VIII
La Iglesia de Laodicea
Gran debate ha existido siempre en
torno a la exégesis de las siete Iglesias. Castellani
cree que estamos en la sexta, en Filadelfia, y que la última corresponde al
Milenio. Estas son sus palabras (pag. 65-66):
"En nuestra interpretación, Laodicea no puede ser sino la Iglesia de los
Mil Años, o sea, desde el retorno de Cristo hasta el Juicio Final. Lástima
que esta interpretación es la que dan los llamados milenistas que
entienden literalmente y no alegóricamente el Capítulo XX del Apokalypsis".
Y luego continúa:
"Los que repugnan a esta
interpretación – ¡y en qué forma! – pueden recular la Iglesia anterior y hacer
caber a Laodicea antes de la Parusía; como hace Billot e hice yo mientras fui su discípulo; y así lo puse en el
Capítulo V del Cuaderno Segundo de mi libro Los Papeles de Benjamín
Benavides".
Ha habido pues, un cambio de
posición en Castellani, aunque todo
parece indicar que no está seguro de su exégesis. De aquí que diga en el
Excursus D:
"Ahora bien, no hay ninguna
cosa más rara en la Revelación de Juan que la
inteligencia textual de las Siete Iglesias, ni alguna más difícil, puesto que
comprendiendo todo el curso de la historia del mundo desde Cristo,
necesariamente las Iglesias, que no son aún pasadas, tienen que ser
enigmáticas; como lo son en nuestro trabajo las dos últimas. Yo no sé simplemente si Laodicea es la
Iglesia bajo el Anticristo, o bien el Reino Milenario."
Convengamos pues, en que esta es
una mera opinión sobre la cual no está seguro.
En lo personal estamos convencidos
que actualmente está transcurriendo (y terminando) la quinta Iglesia, la de
Sardes y que la hipótesis de Castellani
es, a todas luces, imposible y contraria al texto.
Analicemos el comentario de Castellani a la Iglesia de Laodicea.
"Conozco tus obras
Porque no eres ni frío ni cálido
¡Ojalá que fueses frío o caliente!
-
Pero porque eres tibio
Ni frío ni caliente
Empezaré a vomitarte de mi
boca."
Y luego dice:
"Según los milenistas, es el período entre la Parusía y el Juicio Final,
el Reino de los Mil Años – sean diez siglos, sea un largo tiempo
indeterminado – la tibieza irá invadiendo esa Iglesia próspera, que realmente
se creerá "rica"; y llegará un tiempo en que no tendrá ni la frialdad
del paganismo – que es susceptible de ser calentado – ni el calor prístino de
la caridad cristiana que la inauguró; y eso es una cosa que da náuseas. Pero
está "en la boca" de Cristo y no a sus pies: es el Reino de Cristo
confesado por todos.
Esa tibieza desencadenará la
rebelión de Gog y Magog, con la consumación en el fuego del cielo y el Juicio
Final; suceso tan misterioso para mí que prefiero simplemente consignarlo sin
explicarlo. Si se interpreta literalmente el Capítulo XX, hay que admitirlo".
Si se entiende "según algunos milenaristas", pase. Pero
si acá está diciendo ora que todos
los milenaristas dicen esto, ora que aceptado el Milenio se sigue necesariamente que esta Iglesia es la de
los mil años, entonces debemos negarlo en absoluto.
Lo más probable, sin embargo, es
que esté defendiendo la primera opción.
Continuemos.
"Porque dices:
"Rico soy y próspero
No necesito de nadie" -
Y no sabes que eres mísero
E indigente
Y pobre y ciego
Y desnudo."
Castellani comenta:
"Poco pega esta palabra con los esplendores del Reino milenario de los
Kiliastas; y sólo puede aceptarse como referida a su final. Mas los milenistas
alegan que aquí el Profeta recapitula; o sea, vuelve atrás e indica
la causa general de todas las caídas, como vemos que en Éfeso dice:
"Has caído de tu fervor primero"; en la de Pérgamo: "Pero tengo
contra ti alguito''; en la de Thyatira: "Consientes con la hembra
Jezabel"; en la de Sardes: "Tienes nombre de vivo y estás
muerto"."
¿Qué decir de todo esto?
A ver:
En primer lugar si "poco
pega" debe ser porque está forzando el texto, y esta debió ser la primera
opción que debió plantearse al llegar aquí. Si una exégesis es forzada es, casi
seguro, un buen signo de que es falsa, y es esta la razón por la cual la
exégesis de Lacunza cautiva
inmediatamente el intelecto. Su interpretación es natural, plana. Simplemente
se deja llevar por el texto.
