lunes, 4 de septiembre de 2023

Algunas notas a Apocalipsis XIV, 17-18

   17. Y otro ángel salió del santuario, del que (está) en el cielo, teniendo también él una hoz afilada. 18. Y otro ángel salió del altar, el que tiene autoridad sobre el fuego y voceó con voz grande al que tenía la hoz, la afilada, diciendo: “Envía tu hoz, la afilada y vendimia los racimos de la vid de la tierra, que han madurado sus uvas”. 

Concordancias: 

Ἀγγελος (ángeles): cfr. Mt. XI, 10; Mc. I, 2; Lc. VII, 27 (San Juan Bautista); Lc. VII, 24; IX, 52 (mensajeros); Sant. II, 25 (dos mensajeros de Josué); Apoc. I, 1; V, 2; VII, 2; VIII, 3-5; X, 1.5.8-10; XIV, 6.8-9.15; XVIII, 1.21; XIX, 17; XXII, 16 (San Gabriel); VIII, 2.6.8.10.12-13; IX, 1.13-14; X, 7; XI, 15 (7 Arcángeles que tocan las siete trompetas); I, 20; II, 1.8.12.18; III, 1.7.14 (Jerarquía); III, 5; V, 11; VII, 1.2.11; XIV, 10 (ángeles); IX, 11 (ángel del abismo); IX, 14-15 (ángeles malos de la sexta Trompeta); XII, 7 (ángeles de San Miguel); XII, 7.9 (ángeles de Satanás); XIV, 19 (un ángel con la hoz afilada); XV, 1.6-8; XVI, 1; XVII, 1.7; XXI, 9; XXII, 8 (ángeles de las siete Copas); XVI, 5 (ángel de las aguas); XX, 1 (San Miguel); XXI, 12 (12 Apóstoles); XXII, 6 (¿Cristo?). 

ἦλθεν (vino): cfr. Apoc. I, 7; III, 11; V, 7; VI, 1.3.5.717; VIII, 3; IX, 12; XI, 14.18; XIV, 15; XVI, 15; XVII, 1.10; XVIII, 10; XIX, 7; XXI, 9; XXII, 7.12.20. 

ναὸς (santuario): cfr. Apoc. III, 12; VII, 15; XI, 19; XIV, 15; XV, 5-6.8; XVI, 1.17; XXI, 22. Ver Apoc. XI, 1-2. 

οὐρανῷ (cielo): cfr. Mt. V, 34; XXIII, 21-22; Hech. VII, 49; Apoc. III, 12; IV, 2; V, 3.13; VIII, 1; X, 1.4-6.8; XI, 12-13.15.19; XII, 1.3.7-8.10.12; XIII, 6; XIV, 2.13; XV, 1.5; XVI, 11.21; XVIII, 1.4-5.20; XIX, 1.14; XX, 1.9.11; XXI, 2.10. 

Δρέπανον (hoz): cfr. Mc. IV, 29; Apoc. XIV, 14-16.19. 

ὀξύ (afilada): cfr. Apoc. I, 16; II, 12; XIV, 14; XIX, 15. 

Δρέπανον ὀξύ (hoz afilada): cfr. Apoc. XIV, 14. 

θυσιαστηρίου (altar): cfr. Lc. I, 11; Heb. IX, 4; Apoc. VIII, 3b; IX, 13; XI, 1; XVI, 7 (?) (altar de los inciensos en el Santo). Ver Mt. V, 23-24; XXIII, 18-20.35; Lc. XI, 51; Apoc. VI, 9; VIII, 3a.5 (altar de los holocaustos fuera del Santo). 

ἐξουσίαν (autoridad): cfr. Apoc. II, 26; VI, 8; IX, 3.10.19; XI, 6; XII, 10; XIII, 2.4-5.7.12; XVI, 9; XVII, 12-13; XVIII, 1; XX, 6; XXII, 14. 

πυρός (fuego): cfr. I Ped. I, 7; Apoc. I, 14; II, 18; III, 18; IV, 5; VIII, 5.7-8; IX, 17-18; X, 1; XI, 5; XIII, 13; XIV, 10; XV, 2; XVI, 8; XVII, 16; XVIII, 8; XIX, 12.20; XX, 9-10.14-15; XXI, 8. 

ἐφώνησεν (voceó): cfr. Hapax en el Apoc. 

Φωνῆ μεγάλη (voz grande): cfr. Apoc. I, 10; V, 2.12; VII, 2; VIII, 13; X, 3; XI, 12; XII, 10; XIV, 7.9.15; XVI, 1.17; XIX, 1.17; XXI, 3. Ver Apoc. I, 12; IV, 1; XI, 15. 

