Después de dar AQUI la explicación désta difícil perícopa que trae el P. Oñate, agregábamos
a modo de complemento un par de cosas, una de las cuales rezaba así:
“2) Parecería
que en los Salmos se encuentra un grupo de personas en clara oposición a “esta
generación”. Este grupo nuevo, llamado con distintos nombres (generación
ventura, pueblo que ha de nacer, etc), será aquel que vivirá durante el Milenio
en la Jerusalén Terrena.”
Para
cuya prueba nos remitimos a lo que dicen algunos salmos; pero he aquí que
después de haber publicado ese artículo, recordamos unas palabras magistrales de
Lacunza (Tercera Parte, cap. X) que venían a corroborar lo que habíamos sospechado, el cual, al tratar del
reconocimiento que todas las naciones rendirán a Cristo durante el
Milenio, dice:
“Por abreviar: en el cántico admirable del Magnificat, profecía
de la Santísima Virgen, entre otras cosas está: “Bienaventurada me
llamarán todas las generaciones”. Todo lo cual concuerda perfectamente
con todo lo que observamos en el fenómeno I, “pero la piedra que
hirió la estatua se hizo una gran montaña y llenó toda la tierra”.
Es decir, la profecía de la Virgen habla de una extensión en el espacio
y no necesariamente en el tiempo. Caso análogo a la nota de Catolicidad de la
que hablan los teólogos.