Capítulo IV
1. Después de
esto ví y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la voz, la primera, que oí
como de trompeta hablando conmigo, diciendo: “Sube aquí y te mostraré lo que debe
suceder después de esto”.
Citas
Bíblicas:
Sobre la puerta abierta en el cielo, ver:
Ez. I, 1: “El año trigésimo, el día cinco del cuarto mes,
estando yo en medio de los cautivos, junto al río Cobar, se abrieron los
cielos, y tuve visiones de Dios”.
Hech. VII, 55-56: “Mas, lleno del Espíritu Santo y clavando los ojos en el cielo, vio la
gloria de Dios y a Jesús de pie a la diestra de Dios, y exclamó: “He aquí que
veo los cielos abiertos, y al Hijo del hombre que está de pie a la
diestra de Dios.”
Comentario:
“Después de esto” = IV, 1; VII, 9; XV, 5 y XVIII,
1 = ¿marca una nueva visión?
Esta puerta
abierta coincide, en cuanto al tiempo, con la puerta abierta a la Iglesia
de Filadelfia (III, 8).
Comienza la tercera parte de la profecía según
la división dada en I, 19, la
cual, a su vez se dividirá en dos secciones, como luego diremos. Ver AQUI.
San Juan parece
darse vuelta una vez más (cf. I, 12) y volver a ver "el día del Señor".
La voz que le habla es la misma de I, 10, es decir, la de San
Gabriel. Ver AQUI.
Straubinger: “Las
cosas que han de suceder empezarán en el capítulo VI con la apertura
de los sellos, después de esta visión. Igual expresión usa Dan. II, 29.45 y
tal parece ser el objeto principal del Apocalipsis en cuanto profecía, según se
ve en I, 1 (Cf. I, 19 y nota)".
En realidad, todo indica que las cosas que han de suceder comienzan
en el mismo capítulo IV, con la reunión del consejo celestial.
El paralelismo de la frase final con I, 19 es clara, como ya lo
notamos.
Fillion: “Después
de esto: después de los
hechos narrados desde I, 10 hasta III, 22. La fórmula Μετὰ ταῦτα εἶδον, después
de esto vi (cfr. VII, 1.9; XV, 5; XVIII, 1), varía en este libro con Καὶ
εἶδον, y vi (cfr. V, 1.6; VI, 1.2.12; VIII, 2.13; IX, 1 etc.). La
primera introduce habitualmente los hechos más importantes, como el comienzo de
una visión nueva; el otro concierne a detalles secundarios”.
Fillion: “Como de
ordinario la partícula “he aquí” señala el carácter inopinado del fenómeno.
Comparar el v. 2b etc.”.