3) MAR
1)
Apoc. IV, 6: “Y
delante del trono como un mar de vidrio
semejante a cristal; y en medio del trono y alrededor del trono, cuatro
Vivientes llenos de ojos por delante y por detrás.
2)
Apoc. V, 13: “Y a toda creatura que (está) en el cielo y sobre la tierra y bajo la tierra y sobre el
mar, y a todas las cosas que hay en ellos, oí diciendo: “Al sentado sobre
el trono y al Cordero, la bendición y el honor y la gloria y el imperio por los
siglos de los siglos”.
3)
Apoc. VII, 1-3: “Después de esto vi cuatro
ángeles que estaban de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, teniendo los
cuatro vientos de la tierra para que no
sople viento sobre la tierra, ni sobre
el mar, ni sobre árbol alguno. Y vi otro ángel subiendo del oriente del
sol, teniendo (el) sello del Dios
vivo y clamó con voz grande a los cuatro ángeles, a quienes se les dio dañar la tierra y el mar diciendo: “No dañéis la
tierra, ni el mar, ni los árboles,
hasta que hayamos sellado a los siervos de nuestro Dios en sus frentes”.
4)
Apoc. VIII, 8-9: “Y
el segundo ángel trompeteó y como un monte grande, en fuego ardiendo, fué
arrojado al mar y se volvió la tercera parte del mar sangre. Y murió la
tercera parte de las creaturas, de las que están en el mar, las que tienen
almas y la tercera parte de las naves fue destruida”.
5)
Apoc. X, 2-8: “Y
teniendo en su mano un librito abierto; y puso su pie, el derecho, sobre el
mar y el izquierdo sobre la tierra; y clamó con voz grande, como león que
ruge y cuando clamó hablaron los siete truenos sus voces. Y cuando hablaron los
siete truenos, iba a escribir y oí una voz del cielo diciendo: “Sella lo que
hablaron los siete truenos y no lo escribas”. Y el ángel que vi estando de
pie sobre el mar y sobre la tierra, alzó su mano, la diestra, al cielo, y
juró por el Viviente por los siglos de los siglos - que creó el cielo y lo que
hay en él y la tierra y lo que hay en ella y el mar y lo que hay en él
-: "Tiempo ya no habrá", sino que en los días de la voz del séptimo
ángel, cuando vaya a trompetear, también se consumó el misterio de Dios como
evangelizó a sus siervos los profetas. Y la voz que oí del cielo, (la oí)
de nuevo hablando conmigo y diciendo: “Ve, toma el libro, el abierto, (que está) en la mano del ángel, el que
está de pie sobre el mar y sobre la tierra”.
6)
Apoc. XII, 12: “A
causa de esto ¡alegráos cielos y (¿esto es?) los que en ellos tendéis los
tabernáculos! ¡Ay de la tierra y del mar porque descendió el
diablo (el Calumniador) a vosotros,
teniendo furor grande, sabiendo que poco tiempo tiene!”.
7)
Apoc. XII, 17-XIII, 1: “Y
se airó el Dragón contra la Mujer y se fue a hacer guerra contra los restos de
su simiente, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de
Jesús. Y se puso de pie sobre la arena
del mar. Y ví del mar una Bestia que sube, teniendo cuernos diez y cabezas siete y sobre sus
cuernos, diez diademas y sobre sus cabezas, nombres de blasfemia”.
8)
Apoc. XIV, 7: “Diciendo
con voz grande: “Temed a Dios y dadle gloria, porque ha llegado la hora de su
juicio” y “Postraos ante el que hizo el cielo y la tierra y mar y
fuentes de aguas”.
9)
Apoc. XV, 2: “Y vi como un mar vítreo mezclado con fuego
y a los que vencieron de la bestia y de su imagen y del número de su nombre, estando
de pie sobre el mar, el vítreo, teniendo cítaras de Dios”.
10)
Apoc. XVI, 3: “Y el segundo derramó su
copa en el mar y se volvió sangre como la de un muerto y toda
alma de vida murió, las que están en el mar”.
