lunes, 17 de enero de 2022

El Tiempo legítimo de la Inmolación de ambos Corderos: El Típico y el Verdadero, por Fray Luis de León (XII de XVI)

 ARTÍCULO VI 

IV Proposición 

Los cuartodecimanos celebraban la Resurrección

el tercer día después del catorce de la luna 

Esta proposición es una conclusión de todo lo que he dicho hasta ahora. Pues según la protesta del obispo Policarpo en nombre de los obispos de Asia, la disciplina de los cuartodecimanos en este tema seguía exactamente el orden de la historia evangélica para las ceremonias del tiempo Pascual y para la celebración de los misterios; pero la Resurrección del Salvador se dio el tercer día después del catorce de la luna, y celebraban, por lo tanto, la Resurrección el tercer día después del catorce; a menos que se diga que no hacían esta fiesta, y es algo de lo que nunca se los acusó y nunca hubieran dejado de ser acusados por eso, considerando que el misterio de la Resurrección fue siempre celebrado en todas partes desde el nacimiento de la Iglesia. 

Pero no pruebo esta conclusión solamente por un razonamiento tan evidente como el que acabo de hacer, sino que tengo aún dos pruebas tomadas de la historia. La primera es lo que dice San Epifanio en el número diez del capítulo de la herejía de los audianos, de la que hablé en el artículo precedente. Dice que las pretendidas Constituciones de los Apóstoles que seguían estos herejes, ordenaban a los cristianos una vigilia hacia la mitad del tiempo de los ázimos. Los cristianos hacían estas vigilias en la Iglesia la noche de las grandes fiestas y se hacen todavía hoy en las Iglesias de Oriente. Todos aquellos antiguos que hablaron de las devociones que practicaban los Cristianos para prepararse para el día de la Resurrección, no dejaron de mencionar ésta; no es necesario traer los testimonios, siendo, como es, algo muy firme. Ahora bien, ¿cuál era esa vigilia que las Constituciones de los Apóstoles ordenaban a los Cristianos hacia la mitad de los ázimos, sino aquella por la cual los Cristianos cuartodecimanos se preparaban para la fiesta de la Resurrección según las ceremonias empleadas para esta ocasión por todos los Cristianos? 

Los ázimos comenzaban el catorce de la luna y terminaban el veintiuno. Esta vigilia de la fiesta de la Resurrección se hacía el tercer día después del catorce, por lo tanto, era la de la Resurrección. 

Mi otra prueba está tomada del decreto que hizo el Papa Víctor con todos los Concilios particulares que se reunieron entonces sobre la celebración de la Pascua, y que después fueron confirmados por el Concilio de Nicea. Eusebio dice[1] que no se solemnizaba la fiesta de la Resurrección en ningún otro día que no sea el domingo. Era preciso, pues, que los cuartodecimanos, contra los que se hacía el decreto, solemnizaran esta fiesta en otro día que no sea domingo. Lo cual sucedía muy a menudo porque hacían depender la fiesta de la Resurrección del día de su Pascua, que variaba todos los años y que caía a veces un lunes, otras un martes, etc. y, por lo tanto, sobre esta base, hacían la fiesta de la Resurrección, a veces el jueves, a veces el viernes, etc. La razón de ese Decreto y de la costumbre de las Iglesias era que Nuestro Señor resucitó el día siguiente al sábado, es decir, el domingo. La razón de los cuartodecimanos y de su costumbre, era que Nuestro Señor resucitó el tercer día después de la Pascua, o sea, después del catorce de la luna. Así, cada uno tenía, en el Evangelio, el fundamento de la tradición y de su costumbre, y eso fue lo que siempre dificultó la concordancia sobre este tema hasta el Concilio de Nicea.


 [1] L. 5, c. 23.