Tú eres como una roca
que se precipita hacia las
orillas de la eternidad.
mas la generación de mis días
es como la arena que cae en la
nada.
Tu victoria se extiende del
Oriente al Occidente,
y tus alas cubren todos los
mares.
Tus fronteras no conocen límites,
porque tú llevas en tu seno la
misericordia del Señor.
Mil llagas tienes: de ellas brota
tu misericordia.
Tú bendices a todos tus enemigos.
Es por ti que los cielos no dejan
caer el orbe al abismo.
Tú eres la que reza sobre todas
las tumbas;
tú la única señal de lo eterno
sobre la tierra.
Tus santos son como héroes de
tierras lejanas,
Tú lavas la faz de la tierra con
tus plegarias
hasta que nítida brilla con toda
pureza.
¡Tú eres la victoria sobre la
esclavitud de las almas!
GERTRUD VON LE FORT