Nota del Blog: Análoga a la sección Retractationes, la presente
tendrá por finalidad actualizar los posts agregándole las citas u
observaciones que creamos necesarias en confirmación de lo expuesto.
Cuando hablamos del VII grupo de
personas en el Apocalipsis: “Los Reyes de la Tierra”, dijimos que había que distinguir entre antes
y durante el Milenio. Varios pasajes del Antiguo Testamento
confirman lo que habíamos dicho al respecto:
I) Antes del Milenio:
Sal II, 1-2: “¿Por qué se amotinan las gentes, y las naciones traman
vanos proyectos? Se han levantado los reyes de la tierra, y a una se
confabulan los príncipes contra Yahvé y contra su Ungido…[1]”
Sal. LXXV, 13: “Hasta la furia de Edom redundará en tu gloria, y los
sobrevivientes de Emat te festejarán: haced votos y cumplidlos a Yahvé, vuestro
Dios, y todos los pueblos en derredor suyo traigan ofrendas al Temible; a
Él, que quita el aliento a los príncipes; al Terrible para los reyes de la
tierra”.
Is, XXIV, 21: “En aquel día Yahvé juzgará a la milicia
del cielo en lo alto, y aquí abajo a los reyes de la tierra.
Serán juntados como se junta a los presos en la mazmorra, quedarán encerrados
en el calabozo, y después de muchos días serán juzgados. La luna se enrojecerá
y el sol se oscurecerá, porque Yahvé de los ejércitos reinará en el monté Sión
y en Jerusalén, y delante de sus ancianos (resplandecerá) su gloria.[2]”
Ez. XXVII, 33: (Elegía sobre Tiro) “Con las ganancias de tu comercio
marítimo hartabas a muchos pueblos; con la abundancia de tus riquezas y de
tus mercancías enriquecías a los reyes de la tierra”[3].
II) Durante el Milenio:
Tobías XIV, 5-9: “A la hora de su muerte llamó a sí a su hijo Tobías y a
los siete jóvenes hijos de éste, nietos suyos y les dijo: “La ruina de Nínive
está cerca; pues la palabra del Señor no dejará de cumplirse; nuestro hermanos
que están dispersos fuera de la tierra de Israel, volverán a ella; será
repoblada toda su tierra desierta, y reedificada de nuevo la casa de Dios, que
fue allí entregada a las llamas. Volverán allá todos los que temen a Dios; los
gentiles abandonarán sus ídolos y vendrán a Jerusalén para morar en ella. Allí
se regocijarán todos los reyes de la tierra, adorando al Rey de Israel[4]”.
Sal. CI, 14-17: “Tú te levantarás y serás propicio a Sión, porque
tiempo es ya de que te apiades de ella; ha llegado la hora. Ya tus siervos aman
las piedras. Sienten compasión de sus ruinas. Así, oh Yahvé, los gentiles
reverenciarán tu Nombre, y tu gloria todos los reyes de la tierra, porque Yahvé
habrá restaurado a Sión, y Él se mostrará en su gloria[5]”.
Sal CXXXVII, 4-5: “Te alabarán Yahvé todos los reyes de la tierra
cuando hayan oído los oráculos de tu boca; y cantarán los caminos de Yahvé:
“Grande es ciertamente la gloria de Yahvé”[6].
Sal. CXLVIII, 11: “Alabad a Yahvé desde la tierra… reyes de la tierra
y pueblos todos…”.
Cfr. también Sal. LXXXVIII, 28.
[1] Straubinger: “Gramática
concuerda este pasaje con Ap. XIX, 19…”
[2] Pasaje
claramente escatológico como lo indican Straubinger y Lacunza
(Tomo 1, pag. 122 y Tomo 4, pag. 16, ed. de M. Belgrano).
[3] Straubinger: “Hay en este
pasaje, como lo muestra Gramática, muchas expresiones semejantes a las
que se usan para la Babilonia apocalíptica (cfr. Apoc. 18, 11-19; Sal. 136,
8 y nota). Véase 26, 1 y nota”.
[4] Straubinger: “8 s.
Véase 13, 14. Profecía acerca de la vocación de las gentes y del triunfo
final de la Iglesia después de la conversión de Israel (Rom. 11, 25) y
de la destrucción del Anticristo (II Tes. 2, 8; Ap. 19, 11 ss).
Sobre esto dice Santo Tomás: “Después de la muerte del Anticristo
habrá para la Iglesia doble motivo de consolación, a saber: la paz y la multiplicación
de la fe, pues entonces todos los judíos se convertirán a la fe de Cristo”.
Notar que Tobías anuncia aquí el fin del cautiverio de Israel en
forma tan majestuosa que es fácil comprobar que nunca se ha cumplido hasta el
día de hoy. Sobre este tema nada mejor que el Fenómeno VII de Lacunza
“Babilonia y sus cautivos”. La Babilonia del Apocalipsis es llamada aquí “Nínive”
así como en Ez. XXVII es llamada “Tiro”.
[5] Sin dudas la
referencia es al Milenio. Straubinger comenta: “Admirable promesa mesiánica:
todos los pueblos y reyes adorarán al verdadero Dios. Esto no se cumplió en el
regreso a Babilonia (Sal. 95, 1 y nota); está vinculado, como expresa Santo
Tomás, a la conversión de Israel. “La gloria divina está interesada en
la restauración de Israel. Naciones y reyes temerán y honrarán a Yahvé cuando
comprueben que Él ha reedificado a Sión y ha desplegado su magnificencia; que
ha escuchado la plegaria de aquellos a quienes los enemigos habían despojado y
que parecían perdidos y sin esperanza” (Calès)… “Según una de las
más grandiosas ideas de los profetas, la restauración de Israel tendrá por coronamiento
la conversión de las naciones. Así se establecerá el reino de Dios sobre la
tierra (Desnoyers)…”
[6] “Un día los
reyes de las naciones se convertirán al verdadero Dios al ver qué promesas
había hecho Él a Israel por sus profetas y cómo las ha realizado
maravillosamente…” Calès, citado por Straubinger.