II Parte
III) El ángel poderoso y el primer Heraldo.
Volviendo sobre el primer Heraldo, como lo llama Straubinger,
creemos que podemos encontrar todavía otro lugar paralelo y muy importante.
X, 1-11:
1. “Y vi a otro ángel poderoso que descendía del cielo, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su
cabeza. Su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego.
2. Tenía en su mano un librito abierto,
y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra;
3. Y clamó con gran voz, como un león que
ruge; y cuando hubo clamado, los siete truenos levantaron sus voces.
4. Y cuando hubieron hablado los siete truenos, iba yo a escribir; mas oí
una voz del cielo que decía: “sella lo que dijeron los siete truenos y no lo
escribas”.
5. Entonces el ángel que yo había visto de pie sobre el mar y sobre la
tierra, alzó su mano derecha hacia el cielo,
6. y juró por Aquel que vive por los siglos de los
siglos –que creó el cielo y cuanto hay en él, y la tierra y
cuanto hay en ella, y el mar y cuanto hay en él- que
ya no habrá más tiempo,
7. sino que en los días de la voz del séptimo ángel,
cuando él vaya a tocar la trompeta, el misterio de Dios quedará consumado según la buena nueva que Él anunció a sus siervos los profetas.
8. La voz que yo había oído del cielo me habló otra vez y dijo: “Ve y
toma el libro abierto en la mano del ángel que está de pie sobre el mar y sobre
la tierra”.
9. Fui, pues, al ángel y le dije que me diera el librito. Y él me
respondió: “Toma y cómelo; amargará tus entrañas, pero en tu boca será dulce
como la miel”.
10. Tomé el librito de la mano del ángel y lo comí; y era en mi boca dulce
como la miel, más habiéndolo comido
quedaron mis entrañas llenas de amargura.
11. Me dijeron entonces: “es menester que profetices de nuevo contra muchos
pueblos, y naciones y lenguas y reyes”.
XIV
6. Y
vi a otro ángel volando por medio del cielo[1],
que tenía que anunciar el Evangelio eterno para
evangelizar a los que tienen asiento en la tierra: a toda nación y tribu
y lengua y pueblo.
7. Y decía con gran voz: “Temed
a Dios y dadle gloria e Él, porque ha llegado la hora de su juicio; adorad al que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes
de aguas”
XI
11. Pero al cabo de los tres
días y medio, un espíritu de vida que venía de Dios, entró en ellos y se
levantaron sobre sus pies, y cayó un gran temor sobre
quienes lo vieron.
12. Y oí una gran voz[2]
del cielo que les decía: “subid acá”. Y subieron al
cielo en la nube, a la vista de sus enemigos.
13. En aquella hora
se produjo un gran terremoto, se derrumbó la décima parte de la ciudad y fueron
muertos en el terremoto siete mil nombres de hombres; los demás, sobrecogidos de temor, dieron
gloria al Dios del cielo.
14. El segundo ay pasó; ved que el tercer ay viene pronto.
En la primera parte deste artículo ya habíamos visto la identidad entre
el ángel del capítulo XI y el del XIV, ahora veremos
principalmente las que se encuentran en los capítulos X y XIV.
NOTAS:
1) Así como la visión del primer Heraldo del cap. XIV era un
resumen con respecto a la visión del capítulo XI, de la misma manera estas
dos visiones son un resumen de la del capítulo X.
2) En las visiones de los capítulos X y XIV vemos las
siguientes coincidencias:
a) Aparece un ángel volando por medio del cielo.
b) Con un libro en la mano.
c) Clama con gran voz.
d) Anuncia el Evangelio eterno.
e) Anuncia la proximidad del juicio.
f) Alusión al cielo, la tierra y el mar.
3) Hay dos voces o si se quiere dos afirmaciones solemnes del ángel:
a) Primero la de XI, 12 cuando dice: “Y oí una gran voz del cielo que les decía:
“subid acá”. Y subieron al cielo en la nube, a la vista de sus enemigos.
b) En segundo lugar la de XIV, 7: “Y decía con gran voz: “Temed a Dios y dadle
gloria e Él, porque ha llegado la hora de su juicio; adorad al que hizo el
cielo y la tierra, el mar y las fuentes de aguas”.
La primera voz es la del milagro de la resurrección y asunción de los
dos Testigos y la segunda es el llamado a penitencia. En el cap. X vemos
solamente la segunda voz, no así la primera:
3 y clamó con gran voz, como un león que ruge; y cuando hubo
clamado, los siete truenos levantaron sus voces.
4. Y cuando hubieron hablado los siete truenos, iba yo a
escribir; mas oí una voz del cielo que decía: “sella lo que dijeron los siete
truenos y no lo escribas”.
5. Entonces el ángel que yo había visto de pie sobre el
mar y sobre la tierra, alzó su mano derecha hacia el cielo,
6. y juró por Aquel que vive por los siglos de los siglos –que creó el
cielo y cuanto hay en él, y la tierra y cuanto hay en ella, y el mar y cuanto
hay en él- que ya no habrá más tiempo…”
El hecho de que esta es la segunda y no la primera se prueba por dos razones:
I) La primera voz viene del cielo (XI, 12) mientras que esta viene
de la tierra como consta por X, 2:
“2. Tenía en su mano un librito abierto, y puso su pie derecho
sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra.
