domingo, 13 de abril de 2014

Castellani y el Apocalipsis, VII. Destinatarios

VII

Destinatarios

Ríos de tinta se han vertido sobre este tema. Lamentablemente, las mejores páginas no fueron escritas por Castellani.

En página 223 dice (énfasis nuestro):

“Cuando escribía – o recitaba – Juan, los cristianos tenían delante y encima una situación intolerable: matados y torturados en formas bestiales y satánicas, calumniados en todas formas, tachados de criminales, degenerados y "enemigos del mismo género humano", sólo los milagros o el Milagro pudo hacer que no se extinguieran, antes se multiplicaran incesantemente; hasta que Constantino vio que había que apoyarse, incluso políticamente, en ellos. Para consolar y corroborar a éstos se escribió primordialmente el "Librito". De ahí su fuerza, que hoy alguno dio en llamar "ferocidad".

La Real Academia define primordial como: “Primitivo, primero. Se dice del principio fundamental de cualquier cosa”.

Según esto, se trataría no de una primacía de tiempo simplemente sino de algo más. Si Castellani hubiera dicho “primeramente”, uno lo podría haber entendido (sin estar de acuerdo, de todas formas) como una alusión a la figura del Tipo y Antitipo.

Creemos que Castellani se contradice cuando afirma en varios lugares que las persecuciones romanas fueron el tipo de las del Anticristo.

En efecto Castellani comenta (énfasis nuestros):

Mas el trabajo del orador Bossuet no ha sido inútil: ha servido para dejar determinado con toda evidencia el contenido ocasional del libro de las Veinte Visiones, o sea, lo que llamamos el typo. Toda la Persecución de la Iglesia, y la Última que es la Suprema y Decisiva, están vistas a través de la entonces presente Persecución Romana. Por lo demás Bossuet hace constar claramente que su sistema no excluye un sentido esotérico más profundo del Apokalypsis…”. (Pag. 81)

San Juan habría anoticiado a los fieles el nombre del typo del Anticristo, el monstruoso primer Perseguidor[1]; en cuanto al antitypo, el verdadero y último Anticristo, nada podemos saber todavía.” (Pag. 176)

Veremos más tarde que San Juan tomó los elementos de su profecía sobre el último siglo de las circunstancias que lo rodeaban en aquel primer siglo; es decir, vio la última Persecución al trasluz de la Primera (typo y antitypo); lo mismo que hizo Cristo en su Sermón Esjatológico en Mateo, XXIV profetizando a la vez la destrucción de Jerusalén y la Parusía. (Pag. 177)

Al hablar de la figura del tipo y antitipo a través de sus obras, Castellani siempre dice que el objeto principal de toda profecía es el antitipo y que el tipo no es más que la ocasión. Sin embargo en la cita que dimos al comienzo nos dice que el Apocalipsis fue escrito primordialmente para los cristianos perseguidos contemporáneos de San Juan.

Además Castellani coincide acá con una de las principales tesis de la escuela histórica. Allo, Billot, Bover y un largo etcétera aplauden. Todos ellos podrían haber firmado tranquilamente ese párrafo. Una verdadera lástima.

No hay en el Apocalipsis una sóla alusión a las persecuciones romanas si no es en la iglesia de Esmirna, cuando habla de “la tribulación de diez días”. Fuera destas palabras, no encontramos absolutamente nada.

Creemos, siguiendo a Lacunza y tal como lo hemos dicho en varias oportunidades, que a partir del capítulo IV en adelante no se ha cumplido “ni una coma” del Apocalipsis y que el mismo mira (esto ya es nuestro) primordialmente las dos clases de mártires de la septuagésima semana daniélica: los que hemos dado en llamar “los mártires del quinto sello” y “los mártires del Anticristo”.

En definitiva, el Apocalipsis no es, pues, un libro de consuelo para los mártires del cristianismo primitivo. Simplemente porque no habla déllos.

Vale!






[1] Castellani habla aquí de Nerón, ¡pero éste hacía casi 30 años que había muerto! Resulta, pues, que según esto, el tipo de una profecía puede ser sobre algo pasado, cuando en otras ocasiones nos dice lo contrario.