En segundo lugar, no es posible
que al describir la época más gloriosa de la Iglesia sobre la tierra (según Castellani), el autor sagrado lo único
que haga sea aplicarle críticas, porque aquí será bueno recordar algo: hay tres
Iglesias que tienen mezcla de alabanzas y críticas (Efeso, Pérgamo y Tiatira),
dos que solo tienen críticas (Sardes y Laodicea) y dos que solo tienen
alabanzas (Esmirna y Filadelfia).
Si la Iglesia de Laodicea* representa la Iglesia del Milenio, no se entiende, pues, ni por qué se la
critica, ni mucho menos que solamente
reciba críticas y no alabanzas.
La razón que da es a todas luces
falsa. Decir que el profeta recapitula acá, no tiene sentido alguno.
Este procedimiento de Castellani nos recuerda al de los
alegoristas. Estos "tienen siempre a mano el sentido alegórico, y si esto no basta, viene luego ayudándolo el anagógico, a los cuales añaden el tropológico, místico, acomodaticio,
etc, haciendo uso frecuentísimo, ya de uno, ya de otro, ya de muchos a un tiempo:
subiendo de la tierra al cielo con gran facilidad, y con la misma bajando del
cielo a la tierra en el instante siguiente, tomando en una misma individua
profecía, en un mismo pasaje y tal vez en un mismo versículo, una parte literaliter, otra alegorice, otra, anagogice
y componiendo de varios retazos diversísimos una cosa o un todo que al fin no
se sabe qué es. Y entre tanto, la Divina Escritura, el libro más verdadero, el
más venerable, el más sagrado queda expuesto al fuego o agudeza de los
ingenios, a quién acomoda mejor, como si fuese un libro de enigmas…".
Esto dice Lacunza en su introducción y, salvando las distancias, creemos que Castellani hace algo por el estilo.
Castellani tiene como dos comodines
a la hora de interpretar el Apocalipsis y las profecías en general: la figura
del tipo y antitipo, y la recapitulación. Cuando algo no encaja lo que hace simplemente es aplicar
algunos de estos principios para salvar su exégesis.
Analicemos este caso con algo más
de atención.
En el Excursus A había definido el
método de la recapitulación de esta manera:
"El método del hagiógrafo es la
"recapitulación": esto fue visto desde el comienzo – desde
Tertuliano, siglo II adelante – por los intérpretes. Es decir, el escritor cesa en su narración y vuelve
atrás a una nueva visión. Cesa al
llegar cerca de la Parusía; y recomienza con un nuevo aspecto o desde un punto
más cercano a ella. Esto notó Victorino mártir, Obispo de Pettau, en el
primer comentario que tenemos, respecto a los 4 Septenarios: al llegar a la Séptima (Iglesia, Sello,
Trompa, Redoma) que es la Parusía, San Juan abandona, vuelve atrás y recomienza."
Este párrafo contradice
palmariamente lo que había dicho antes:
1) En primer lugar aquí
afirma que los septenarios terminan en la Parusía. Al comentar la Iglesia de
Laodicea dice que se refiere al Milenio.
2) La recapitulación quiere
decir que al llegar a la Parusía el Vidente se detiene y comienza en una nueva visión. Hemos visto más
arriba que Castellani había dicho que la recapitulación se da en el mismo septenario. Es como si
dijéramos que en el séptimo sello, trompeta o copa, San Juan hiciera como una recapitulación de los otros seis sellos,
trompetas o copas.
Al intentar desarrollar una falsa
exégesis Castellani hace uso del
método de la recapitulación, pero lo aplica mal, contrariando el significado
que le había dado antes.
Además, ¿qué sentido tiene
"recapitular dando las causas generales de las caídas"? ¿Qué hacemos
con las dos Iglesias que no tienen reproche alguno?
Continuemos.
"Te exhorto a que compres de
mí
Oro ardiente acrisolado
Para que enriquezcas -
Y túnica blanca para vestirte
Y no aparezca la vergüenza
De tu desnudez -
Y unge con colirio tus ojos
Para ver -
Yo a los que amo acoso y castigo -
Encélate pues y conviértete
Mira que estoy a la puerta y llamo".
Y comenta:
"No es cuestión de muerte
aquí ni enfermedad grave, sino de miopía, desnudez, pobreza, o sea
imperfección. "A los que amo", no son apóstatas ni réprobos. Y otra vez la mención de la inminencia de
la Venida o, mejor dicho, de la Presencia: "estoy a la puerta".