Πέμψον (envía): cfr. Apoc. I, 11; XI, 10; XIV, 15; XXII, 16. 

τρύγησον (vendimia): cfr. Lc. VI, 44; Apoc. XIV, 19.

βότρυας (racimos): Hapax absoluto. 

ἀμπέλου (vid): cfr. Mt. XXVI, 29; Mc. XIV, 25; Lc. XXII, 18; Jn. XV, 1.4-5; Sant. III, 12; Apoc. XIV, 19. 

γῆς (tierra): cfr. Apoc. I, 5.7; III, 10; V, 3.6.10.13; VI, 4.8.10.13.15; VII, 1-3; VIII, 5.7.13; IX 1.3-4; X, 2.5-6.8; XI, 4.6.10.18; XII, 4.9.12-13.16; XIII, 3.8.11-14; XIV, 3.6-7.15-16.19; XVI, 1-2.18; XVII, 2.5.8.18; XVIII, 1.3.9.11.23-24; XIX, 2.19; XX, 8-9.11; XXI, 1.24. 

ἤκμασαν (madurado): Hapax absoluto. 

σταφυλαὶ (uvas): Hapax en el Apoc. cfr. Mt. VII, 16; Lc. VI, 44. 

 

Notas Lingüísticas: 

Zerwick, (Graecitas): “Vinea taerrae” es la tierra llamada metafóricamente “vinea”. Es un ejemplo de genitivo epexegético”. 

Iglesias: “La Viña de la tierra (vs. 18-19): la viña que es la tierra (genitivo explicativo)”. 

 

Comentario: 

¿Castigo de la cizaña? 

Cfr. Mt. III, 11-12; Lc. III, 16-17. 

El altar parece ser el de los inciensos, ya que el de los holocaustos no parece tener ninguna relación. Ciertamente no lo tiene con respecto a los mártires del quinto Sello que claman venganza; además San Gabriel se le aparece a Zacarías mientras está ante el altar del incienso. 

El altar del incienso (que está en el Santo), debe distinguirse del altar del holocausto de VI, 9 que está fuera del Santo. 

Altar de los holocaustos (Ex. XXVII, 1 ss) = oraciones de los mártires del 5 Sello. 

Altar de los inciensos (Ex. XXX, 1 ss) = oraciones de los mártires del Anticristo. 

Allo: El que tiene autoridad sobre el fuego: “Ángel encargado del fuego, cfr. el ángel de las aguas, XVI, 5”. 

Allo: “Tal vez hay una afinidad entre este ángel del fuego y el fuego del infierno, que es el verdadero sentido del “lagar de la cólera” del versículo siguiente”. 

Alápide: “Así como por la mies y el trigo, tanto aquí como en Mt. III, 12 y XII, 29, están significados los elegidos, igualmente los réprobos están simbolizados por la vendimia y los racimos, ya que llenarán en cáliz de la ira divina, y por ella serán pisoteados fuera de la ciudad, esto es, fuera de la Iglesia o del cielo, en el lagar infernal”. 

Charles: “Y del altar salió otro, un ángel”. 

Iglesias: “Hoz afilada: en el léxico del Apocalipsis no se diferencia el instrumento de la siega (la hoz) del instrumento para la vendimia (lo llamamos hocino, corvillo, falce, etc., según las regiones). 

Ribera: “Creo que se habla del altar de los holocaustos ya que siempre se refiere a él la Escritura cuando se habla de altar sin ninguna explicación; sobre él estaba el fuego con el cual se quemaban los holocaustos y las partes de las víctimas”. 

Bonsirven: “De un modo semejante, la orden de realizar su misión la recibe de un ángel que viene del altar; más probablemente del altar de los perfumes sobre el que fueron quemados los perfumes-oraciones de los justos (VIII, 3-4) que apelan el juicio de Dios”. 

Strack-Billerbeck: “El príncipe (angélico) del granizo. – Midr. Sal. 117 §3 (240 b): Cuando Ananías, Misael y Azarías fueron arrojados al horno de fuego, Jurqemi, el príncipe angélico del granizo, se presentó ante Dios y le dijo: "Señor del mundo, yo soy el príncipe del granizo; bajaré a apagar el fuego del horno. Gabriel le respondió: "Yo soy el príncipe angélico del fuego; iré y haré que el exterior sea ardiente y el interior frío, y así haré un milagro dentro de un milagro. Dios le dijo: Desciende. Bajó y los salvó”.