya habían caído. Uno, esto es, el sexto, el imperio romano, es, o sea, subsiste actualmente…”.
Crampon: “Siete reyes: es decir, siete imperios, según la analogía de nuestra profecía con la de Daniel, en donde las cabezas, representando imperios, son llamadas también, sin embargo, reyes (Dan. VII, 17)”.
Andrea (citado por Alápide): “Las siete cabezas y montes son siete monarquías y reinos”.
Fillion: “Et reges septem: Estas
palabras no contienen, con respecto a las siete cabezas, un nuevo
esclarecimiento, distinto de las que preceden, sino que sirven para
precisarlas. En realidad, los siete reyes no difieren de los siete montes, y,
como ellos, representan imperios. Sin dudas, a primera vista uno está
tentado a ver en ellos a reyes individuales y es así que numerosos comentadores
han interpretado nuestro pasaje, siguiendo a Victorino; pero con semejante
punto de partida les es extremadamente difícil explicar los vv. 10-11. Además un sorprendente
desacuerdo reina entre ellos con respecto a los detalles (…); como se ve, las
aplicaciones a la historia contemporánea de San Juan no llevan a ningún
resultado sólido (…) creemos, pues,
junto con numerosos comentadores antiguos y recientes que los siete reyes son
simbólicos, como las siete montañas, como Roma misma. Figuran, según la
analogía del capítulo VII de Daniel, las grandes monarquías paganas o animadas
del espíritu pagano, que se han sucedido hasta aquí en la historia del mundo:
Egipto, Asiria, Caldea con Babilonia, los Medo-Persas, Grecia, Roma y
finalmente el conjunto de los reinos europeos actuales, en lo que tienen de
perverso y anticristiano”.
Fillion: “Quinque ceciderunt: Son los cinco primeros de la lista. Ver Ez. XXIX-XXX para Egipto; Nah. III, 1-19 para Asiria; Is. XIII, XIV, XXIII y Jer. L-LI para Babilonia; Dan. X, 13 y XI, 2 para los Medo-Persas; Dan. XI, 3-4 para Grecia. Notar que el término “cayeron” conviene mucho más a instituciones, a imperios, que a hombres. Cfr. XIV, 8; XVI, 19, etc.”.
Fillion: “Unus est: el sexto, que entonces existía: el imperio romano”.
Swete: “Y reyes siete son: Pero las cabezas de la Bestia tienen otro significado: son “reyes” (cf. XIII, 3 y nota). En Dan. VII, 17, los cuatro reyes simbolizados por las cuatro Bestias son interpretados tanto por los LXX como por Teodoción como cuatro reinos, y esta interpretación está avalada por los vv. 23-24 donde se dice que la cuarta Bestia es el cuarto Reino”.
Ribera: “Para poder entender este lugar muy obscuro, hay que saber que el mundo
está dividido en siete edades. La primera va desde Adán hasta Noé; la segunda,
desde Noé hasta Abraham; la tercera, desde Abraham hasta David; la cuarta,
desde David hasta la cautividad de Babilonia; la quinta, desde la cautividad
hasta la venida de Cristo; la sexta, desde la venida de Cristo hasta el
Anticristo; la séptima, desde el Anticristo hasta la venida del juicio. En
estas edades, el diablo siempre afligió y vejó a los siervos de Dios por medio
de los reyes y príncipes seculares…”.
