miércoles, 6 de marzo de 2013

El Cordero y su Iglesia (Apoc. 14, 1-5) II de III


Interpretación

Trataré de  demostrar que en XIV, 1-5 se trata:

I) De toda la Iglesia militante de Cristo Rey.
II) Invencible a los ataques de los que militan en las filas de Satanás
III) Fiel a la Alianza sellada con la sangre del Cordero divino Jesús Mediador del Nuevo Testamento.

I) Se trata primero de toda la Iglesia de la Nueva Alianza, y en segundo lugar, sintetizando más la visión, se trata de ella bajo su aspecto terrestre, e. d. “militante".

a) Las expresiones de "Cordero" y de "144.000" señalan, por una parte, al autor de la  Nueva Alianza y, por otra, a los pertenecientes a esa misma Alianza.
El Cordero es Cristo Jesús, el Mediador de la Nueva Alianza, la cual fué inaugurada con su cruento sacrificio en la Cruz y que ya había sido prefigurado por el Cordero Pascual del Antiguo Testamento. Es, a la vez, una bellísima metáfora de Jesucristo como Sacerdote y Víctima.
Los 144.000 son todos los pertenecientes a la Nueva Alianza, pues el cuadrado de 12 (número sagrado) —que representa a la Iglesia del Nuevo Testamento a semejanza de la del Antiguo Testamento y que consta de miembros judíos y gentiles— multiplicado por 1000 (símbolo de plenitud, perfección, solidaridad o extensión indefinida) indica a toda la Iglesia, a todo el nuevo "Israel de Dios" (cf. Gal. 6, 16) cuyo número sería incontable como las estrellas del cielo y las arenas de la mar, conforme a las promesas divinas en el Antiguo Testamento.

Según el c. V de este mismo libro el "Cordero" no sólo representa a Jesucristo como Sacerdote y Víctima, sino también como vencedor, General y Rey, pues, aunque "degollado", "está de pie" lo cual significa la victoria, la conquista y el dominio. Aunque manso Cordero no deja de ser el terrible León de Judá. Tal es la perfecta imagen de Jesús, Mediador de la Nueva Alianza.
Respecto a  la  identificación de los 144.000 del cap. XIV, 1-5 con los 144.000 del cap. VII, 1-8 no hay unidad de pareceres entre los escrituristas. Sin embargo, el  análisis y la comparación exacta de los textos favorecen la identidad. Hay correspondencia perfecta entre las dos escenas.[1] Ahora bien los 144.000 de VII, 1-8 representan a la Iglesia entera de Cristo, bajo la figura del pueblo de la Antigua Alianza. Luego, también los 144.000 del c. XIV son toda la Iglesia.
 Además, lo que se dice de estos 144.000 en el v. 4, como se verá oportunamente, va a ratificar esta misma aserción.

b) Después de haber comprendido que se trata de toda la Iglesia de la Nueva Alianza, debemos preguntarnos todavía bajo qué aspecto la considera San Juan aquí en esta visión. ¿En sus tres estados de militante, purgante y triunfante o sólo en uno de ellos?
No se trata de la Iglesia purgante, pues ni siquiera hay alguna alusión a ella. No tampoco de la Iglesia triunfante, aunque se trasluzca algo de ella. Sólo se trata de la Iglesia Militante. Las razones son obvias.
La 1) la distinción que San Juan hace entre los dos grupos: el de los 144.000 que están sobre el monte Sión y por lo tanto en la tierra, y el de los otros que cantan en el  cielo.
La 2) es la del contexto. Hay allí un antagonismo perfecto. Tras la descripción de la Bestia con sus secuaces ¿Qué no podía seguir sino la del “Cordero” con los suyos? Ahora bien estos dos bandos enemigos están en la tierra. El uno representa el imperio de Satanás y el otro el de Cristo. Como todo eso ya se trató suficientemente  al hablar del contexto y del texto no hay más que agregar. Luego, la intención de San Juan es representar a la Iglesia que milita en esta tierra.

II) La Iglesia militante de Cristo Rey es invencible.

Esto nos lo da a entender el significado de algunas de las expresiones que caracterizan a los 144.000, a saber:

a) Están con el Cordero.
b) Sobre el monte Sión
c) Llevan el nombre del Cordero y el nombre de su Padre escrito sobre sus frentes. Además
d) El canto que estos 144.000 oyen y que sólo ellos entienden, ratifica esta misma interpretación.

a) El "estar con el Cordero", cuyo símbolo ya hemos visto, significa naturalmente por lo menos una especial protección. El Cordero es invencible. ¿Cómo no lo han de ser también los que con él están?

b) El estar con el Cordero "sobre el monte Sión" eso sí que indica de una manera especial la invencibilidad de la Iglesia, pues el monte Sión es principio de firmeza, símbolo de consistencia, de inquebrantabilidad y de duración. Según las esperanzas apocalípticas el Mesías reunirá sobre el monte Sión la Iglesia de los tiempos escatológicos. Cfr. IV Esdras 13, 35 ss; según Joel 3, 5 y 4, 17[2] Sión será el lugar de refugio en los día del juicio escatológico. Luego él estar sobre el Sión significa protección ante todo en los días escatológicos. Por lo tanto, con esto quiere significar el Profeta que la Iglesia militante es invencible. Otro detalle nos comprueba lo mismo, y es:
c) Los nombres que los 144.000 llevan escritos sobre sus frentes. Llevar el nombre puede significar en lenguaje bíblico dos cosas, a saber: naturaleza o dignidad por participar en tal o cual naturaleza (cf. 3 12; 7, 3-8; 9, 4) y consagración o pertenencia (cf. 2, 7; 19, 12-13; Is. 56, 5; 62, 2 etc.). Aquí en la visión, además de expresar la dignidad de estos 144.000 por ser partícipes de la naturaleza divina, significa particularmente por una parte la consagración de éstos al servicio de Cristo Rey y a la gloria de su Padre y por otra, la providencia especial con que Dios vela sobre éstos contra las astucias de sus enemigos por ser propiedad suya. Una vez más, pues, podemos deducir de esto que la Iglesia militantes es realmente invencible.

d) El significado del cántico nuevo, por último nos confirma en lo mismo. Hemos visto la semejanza de este pasaje (c. XIV, 1-5) con el del c. VII. Allí los cortesanos del Cordero en el cielo “los rescatados para Dios”, cantan un cántico de victoria (7, 9-12). Es este el cántico nuevo que oyen los 144.000 que están en la tierra sobre el monte Sión. Es un himno de victoria y de gloria al Cordero; lo cual nos confirma en lo que venimos diciendo de la Iglesia militante como invencible.


[1] Nota del Blog: Cfr. lo que dijimos AQUI, sobre estas dos visiones.
[2] Nota del Blog: ambas citas están mal. Tal vez se refiera a II, 32 y a III, 17.21.