10. Y el tercer ángel trompeteó y cayó del cielo una estrella grande,
ardiendo como antorcha y cayó sobre la tercera parte de los ríos y sobre las fuentes
de aguas.
Comentario:
Antorcha se
dice de los 7 Arcángeles en IV, 5, pero en este caso no parece ser Satanás.
Esta trompeta se dirige contra las aguas dulces.
Straubinger: “La
caída de esta estrella, que simboliza a un ángel con nombre de amargura
(v. 11, cfr. Enoc LXXXVI, 1 ss), hace pensar en la palabra de Jesús que comparó
la caída de Satanás con la de una estrella (Lc. X, 18). Véase IX, 1 y nota.
Cfr. XII, 9 ss”.
Como es sabido, los ángeles llevan en su nombre su misión.
11. Y el nombre de la estrella se dice “el Ajenjo”. Y se convirtió la tercera
parte de las aguas en ajenjo y muchos de los hombres murieron a causa de las
aguas por haberse amargado.
Notas
Lingüísticas:
Πολλοὶ τῶν ἀνθρώπων (muchos
de los hombres): el artículo "de los" ¿podría hacer alusión a una
clase determinada de hombres, a saber, "los habitantes de la tierra"?
Abel: “Ὁ
Ἄψινθος (masc.) en lugar de ἡ Ἄψινθος (fem.) porque se trata del
nombre de un astro”.
Citas
Bíblicas:
Jer.
XXIII, 15: “Por
tanto, así dice Yahvé de los ejércitos contra
los profetas: “He aquí que les daré
para comida ajenjo, y para bebida agua envenenada, porque de los profetas
de Jerusalén la impiedad se ha difundido sobre todo el país”.
Am.
V, 7: “Vosotros tornáis el derecho en ajenjo, y echáis
por tierra la justicia”.
Am.
VI, 13: “¿Corren
acaso los caballos por las peñas? ¿O se puede arar (allí) con bueyes? Así vosotros trocáis en veneno el juicio, y el fruto de justicia en ajenjo”.
Comentario:
Allo: "No muere un "tercio" de los
hombres, sino solamente "muchos"; es que la masacre de la tercera
parte de los hombres está reservada a la plaga de la sexta Trompeta".
Alápide: "Y muchos de los hombres murieron: De aquí se hecha de ver que esta amargura
fue excesiva y por lo tanto venenosa y letal; pues, por el contrario, la
amargura moderada es sana y conserva el cuerpo de la putrefacción".
Gelin: "La
tercera plaga mira sin dudas una epidemia causada por las aguas vueltas amargas
y envenenadas. Un cambio semejante es notado por IV Esd. V, 9: "En
las aguas dulces se encontrará sal", de la misma forma que, a la
inversa, el Mar Muerto se sanará en los tiempos mesiánicos (Ez. XLVII, 8). La
plaga está relacionada con la caída de una estrella, tal vez un ángel, por
analogía con IX, 1, o más probablemente con un bólido…".
Garland: "Es importante notar que Dios describe la
idolatría como "raíz que produzca veneno y amargura" (Deut. XXIX, 18).
La idolatría es un pecado recurrente de los
habitantes de la tierra durante este período del juicio (IX, 20; XIII,
15-16). Así Dios juzga su amargura de ajenjo, dándoles a beber ajenjo.
Es el mismo juicio que Dios le dio a Israel por ir en pos de falsos dioses (Jer. VIII, 14; IX, 14-16; XXIII, 15).
El ajenjo describe también el fruto de la injusticia, que ha de ser una
característica predominante del período de la Tribulación (Am. V, 7; VI, 12; cfr. II
Tim. III, 2-4)".