¿En qué quedamos? ¿No es esta la
Iglesia de los Mil años? ¿Cristo ya
se supone venido o no? ¿Qué sentido tiene la amenaza de Cristo?
El anuncio de Cristo: "Mira que estoy a las puertas y llamo" es una
clara alusión a la Parusía, y por lo tanto indica que la misma todavía no ha
tenido lugar:
Mt. XXIV, 33: "Así también vosotros, cuando veáis todo esto, sabed que está cerca, a las puertas".
Cfr. Mc. XIII, 29.
Mt. XXV, 10: "Mientras ellas iban a comprar, llegó el Esposo y
las que estaban prontas, entraron con Él a las bodas, y se cerró la puerta".
Lc. XIII, 24-28: "Pelead
por entrar por la puerta angosta, porque muchos, os lo declaro, tratarán de
entrar y no podrán. Enseguida que el
dueño de casa se haya despertado y haya cerrado la puerta, vosotros,
estando fuera, os pondréis a llamar a la puerta diciendo: "¡Señor,
ábrenos!". Mas Él respondiendo os dirá: "No os conozco de dónde
sois". Entonces comenzaréis a decir: "Comimos y bebimos delante de Ti
y enseñaste en nuestras plazas". Pero Él os dirá: "Os digo, no sé de
dónde sois. Alejaos de Mí, obradores de toda iniquidad. Allí será el llanto y
rechinar de dientes…".
Sant. V, 7-9: "Tened, pues, paciencia, hermanos, hasta la Parusía del Señor (…) También
vosotros tened paciencia: confirmad vuestros corazones, porque la Parusía del Señor está cerca. No os
quejéis, hermanos, unos con otros, para que no seáis juzgados; mirad que el Juez está a la puerta".
Y para ir terminando, notemos el
mismo error en la interpretación de los últimos versos:
"Quien oyere mi voz
Y me abriere la puerta
Entraré donde él
Y cenaré con él
Y él conmigo -
Al que venza
Lo entronizaré conmigo
En mi trono -
Como yo vencí
Y fui entronizado con mi Padre
En mi trono -
Quien tiene oídos para oír, que
oiga".
Castellani explica:
"Lo definitivo promete aquí Cristo: la cena, el último acto del día; su propio trono al
que venciere; o sea la gloria absoluta."
Cristo no está prometiendo "la gloria absoluta", sino lo
mismo que en todas las Iglesias: el Reino de mil años, pues la cena y el trono
son dos clarísimas alusiones al Milenio y no a la gloria del cielo.
Nos abstenemos de citar todos los
pasajes relativos porque esto se está haciendo demasiado largo y, por otra
parte, son bastante conocidos.
Francamente, la exégesis del Apocalipsis que trae Castellani hace aguas por todos
lados.
Creemos que la razón del error de Castellani (y lo mismo dígase de Eyzaguirre) está en creer que la
Iglesia Católica va a estar en la tierra durante el milenio y de aquí que tenga
que caer en estos desaciertos.
Tal vez aquellos que crean que la
Iglesia Católica sí va a estar presente en la tierra durante los Mil años
podrán responder a la objeción diciendo que San Juan solamente profetizó las siete épocas de la Iglesia durante
este siglo y no sobre el venidero, y
de esta forma se puede hacer caer la Iglesia de Laodicea bajo el Anticristo, que es de hecho donde le
corresponde, sin mayores dificultades.
Por otra parte, y ya para ir terminando,
notemos que es imposible que estemos en la Iglesia de Filadelfia como lo quiere
Castellani debido, entre otras
razones, al hecho de que esta Iglesia tiene solamente alabanzas y no críticas. Si hay un período histórico de la Iglesia
en la cual se le puede criticar todo
es sin dudas al nuestro. La Revolución Francesa no marca el paso de una
Iglesia a otra sino que acentúa drásticamente la caída que había comenzado con
la rebelión protestante.
Si Castellani hubiera dicho que estamos en la Iglesia de Laodicea uno
lo podría haber entendido, porque las notas encajan un poco más, aunque igual
hubiéramos estado en desacuerdo.
Pero este ya es otro cantar.
Vale!
* Nota del Blog: habíamos escrito involuntariamente "Filadelfia" y un lector tuvo la amabilidad de señalarnos el error. Corregido queda, pues, y desde ya nuestro agradecimiento.
* Nota del Blog: habíamos escrito involuntariamente "Filadelfia" y un lector tuvo la amabilidad de señalarnos el error. Corregido queda, pues, y desde ya nuestro agradecimiento.