lunes, 2 de septiembre de 2019

Algunas Notas a Apocalipsis VIII, 10-11


10. Y el tercer ángel trompeteó y cayó del cielo una estrella grande, ardiendo como antorcha y cayó sobre la tercera parte de los ríos y sobre las fuentes de aguas.

Comentario:

Antorcha se dice de los 7 Arcángeles en IV, 5, pero en este caso no parece ser Satanás.

Esta trompeta se dirige contra las aguas dulces.

Straubinger: “La caída de esta estrella, que simboliza a un ángel con nombre de amargura (v. 11, cfr. Enoc LXXXVI, 1 ss), hace pensar en la palabra de Jesús que comparó la caída de Satanás con la de una estrella (Lc. X, 18). Véase IX, 1 y nota. Cfr. XII, 9 ss”.

Como es sabido, los ángeles llevan en su nombre su misión.


11. Y el nombre de la estrella se dice “el Ajenjo”. Y se convirtió la tercera parte de las aguas en ajenjo y muchos de los hombres murieron a causa de las aguas por haberse amargado.

Notas Lingüísticas:

Πολλοὶ τῶν ἀνθρώπων (muchos de los hombres): el artículo "de los" ¿podría hacer alusión a una clase determinada de hombres, a saber, "los habitantes de la tierra"?

Abel: “Ὁ Ἄψινθος (masc.) en lugar de ἡ Ἄψινθος (fem.) porque se trata del nombre de un astro”.


Citas Bíblicas:

Jer. XXIII, 15: “Por tanto, así dice Yahvé de los ejércitos contra los profetas: “He aquí que les daré para comida ajenjo, y para bebida agua envenenada, porque de los profetas de Jerusalén la impiedad se ha difundido sobre todo el país”.

Am. V, 7: “Vosotros tornáis el derecho en ajenjo, y echáis por tierra la justicia”.

Am. VI, 13: “¿Corren acaso los caballos por las peñas? ¿O se puede arar (allí) con bueyes? Así vosotros trocáis en veneno el juicio, y el fruto de justicia en ajenjo”.


Comentario:

Allo: "No muere un "tercio" de los hombres, sino solamente "muchos"; es que la masacre de la tercera parte de los hombres está reservada a la plaga de la sexta Trompeta".

Alápide: "Y muchos de los hombres murieron: De aquí se hecha de ver que esta amargura fue excesiva y por lo tanto venenosa y letal; pues, por el contrario, la amargura moderada es sana y conserva el cuerpo de la putrefacción".

Gelin: "La tercera plaga mira sin dudas una epidemia causada por las aguas vueltas amargas y envenenadas. Un cambio semejante es notado por IV Esd. V, 9: "En las aguas dulces se encontrará sal", de la misma forma que, a la inversa, el Mar Muerto se sanará en los tiempos mesiánicos (Ez. XLVII, 8). La plaga está relacionada con la caída de una estrella, tal vez un ángel, por analogía con IX, 1, o más probablemente con un bólido…".

Garland: "Es importante notar que Dios describe la idolatría como "raíz que produzca veneno y amargura" (Deut. XXIX, 18). La idolatría es un pecado recurrente de los habitantes de la tierra durante este período del juicio (IX, 20; XIII, 15-16). Así Dios juzga su amargura de ajenjo, dándoles a beber ajenjo. Es el mismo juicio que Dios le dio a Israel por ir en pos de falsos dioses (Jer. VIII, 14; IX, 14-16; XXIII, 15). El ajenjo describe también el fruto de la injusticia, que ha de ser una característica predominante del período de la Tribulación (Am. V, 7; VI, 12; cfr. II Tim. III, 2-4)".