5. Y se le dio una boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para hacer, meses cuarenta y dos.
Concordancias:
Στόμα (boca): cfr. Mt. IV, 4; XV, 11.17-18; II Tes. II, 8; Apoc. I, 16; II, 16; III, 16; XIX, 15.21 (Verbo); IX, 17-19 (sexta Trompeta); XI, 5 (dos Testigos); XII, 15-16 (serpiente); XII, 16 (tierra - suelo); XIII, 2.6 (Bestia); XIV, 5 (144.000 sellados); XVI, 13 (Dragón - Bestia del Mar – Falso Profeta).
λαλοῦν (hablaba): cfr. Apoc. I, 12; IV, 1; X, 3-4; XIII, 11.15; XVII, 1; XXI, 9.15.
βλασφημίας (blasfemias): cfr. Apoc. II, 9; XIII, 1.6; XVII, 3.
ἐξουσία (autoridad): cfr. Apoc. II, 26; VI, 8; IX, 3.10.19; XI, 6; XII, 10; XIII, 2.4.7.12; XIV, 18; XVI, 9; XVII, 12-13; XVIII, 1; XX, 6; XXII, 14.
μῆνας (mes):
cfr. Apoc. IX, 2.5.10.15; XXII, 2.
μῆνας τεσσεράκοντα δύο (meses cuarenta y dos): cfr. Apoc. XI, 2.
Notas Lingüísticas:
Zerwick: “ποιῆσαι (obrar): “Aquí o en sentido absoluto, y significa obrar, o con objeto de tiempo, y significa vivir.
Citas Bíblicas:
Dan. VII, 8.11.20.25: “Estaba yo contemplando los cuernos, cuando divisé otro cuerno pequeño, que despuntaba entre ellos; y le fueron arrancados tres de los primeros cuernos. Y he aquí que había en este cuerno ojos como ojos de hombre y una boca que profería cosas horribles (…) Miraba yo entonces a causa del ruido de las grandes palabras que hablaba el cuerno (…) ese cuerno que tenía ojos, y una boca que profería cosas espantosas, y parecía más grande que los otros (…) Proferirá palabras contra el Altísimo, oprimirá a los santos del Altísimo y pretenderá mudar los tiempos y la Ley…”.
Dan. VII, 21.25: “Pues estaba yo viendo cómo este cuerno hacía guerra contra los santos y prevalecía sobre ellos (…) Proferirá palabras contra el Altísimo, oprimirá a los santos del Altísimo y pretenderá mudar los tiempos y la Ley…”.
Dan. VII, 25: “Proferirá palabras contra el Altísimo, oprimirá a los santos del Altísimo y pretenderá mudar los tiempos y la Ley; y ellos serán entregados en su mano hasta un tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo”.
Dan. XI, 36: “Aquel rey hará lo que quiera, se ensoberbecerá y se engrandecerá sobre todo dios. Hablará cosas espantosas contra el Dios de los dioses, y prosperará hasta que se cumpla la ira; porque lo decretado ha de cumplirse”.
Cfr. Sal. XI, 5-6.
Comentario:
Y se le dio una boca que hablaba grandes cosas y blasfemias: ¿Epexegesis? “Grandes cosas, esto es, blasfemias”.
Las características de la “boca” de la Bestia de Juan son las mismas que las del “cuerno” de Daniel:
1) “Hablar cosas altaneras y blasfemas” (Apoc. XIII, 5.6) = “Hablar palabras contra el Excelso” (Dan. VII, 8.11.20.25).
2) “Hacer la guerra a los santos y vencerlos” (Apoc. XIII, 7) = “Oprimirá a los santos del Altísimo” (Dan. VII, 21.25).
3) Ambos ejercerán su poder durante “cuarenta y dos meses” (Apoc. XIII, 5) y “un tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo” (Dan. VII, 25).
Con lo cual se ve que no es del todo exacto identificar a la Bestia del Mar con el Anticristo-Individuo, y en este sentido Lacunza tiene razón, una vez más. Nos parece, pues, que el Anticristo-Individuo se identifica con el pequeño cuerno que vio Daniel, es decir, con la boca de la que nos habla aquí San Juan.
Esta boca que le es dada a la Bestia es el Anticristo-Individuo. El undécimo cuerno. El rey de Israel.
A la Bestia se le dan, pues, dos cosas: boca y autoridad, lo cual desarrollará en los versículos siguientes:
1) Una boca: Es decir el Anticristo-Individuo, el cual hablará grandes blasfemias (v. 6).
2) Autoridad: Sobre todo el orbe para hacerle la guerra a los santos y vencerlos (v. 7).
Straubinger: “Altanerías y blasfemias: lo mismo se dice del pequeño cuerno en Dan. VII, 8, que, en sentir de muchos autores patrísticos y modernos, es el Anticristo o lo representa”.
Straubinger: “Le fue dada autoridad: Dios permite esta persecución. Sin ello, claro está que no se concebiría su momentánea victoria ni la fuerza con que vencerá a los santos (v. 7)”.
Wikenhauser: “El vidente pasa ahora a describir lo que la Bestia hace contra Dios. Su actividad coincide con la del cuerno pequeño de la cuarta Bestia de Daniel y se cumple de dos maneras: hablando y actuando. La Bestia recibió del Dragón una boca que profiere palabras llenas de arrogancia y, lo que significa lo mismo, blasfema contra Dios y contra los habitantes del cielo. Las blasfemias son las prerrogativas divinas que se arroga y los honores divinos que para sí reclama. Del cuerno pequeño dice Daniel VII, 8: “Tenía una boca que hablaba con gran arrogancia”; del rey simbolizado en este cuerno dice luego en VII, 25: “Hablará palabras arrogantes contra el Altísimo” (cf. Dan. VIII, 11), y en XI, 36: “Se ensoberbecerá y se gloriará por encima de todos los dioses, y contra el Dios de los dioses dirá palabras arrogantes”.
Caballero Sánchez: “La palabra obrar en el texto no tiene complemento; está tomada, como en otros pasajes bíblicos, en toda su plenitud. Significa “hacer y deshacer a su antojo”. Las “facultades extraordinarias” con las que a veces se robustece la Autoridad, en los momentos de crisis, son aquí llevadas a su máxima expresión de “facultades omnímodas”, sin restricción de ninguna clase, ni en la voluntad que manda ni en el brazo que ejecuta. Esta “potestad” dada a la Bestia simboliza, o más bien, designa el Brazo secular, sin el cual el “hacer” de la Bestia no podría ser omnímodo. Es la cabeza del Imperio poniéndose con todos sus recursos civiles y militares al servicio irrestricto de la Bestia.
Con estos dos Ministros supremos que le proporciona el Dragón, la Bestia tiene las dos espadas o los dos Poderes, la Espada espiritual del Verbo y la Espada material de la Fuerza”.
Swete: “El poder de la Bestia dura tanto como la permanencia de la Mujer en el desierto”.
Ribera: “En
hebreo hacer significa hacer lo que quieras, de forma que nadie
puede impedirlo (I Rey. XXVI; Dan. VIII)”.