Al hablar sobre uno de los diversos grupos de personas en el Apocalipsis
(Los que guardan la Palabra de Dios y no han negado su Nombre) decíamos que los
siguientes versículos se aplicaban a los Mártires del quinto Sello:
XX, 4: “Y vi tronos; y sentáronse en ellos, y les fue dado
juzgar, y (vi) a las almas de
los que habían sido degollados a causa del testimonio de Jesús y a causa de la Palabra de Dios y a los que no habían adorado a la bestia, ni
a su estatua, ni habían aceptado la marca en sus frentes ni en sus manos”
De esta forma quedaba
implícita la afirmación de que “los que no habían adorado a la Bestia” eran los Los Mártires del Anticristo. Cfr también El Grupo VI: Los Santos. Sin embargo cuando estábamos escribiendo el
pequeño artículo sobre la Respuesta del Ángel a San Juan nos dimos cuenta que había un error y que
ese grupo de almas que en principio creíamos se trataba únicamente de los Mártires del quinto Sello, resulta que corresponden, parte a ellos y
parte a los Mártires
del Anticristo, quedando la división
desta manera:
1) Y (vi) a las almas de los que habían sido
degollados a causa del testimonio de Jesús = Mártires del Anticristo.
2) (y
(vi) a las almas de los que habían sido degollados) a causa de la Palabra de Dios = Mártires del quinto Sello.
Para las pruebas de
lo dicho nos remitimos al último de los artículos citados.
Esto debería bastar
para nuestra retractatio pero este pequeño artículo no podría quedar
completo si no se dijeran algunas palabras sobre el último de los grupos: “los
que no habían adorado a la bestia, ni a su estatua, ni habían aceptado la marca
en sus frentes ni en sus manos”.
La identificación
deste grupo no es tan difícil como puede parecer a primera vista. Veamos las
características y diferencias con los otros dos:
1)
En primer lugar notemos que San Juan dice que vio dos cosas: por un lado las almas de los
degollados, y por el otro a los que no habían adorado
a la Bestia. Es necesario tener
en cuenta que no dice “y de los que no habían adorado a la bestia”, es
decir “las almas de los que no habían adorado, etc”, sino “a los que no
habían adorado, etc”, en acusativo.
Ergo todo parece
indicar que hay un contraste querido por el autor donde distingue dos grupos,
uno de los cuales está formado por almas y el otro no.
2) ¿Por quiénes, pues, está formado este grupo?
Existen dos grupos
que no han de adorar a la Bestia ni recibir la marca en sus manos: los mártires
del Anticristo y los 144.000 sellados del capítulo XIV. Pero San Juan ya vio las almas de los mártires del Anticristo,
como dijimos más arriba, por lo tanto no queda más opción que aplicarlo a los 144.000 Sellados.
Por otra parte los
comentadores notan otro gran contraste entre las visiones de las Bestias (cap. XIII) y la de los 144.000 sellados (XIV), una de las cuales es justamente que
mientras todos los demás llevan el nombre de la Bestia (XIII, 17), ellos por el contrario llevan en sus frentes “el nombre de Él y el nombre
de su Padre” (XIV, 1).
Cfr.AQUI.
Por último, esto
coincide plenamente con lo que dijimos en el punto 1 sobre los diferentes
grupos que ve el Profeta (por un lado las almas, y por el otro los cuerpos y almas),
ya que estos
144.000 sellados corresponden a “los elegidos” de los que habla Nuestro Señor
en el discurso Parusíaco por amor a los cuales acortará los tiempos, como ya lo dejamos dicho AQUI.
En Conclusión:
el Vidente ve al comienzo del capítulo XX tres grupos: los Mártires
del quinto Sello, los Mártires del Anticristo y los que no van a
adorar al Anticristo ni ser muertos por él.
En un
post futuro veremos la gran importancia que estos tres grupos tienen en el
Apocalipsis.
Valete!