3. y clamó con gran voz, como un león que ruge, etc.”
II) El contenido de la voz de XI, 3 ss y XIV, 7 es el mismo:
penitencia porque se acerca el juicio (cfr. XI, 13).
4) Las tres visiones tienen lugar en el mismo momento: entre la
sexta y séptima trompeta (¡pero atención que son tres visiones diferentes y no
una sola!).
a) Los sucesos del capítulo XI parecen ser, cronológicamente, los
siguientes: El Anticristo toma Jerusalén, mata a los dos Testigos y
profana el Templo antes de la sexta trompeta. Al cabo de tres días y medio los
dos Testigos resucitan y una voz del cielo les dice que suban, tras lo cual
tiene lugar el terremoto en Jerusalén, que coincidiría con la sexta trompeta[3], y
finalmente aparece el ángel del cap. XIV anunciando el Evangelio eterno,
vale decir, el juicio de las siete copas y el próximo reinado de Jesucristo.
Todo esto tiene lugar tres días y medio después de la abominación de la
desolación. Después de todo esto, el tercer ay (séptima trompeta) viene pronto
(XI, 14).
b) La del cap. XIV ya lo dejamos dicho más arriba. El primer
ángel anuncia el juicio de las siete copas, que se abre con la
séptima trompeta.
c) La visión del cap. X es un desarrollo aún mayor de la del cap.
XIV y tiene lugar después de la sexta trompeta (2 ay), como consta por el
vers. 7:
7. sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él vaya a
tocar la trompeta, el misterio de Dios quedará consumado según la buena
nueva que Él anunció a sus siervos los profetas.
5) Los misteriosísimos siete truenos levantan sus voces después que el
ángel habla por segunda vez desde la tierra y suceden entre la sexta y séptima
trompetas.
6) La buena nueva (Evangelio) es el anuncio de la proximidad del Reinado
de Cristo y es lo mismo que está anunciado en Mt. XXIV, 14, Mc XIII,
10; Apoc. XIV, 6. En X, 7 se dice que ese Evangelio fue
anunciado a los Profetas, es decir los dos Testigos (y, creemos, por extensión,
sus “discípulos”, es decir los mártires del quinto sello: “los degollados
por la causa de la Palabra de Dios y por el testimonio que mantuvieron”
Ver AQUI) cuya prédica
consistirá, al igual que la de San Juan Bautista, en preparar a las
personas y naciones para la penitencia ante la inminencia del Reino de Jesucristo.
Este Evangelio será predicado a todo el mundo a fin de que no puedan
alegar ignorancia cuando aparezca el Anticristo.
7) El libro abierto que se le da a San Juan para que devore son las
profecías de los sucesos que deben seguir a esa visión, es decir el juicio de
las siete copas, el juicio a Babilonia, la destrucción de las dos Bestias y el
juicio de las naciones, tras lo cual viene el Reino de Jesucristo.
Hasta aquí un pequeño repaso por todos estos lugares que creemos
paralelos en el Apocalipsis. Nos quedan todavía algunas dudas pero aún así
hemos querido publicar estas líneas con la esperanza de que pueda servir en
algo para avanzar en la comprensión deste hermoso y consolador libro.
Nos quedaría por analizar la identidad del ángel que aparece en
todas estas visiones (y en muchas otras más), pero esto será objeto de un
posterior artículo.
Vale!
[1] “Por medio del cielo esto es, su parte más alta”. Zerwick, Análisis
Philologica Novi Testamenti Graeci, 1953, In loco.
Primer Ay = Quinta Trompeta.
Segundo Ay = Sexta Trompeta.
Tercer Ay = Séptima Trompeta.
Por IX, 13 ss sabemos que la sexta trompeta coincide con la
guerra de 200.000.000 de combatientes de los reyes del extremo oriente, lo que
no nos queda claro es si lo que dice en XI, 14: “El segundo ay pasó,
etc” quiere decir que la sexta trompeta se compone de dos elementos distintos o
si solamente hay una coincidencia en el tiempo entre el terremoto de Jerusalén
y la guerra.
Como curiosidad notemos el último versículo del cap. XI de Daniel
que dice: “Pero le turbarán (¿al Anticristo?) rumores desde el oriente y
el norte (¿la guerra de la sexta trompeta?); y saldrá con gran furor para
destruir y exterminar a muchos (“y se enfureció el dragón contra la mujer y se
fue a hacer guerra contra el resto del linaje de ella”, por medio de la Bestia
del Mar, sin dudas). Y plantará los pabellones reales entre los mares (“entre
el Mar Mediterráneo y el Mar Muerto, o sea en Judea”, Straubinger)
contra el glorioso y santo monte (Sión). Luego llegará su fin y no habrá quien
le preste socorro” (como vemos en el cap. XIX).