lunes, 24 de abril de 2023

Algunas notas a Apocalipsis XIII, 16

 16. Y hace que a todos: los pequeños y los grandes y los ricos y los pobres y los libres y los siervos para que se les dé una marca sobre la mano de ellos, la derecha, o sobre la frente de ellos, 

Concordancias: 

μικροὺς (pequeños): cfr. Mt. X, 42; XI, 11; XVIII, 6.10.14; Mc. IX, 42; Lc. VII, 28; IX, 48; XII, 32; XVII, 2; Heb. VIII, 11; Apoc. III, 8; VI, 11; XI, 18; XIX, 5.18; XX, 3.12. Ver Mt. XI, 25; XIX, 13-15; Mc. X, 13-16; Lc. X, 21; XVIII, 15-17. 

Μεγάλους (grandes): cfr. Mt. V, 19; XVIII, 1.4; XX, 26; XXIII, 11; Mc. X, 42-43; Lc. IX, 46.48; XXII, 24.26-27; Apoc. XI, 18; XIX, 5.18; XX, 12. 

τοὺς μικροὺς καὶ τοὺς μεγάλους (los pequeños y los grandes): cfr. Apoc. XI, 18; XIX, 5.18; XX, 12. 

πλουσίους (ricos): cfr. Mt. XIX, 23-24; Mc. X, 25; XII, 41; Lc. VI, 24; XII, 16; XIV, 12; XVI, 19.21-22; XVIII, 23.25; XXI, 1; Sant. II, 6; V, 1; Apoc. III, 17; VI, 15. Ver Apoc. II, 9. 

πτωχούς (pobres): cfr. Mt. V, 3; XI, 5; XIX, 21; XXVI, 11; Mc. X, 21; XII, 42-43; XIV, 7; Lc. IV, 18; VI, 20; VII, 22; XIV, 13.21; XVI, 20.22; XVIII, 22; XIX, 8; XXI, 3; Jn. XII, 8; Rom. XV, 26; II Cor. VI, 10; Gal. II, 10; Sant. II, 2-3.5-6; Apoc. III, 17. 

Ἐλευθέρους (libres): cfr. Mt. XVII, 26; Jn. VIII, 36 (relacionado con “hijos”); Apoc. VI, 15; XIX, 18. 

Δούλους (siervos): cfr. Apoc. I, 1; II, 20; VI, 15; VII, 3; X, 7; XI, 18; XV, 3; XIX, 2.5.18; XXII, 3.6. 

χάραγμα (marca): cfr. Hech. XVII, 29; Apoc. XIII, 17; XIV, 9.11; XVI, 2; XIX, 20; XX, 4. 

χειρὸς τῆς δεξιᾶς (mano derecha): cfr. Mt. V, 30; Lc. VI, 6; Hech. III, 7; Apoc. I, 16; X, 2.5. Ver Mt. V, 30; XV, 2.20; XVIII, 8; Mc. IX, 43; Apoc. I, 17; XIV, 9; XX, 4. Ver Apoc. IX, 20; XVII, 4. 

μέτωπον (frentes): Sólo en el Apoc. cfr. Apoc. IX, 4; XIII, 16; XIV, 1.9; XVII, 5; XX, 4; XXII, 4. 

 

Comentario: 

Straubinger: “Alude al boycot económico por medio del cual serán sometidos los cristianos al sistema del terror, cosa que ya no nos toma de sorpresa en esta época. Según observan los expositores, se trataría de marcas indelebles, es decir, tatuadas en la piel”. 

Allo: “Este “signo de la Bestia” que se encontrará en XIV, 9.11; XVI, 2; XIX, 20, contrasta con “el signo de Dios”, VII, 3; IX, 4 etc.”. 

Tanto Allo como Zerwick dicen que se puede traducir: “E hizo que les dieran…” o “Que se dieran…”. 

Wikenhauser: “Para evitar que alguno se exima de rendir culto a la Bestia el profeta exige que todos lleven impresa en la frente o en la mano alguna señal distintiva que los acredite como partidarios de ella. Era corriente en la antigüedad que los adoradores de un dios se tatuaran, grabando en su cuerpo la imagen o el nombre de tal dios. Según Ap. XXII, 4; III, 12, los ciudadanos de la nueva Jerusalén llevan impreso el nombre de Dios en la frente como signo visible de su pertenencia a él; en VII, 3 y XIV, 1 se dice que a los elegidos se les graba en la frente el sello de Dios, como símbolo de especial protección. A todo el que no lleva el distintivo de la Bestia se le somete a bloqueo económico, no pudiendo comprar ni vender lo que equivale a privarlo de todos los medios de subsistencia. Con medida tan inhumana se busca que cuantos rehúsan adorar a la Bestia se vean delatados, y así la autoridad los pueda castigar. En tales condiciones no queda otra alternativa que adorar a la Bestia o resignarse a morir…”. 

Ribera: “Se llama carácter a un signo impreso a una forma impresa de otra. De la misma forma que se imprime en la frente de los cristianos el signo de la Cruz, así, el Anticristo por medio de su precursor, hará que todos porten abiertamente el signo impreso sea en la frente, sea en la mano derecha; de la misma manera que la circuncisión separaba a los judíos de los demás pueblos, así distinguirá este signo a los cristianos de los anticristianos”.