15. Sé tus obras: no eres ni frío ni cálido. ¡Ojalá frío fueras o cálido!
Comentario:
Bartina: "Alonso ha estudiado
detenidamente el sentido que se ha de dar a tibieza en este pasaje.
Después de un pormenorizado análisis de la historia de la exégesis viene a
concluir, aportando además razones intrínsecas, que se trata del pecado mortal, no del venial."[1]
Wikenhauser: "La Iglesia de Laodicea recibe el más severo reproche, sin ningún
elogio. Cristo la califica de tibia, sumida en el espíritu mundano y en la
indiferencia. Es cierto que no ha caído en culpas graves, ni todavía
ha renegado de Cristo (aún no está fría), pero le falta aquel espíritu de
alegre entrega, el entusiasmo de fiel adhesión que le darían calor".
Exceptuando
la referencia a las culpas graves, coincidimos con el comentario de Wikenhauser.
16. Así, porque tibio eres y ni cálido ni frío, voy a vomitarte de mi boca.
Comentario:
Scío: “Lo que significa, según los
Escolios griegos: te apartaré, que es decir, te privaré de mi amistad y familiaridad”.
17. Porque dices: “rico soy y me he enriquecido y de nada necesidad tengo”, y
no sabes que tú eres el desdichado y miserable y pobre y ciego y desnudo.
Notas Lingüísticas:
Zerwick: σὺ: “tú” enfático (tú eres desdichado, etc.)”.
Zerwick: "Γυμνός: desnudo, insuficientemente vestido".
Mateos: "Πλούσιός εἰμι καὶ πεπλούτηκα: estado presente más
definitividad: soy rico y rico para siempre”.
Comentario:
Estas
riquezas parecen estar directamente relacionadas con la marca de la Bestia.
Straubinger: “Es lo contrario de la bienaventuranza de los pobres en espíritu (Mat.
V, 3 y nota)”.
Straubinger nos llama la atención con
respecto a la similitud entre este pasaje y lo que dice la gran Ramera en XVIII,
7: “… porque ella dice en su corazón: “Como reina estoy sentada y no soy
viuda y jamás veré luto”.
Wikenhauser: "Su estado de depresión religiosa se debe en el fondo a dos circunstancias:
falta de graves tribulaciones o
persecuciones, que contribuyen siempre a sacudir los ánimos y también a
que goza de un notable bienestar material".
Agregaríamos:
la cizaña mezclada con el buen trigo y la levadura en control de toda la masa (Mt. XIII).
Alápide: “Da tres razones por las que es
desdichado y miserable, primero porque era “pobre”, es decir carente de
caridad; segundo, “ciego”, ya que era imprudente en el obrar; tercero,
“desnudo” ya que carece de buenas obras, puesto que obraba contando demasiado
en sus propias fuerzas y con hipocresía. Estos
tres, a saber: pobreza, desnudez y ceguera, si están en el mismo sujeto, hacen
de él un ser desdichado y miserable (…) por lo cual opone a estas tres
dolencias otros tantos remedios: a la pobreza le opone el oro (…) a la desnudez
el vestido (…) y a la ceguera la cura para la vista…”.
Para
que esta interpretación sea factible miserable debe ir precedido de un
artículo al igual que “desdichado”, tal como se encuentra en algunas versiones
y no parece improbable, o por lo menos ir unido a "desdichado".
[1] J. Alonso: El sentido de tibieza en la
recriminación de la Iglesia de Laodicea: MisC 19 (1953) 121-130; El
estado de tibieza espiritual en relación con el mensaje del Señor a Laodicea
(Comillas 1955) 94.