Nota del Blog: terminamos, después de mucho andar (¡más de 10 años!), estas notas entresacadas, en su mayor parte, de diversos autores.
***
20. Dice el que testifica estas cosas: “Sí, vengo pronto”. Amén; ven, Señor Jesús.
Concordancias:
Ὁ μαρτυρῶν (El que testifica): cfr. Apoc. I, 2; XXII, 17-18. Ver “testigo” en I, 5 y “testimonio” en I, 2.
Ναί (sí): cfr. Apoc. I, 7; XIV, 13; XVI, 7.
Ἔρχομαι (vengo): cfr. Mt. VIII, 11; XXIV, 11.50; Lc. XII, 46; XIII, 29.35; Jn. VI, 37; Rom. XI, 26; Heb. X, 37; II Ped. III, 10; Apoc. II, 26; III, 3.9; XV, 4; XVIII, 8. Ver Mt. VI, 10; X, 23; XVI, 27-28; XXI, 9; XXIII, 39; XXIV, 30.42-44.46; XXV, 10.13.19.27.31; XXVI, 64; Mc. VIII, 38; IX, 1; XI, 9-10; XIII, 26.35-36; Lc. IX, 26; XI, 2; XII, 36-40.43.45; XIV, 17.62; XVII, 20.22; XVIII, 8; XIX, 13.23.38; XXI, 27; XXII, 18; XXIII, 42; Jn. V, 25.28; VI, 35; VII, 37; XI, 27; XII, 13; XIV, 3.18.23.28; XXI, 22-23; Hech. I, 11; I Cor. IV, 5; XI, 26; I Tes. V, 2; II Tes. I, 10; II Jn. I, 7; Jud. I, 14; Apoc. I, 7; III, 11; XIV, 15; XVI, 15; XIX, 7; XXII, 7.12.17. Ver Hech. II, 20; I Tes. I, 10; Apoc. VI, 17; XI, 18; XIV, 7.
Ταχύ (pronto): cfr. Lc. XVIII, 8; Rom. XVI, 20; Apoc. I, 1; III, 11; XXII, 7.12. Ver Mt. V, 25; Apoc. II, 16; XI, 14.
Ἀμήν (amén): cfr. Apoc. I, 6-7; III, 14; V, 14; VII, 12; XIX, 4; XXII, 21.
Κύριε Ἰησοῦ (Señor Jesús): cfr. Apoc. XXII, 21.
Notas Lingüísticas:
Zerwick: “μαρτυρῶν (el que testifica) participio v. 16; aquí no es Juan como en el v. 18, sino Cristo”.
Comentario:
Allo: “Por séptima y última vez, el autor emplea la fórmula ἔρχεσθαι ταχύ (venir pronto) que casi siempre está puesta en boca de Cristo. Esta última advertencia sella todas las demás”.
Iglesias: “El que atestigua es, en este caso, Jesús”.
Primasio: “La Iglesia devota responde: “Sí, ven, Señor Jesús”, la cual dice en la oración: “Venga tu reino” (Mt. VI)”.
Calmet: “Ven, Señor Jesús: Nada temen más los impíos que la venida del Señor; es el comienzo de su suplicio. Los buenos la desean y la piden de todo corazón como el comienzo de su felicidad. Tal era el Salmista, que decía: “Como el ciervo ansía las corrientes de aguas, así mi alma suspira por Ti, oh Dios” (Sal. XLI, 2) y San Pablo (Fil. I, 23): “Tengo deseo de morir y estar con Cristo”.
21. La gracia del Señor Jesús (sea) con todos los santos. Amén.
Concordancias:
Χάρις (gracia): cfr. Jn. I, 14.16-17; Apoc. I, 4.
Κύριε Ἰησοῦ (Señor Jesús): cfr. Apoc. XXII, 20.
Ἁγίων (santos): cfr. Mt. XXVII, 52; Hech. IX, 13; XXVI, 10; I Cor. VI, 2; Ef. I, 18; II, 19; III, 18; IV, 12; Col. I, 12; I Tes. III, 13; II Tes. I, 10; Apoc. V, 8; VIII, 3-4; XI, 18; XIII, 7.10; XIV, 12; XVI, 6; XVII, 6; XVIII, 20.24; XIX, 8; XX, 9; XXII, 11. Ver Apoc. XX, 6.
Ἀμήν (amén): cfr. Apoc. I, 6-7; III, 14; V, 14; VII, 12; XIX, 4; XXII, 20.
Comentario:
Otras versiones agregan “Cristo” o suprimen “Amén” o “los santos”.
Calmet: “Así como este libro comienza en forma de carta, termina de la misma manera. San Juan, al comienzo del Apocalipsis, deseó a las siete Iglesias, las que están en el Asia: “Gracia a vosotras y paz de “el que Es y el que Era y el que Viene”, aquí la desea a todos los fieles y a todos los que leen el Libro, la gracia del Señor Jesús. Que Dios los llene de las luces de su Espíritu y de las dulzuras de su gracia para conocer el sentido de esta profecía y para sacar de ella motivos de fe, esperanza y consuelo en medio de los males de los que están rodeados”.