11)
Apoc. XVIII, 17-21: “Porque
en una hora fue desierta tanta riqueza!”. Y todo
piloto y todo el que a lugar navega y marineros y cuantos el mar trabajan, desde lejos, se pusieron de pie, y
clamaban viendo el humo de su incendio, diciendo: “¿Quién semejante a la
ciudad, la grande?”. Y arrojaron polvo sobre sus cabezas y clamaban, llorando y
lamentándose, diciendo: “¡Ay, ay, la ciudad, la grande, en la cual se enriquecieron todos los que tienen las naves en el mar
a causa de su opulencia, porque en una hora fue desierta!”. ¡Alégrate sobre
ella, cielo y (¿esto
es?) los santos y los apóstoles y los profetas, pues ha juzgado Dios
vuestro juicio contra ella! Y alzó un ángel fuerte una piedra como un molino
grande, y (la) arrojó al mar, diciendo: “Así con ímpetu será arrojada
Babilonia, la gran ciudad y no será hallada ya”.
12)
Apoc. XX, 7-8: “Y
cuando se hayan consumado los mil años, será liberado el Satanás (Acusador) de su prisión, y saldrá a
engañar las naciones, las (que están)
en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y Magog, para congregarlos a la
guerra, el número de ellos (es) como la arena del mar”.
13)
Apoc. XX, 13: “Y dio
el mar los muertos, los (que están)
en él y la Muerte y el Hades dieron los muertos, los (que están) en ellos y fueron juzgados cada uno según sus obras”.
14)
Apoc. XXI, 1: “Y vi cielo nuevo y tierra nueva; en efecto,
el primer cielo y la primera tierra se fueron y el mar no es ya”.
Conclusiones:
1) Asistimos en este caso a tres
sentidos diversos, el primero de los cuales ya es obvio a esta altura: el mar es lo que comúnmente entendemos por
este nombre.
Apoc. V, 13: “Y a toda creatura que (está) en el cielo y sobre la tierra y
bajo la tierra y sobre el mar, y a todas las cosas que hay en ellos, oí
diciendo: “Al sentado sobre el trono y al Cordero, la bendición y el honor y la
gloria y el imperio por los siglos de los siglos”.
Apoc. X, 2-8: “Y
teniendo en su mano un librito abierto; y puso su pie, el derecho, sobre el mar
y el izquierdo sobre la tierra; y clamó con voz grande, como león que ruge y
cuando clamó hablaron los siete truenos sus voces. Y cuando hablaron los siete
truenos, iba a escribir y oí una voz del cielo diciendo: “Sella lo que hablaron
los siete truenos y no lo escribas”. Y el ángel que vi estando de pie
sobre el mar y sobre la tierra, alzó su mano, la diestra, al cielo, y juró por
el Viviente por los siglos de los siglos - que creó el cielo y lo que hay en él
y la tierra y lo que hay en ella y el mar y lo que hay en él -:
"Tiempo ya no habrá", sino que en los días de la voz del séptimo
ángel, cuando vaya a trompetear, también se consumó el misterio de Dios como
evangelizó a sus siervos los profetas. Y la voz que oí del cielo, (la oí)
de nuevo hablando conmigo y diciendo: “Ve, toma el libro, el abierto, (que está) en la mano del ángel, el que
está de pie sobre el mar y sobre la tierra”.
Apoc. XIV, 7: “Diciendo
con voz grande: “Temed a Dios y dadle gloria, porque ha llegado la hora de su
juicio” y “Postraos ante el que hizo el cielo y la tierra y mar y
fuentes de aguas”.
Apoc. XX, 7-8: “Y cuando se hayan consumado los mil años, será liberado el Satanás (Acusador) de su prisión, y saldrá a
engañar las naciones, las (que están)
en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y Magog, para congregarlos a la
guerra, el número de ellos (es) como la arena del mar”.
2)
Hay otro mar
que no hay que pasar por alto a la hora de entender la concepción judía del
mundo. Es un mar que está sobre el
firmamento.
Apoc. IV, 6: “Y delante del trono como un mar de vidrio semejante a cristal;
y en medio del trono y alrededor del trono, cuatro Vivientes llenos de ojos por
delante y por detrás”.
Apoc. XV, 2: “Y vi como un mar vítreo mezclado con fuego
y a los que vencieron de la bestia y de su imagen y del número de su nombre, estando
de pie sobre el mar, el vítreo, teniendo cítaras de Dios”.
Este mar parece
coincidir con las aguas superiores de
las que habla el Génesis al comienzo de la creación y luego en el diluvio.